Tú eres mi Tú de siempre,
mi profundo Amigo más temprano,
Aquel al que recuerda mi entraña
mirándome por dentro,
conociéndome por dentro,
amándome por dentro,
desde niña.
El que me hablaba, desde niña,
como si no fuera una niña,
como si fuera un yo eterno y crecido,
capaz de decir, con solidez madura:
"Aquí estoy, aquí me tienes.
Yo también te amo".
Es extraño,
pero Tú eres mi Tú de siempre,
Dios que sustentas mi existencia.
Tu Presencia se me dio a conocer
cuando fui arrebatada
al lugar de tu ternura.
Es preciso ser niños de nuevo,
para que tú nos alcances,
sin defensas ni contenciones,
en el silencio asombrado
de un encuentro.
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Precioso. Gracias, Conchi
ResponderEliminarDe nada. ¡Gracias a ti!
ResponderEliminarCreo que anoche soñé contigo :D
Un beso