La sesión de ayer fue un recorrido por los lugares en los que transcurrió la vida de Jesús, desde su Encarnación hasta su ascensión.
Hasta el último momento dudé entre proyectar las fotografías que hice en mi peregrinación del año 2006 y los power point que había preparado para los cursos bíblicos anuales que imparto, antes de mi visita a Israel. Finalmente, me decidí por los power point, realizados con fotos escaneadas y recogidas de internet. Por lo demás, mis fotos podréis encontrarlas aquí, en mis álbumes picasa, en próximos días, y ya se pueden ver en la web http://www.discipulasdm.org/.
"La cosa empezó en Galilea" y allí, en Nazaret, visitamos la Basílica de la Anunciación, el único lugar en el que podemos leer: "El Verbo se hizo carne AQUÍ", gracias al consentimiento de María.
Desde Nazaret, nos dirigimos, como hizo la adolescente María, a visitar Eim Karem, el lugar donde vivían su prima Isabel y Zacarías, que ya esperaban un hijo tras la esterilidad que habían sufrido largos años.
De ese "lugar de las montañas", nos dirigimos a Belén, el pueblo del rey David, donde, desde antiguo, los profetas habían anunciado que nacería el Mesías. Y allí, tal y como nos indica el evangelista Lucas, nació Jesús. La basílica de la Natividad tiene una entrada llamativa: una puerta muy pequeña por la que sólo puedes entrar si te agachas, como diciendo que El Misterio de la Encarnación sólo se puede acoger si uno se hace como un niño.
Y de Belén, de nuevo a Nazaret, donde Jesús vivió la mayor parte de su vida en el anonimato más total, bajo la autoridad de sus padres.
Unos treinta años después, Jesús sale de su pueblo y comienza a enseñar y a curar entre la gente de Galilea, de Judea y de los alrededores. El Jordán es su punto de partida, donde recibe el bautismo de manos de Juan Bautista, y escucha la voz del Padre que le dice: Éste es mi hijo amado. Tras el bautismo, los lugares de la tentación: el monte de la cuarentena y el pináculo del templo, en Jerusalén.
Y, por fin, Cafarnaúm, donde, según Marcos, Jesús llama a sus primeros discípulos y comienza a enseñar con autoridad, a curar y a expulsar demonios. Allí tenía su casa, la casa de Pedro, de la que se conservan las ruinas en la antigua ciudad. Según Juan, es Caná el lugar donde Jesús comenzó sus signos, y allí nos traladamos también.
Y así subimos con Jesús a Jerusalén: las siete puertas de la ciudad, el monte de los olivos, la capilla del Dominus flevit, la Basílica de las Naciones, la iglesia del Padre Nuestro, la explanada del templo, el litóstrotos y la Basílica del Santo Sepulcro. Todo, como si hubiéramos subido con Él, como si hubiéramos estado allí, como si hubiéramos pisado el mismo suelo que pisó el Señor.
La gente escuchaba y miraba atenta e incluso entusiasmada. La voz corrió y el número de asistentes fue en aumento, de tal manera que ayer estuvimos más de cien, porque se nos unieron hermanos y hermanas de Deifontes, entre los que se encontraba el vicario de los Montes Orientales, Francisco Javier.
A pesar del grupo tan numeroso, hay un clima de mucha familiaridad, cercanía y simpatía. Pasamos una horas divertidas, dentro de la "seriedad" del estudio que nos ocupa. Pero en la Palabra de Dios hay también mucho humor, y mi intento es que ninguno de los que escuchan se "desenganche", o se pierda porque no entiende, o se duerma de puro aburrimiento. Por eso procuro que en mis cursos la gente se lo pase bien. El humor no está reñido con la profundidad y el respeto a lo sagrado. Incluso hay alguna alumna de mis cursos de Madrid que me dice que viene a los cursos por "el buen rato que pasa, y lo que se ríe"... ¡Bienvenida sea, sea cual sea la motivación! El caso es que, estando allí, puede que alguna Palabra la alcance y la ayude a vivir.
Me he quedado admirado de la vitalidad y el poder de captación de público de Conchi, esta persona maravillosa que llega profundamente a la gente sencilla y transmite la "palabra" de forma amena y sencilla. ¿De dónde saca fuerza y tiempo para llevar a cabo diariamente tanta labor y además mantener un blog actualizado como información diaria como es ahora lo está haciendo en Benalúa de las Villas? Gracias Conchi. Aunque aún nos queda el día de clausura, ten por seguro que dejas "huella" en nuestro pueblo. Y gracias a Lidia que sirve de correa de transmisión para traer a su pueblo la "semilla", que seguro que dará fruto. Gracias a las dos y también a José Luis nuestro párroco que nos ha proporcionado esta oportunidad del curso de "introducción a la Biblia". Enrique
ResponderEliminarAl fin me he abierto una una nueva cuenta para poder comentar y aprovecho para ratificarme en lo dicho en mi anterior comentario y al mismo tiempo decirte, a tí Conchi, que he dado un repaso a tu blog y a tus comentarios y a partir de ahora lo seguiré diariamene. Es un documento vivo así como la página web en todo su contenido. He encontrado una nueva fuente que utilizaré para mí y para mi grupo parroquial. Adelante con toda tu fuerza. Y de mi pueblo ha salido una nueva raiz que seguro que es Lidia. En Benalúa de las Villas debemos sentirnos orgullosos de este curso y de tener a Lidia. Saludos: Enrique
ResponderEliminarGracias, Enrique, por tus palabras de aliento tan amables. Ha sido un placer, y una gracia de Dios, tener la oportunidad de animar este curso en vuestro pueblo. Sí, una oportunidad de conocer a gente estupenda y de contribuir a que conozcan un poquillo más la Palabra de Dios, mientras yo disfruto "contándola".
ResponderEliminar¿De dónde saco fuerza? Ya visteis el viernes que mi fuerza es muy limitada... Pero así, con las que tengo y mientras el cuerpo aguante, hago lo que puedo para que el Dios de Jesús sea conocido.
Tampoco yo voy a olvidar la experiencia de esta semana. Y también yo he aprendido mucho y me he visto fortalecida y edificada por todas y todos los que han estado presentes en el curso.
Un abrazo