Lectio divina de Marcos 16,1-8
16 1Pasado
el sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron perfumes
para ir a embalsamar a Jesús. 2El
primer día de la semana, muy de madrugada, a la salida del sol, fueron al sepulcro. 3Iban
comentando:
- ¿Quién nos correrá la losa de la entrada del
sepulcro?
4Pero,
al mirar, observaron que la losa había sido ya corrida, y eso que era muy
grande. 5Cuando entraron
en el sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica
blanca. Ellas se quedaron completamente desconcertadas. 6Pero el
joven les dijo:
- No os asustéis. ¿Buscáis a Jesús el Nazareno, el
crucificado? Ha resucitado; no está aquí. Mirad el lugar donde lo pusieron. 7Y
ahora, marchaos. Id a decir a sus discípulos y a Pedro: “El va delante de vosotros
a Galilea; allí lo veréis, como os había dicho”.
8Ellas
salieron huyendo del sepulcro, del susto y el temblor que les entró, y no
dijeron nada a nadie por el miedo que tenían.
CUANDO LEAS
Los misterios de
la Pascua de Jesús, centrados en su resurrección, constituyen el centro y el
nervio de la fe cristiana. Todos los evangelios terminan con el relato de los
acontecimientos pascuales, si bien su
forma de narrarlos es distinta. En Marcos encontramos, como primer
evangelio que es, el relato de Pascua
más antiguo de todo el Nuevo Testamento, escrito alrededor de 35-40 años
después de los sucesos. Es cierto que San Pablo, que escribe una década antes,
se refiere a la resurrección de Jesús, pero no es un relato: la primera
narración de Pascua procede del evangelio de Marcos. Pero no hay ningún escrito
o tradición neotestamentaria, que no tenga como fundamento la fe pascual: todos
desde Pablo al Apocalipsis fueron redactados a la luz de Pascua. “La creencia
en la Resurrección, que germinó después del Viernes santo, ejerció una
influencia difícil de precisar y extraordinariamente creativa”
El relato de Marcos sorprende por:
*Ser
muy breve, sólo ocho versículos, frente a Mateo con veinte, Lucas con
cincuenta y tres y Juan con cincuenta y seis, divididos en dos capítulos.
* NO referir aparición
alguna de Jesús resucitado. Los otros evangelios, SÍ.
* Concluir de
forma abrupta, que los evangelistas posteriores reformarán.
* El
importante papel que juegan las mujeres
*
PERSONAJES: las mujeres, y el joven (ángel)
del sepulcro, y, en cierto modo, el sepulcro vacío.
*
Mujeres: Ellas determinan la unidad del relato, son sujeto de numerosas acciones: salen a comprar aromas, van
al sepulcro, reflexionan por el camino, constatan que la piedra ha sido
corrida, entran en el sepulcro, tienen miedo, escuchan al joven, salen, huyen,
se callan: pierden su capacidad de actuar.
Marcos
presta a las mujeres una atención
particular en su relato, atención que
se materializa en el conjunto de escenas de las que son protagonistas, seis en
total: tres en la primera parte en
la que están identificadas por sus acciones, enfermedad, etc. no por su nombre,
y tres
en la segunda, en la que sí reciben
nombre: Mª Magdalena, Mª la de Cleofás, Mª la madre de Santiago el Menor y
de José, Salomé. Y la mujer de Betania
que unge a Jesús será recordada precisamente por esa acción y así constará siempre.
La
identificación de personajes es peculiar en Marcos. Hasta el cap. 8 el único
“personaje secundario positivo” que identifica por su nombre es Jairo ¿en razón
de su importancia social?, mientras en
los episodios de Jerusalén identifica a todos: Bartimeo, Simón el Leproso,
Simón el Cirineo, José de Arimatea y las mujeres como hemos visto. Con la
identificación de estos personajes, Marcos enfatiza
el que la gente adquiere su total
identidad en actos de servicio.
*
Joven (ángel) del sepulcro: La
presencia del mensajero celestial y su anuncio será una segunda sorpresa, la
primera fue la piedra corrida. Se trata de una teofanía según el modelo de las
teofanías del Antiguo Testamento, y, como en aquellas, el encuentro con la
manifestación de lo divino, suscita
temor, asombro, miedo. Las mujeres iban preparadas para llorar al amigo
y maestro muerto, no para escuchar que Dios ha intervenido y ha resucitado al
crucificado. De ahí su desorientación, su incomprensión invencible. Frente a
esta actitud de las mujeres está la confianza del Dios del Resucitado que pone
en sus manos, precisamente, su mensaje y su promesa: "Ahora id a decir a sus discípulos
y a Pedro … a Galilea… lo verán, como él les dijo”.
*
El sepulcro vacío. El relato sobre
el sepulcro abierto y vacío, es el único relato de Pascua compartido por los
tres sinópticos. En Marcos tenemos la narración que unifica las tradiciones
previas e independientes del sepulcro vacío procedentes de Jerusalén, y las
apariciones de Jesús procedentes de Jerusalén. El hallazgo del sepulcro vacío
no funda la fe en la Resurrección de Jesús, ya que, por sí mismo, tiene un valor
ambiguo.
CUANDO MEDITES
*Actualiza
dentro de ti: Únicamente la acogida atenta y continua en nuestro
interior de la Palabra, leída y releída,
puede conseguir la conversión del corazón. El contacto personal con la
Palabra no puede ser sustituido por ningún comentario, aunque éstos ayuden a la
comprensión del texto y faciliten su entendimiento.
* La
conversión al Dios que resucitó al Crucificado fracasado, nos exige un
compromiso a favor de nuestros semejantes en la medida en que sea posible. Sin
este compromiso ¿cómo puede ser creíble nuestro discurso sobre la resurrección de Jesús.
*
Volver a Galilea. Galilea es el lugar
donde comenzó Jesús el camino de la Buena Noticia que culminó en Jerusalén. Nuestro Galilea significa hacer
nuestro su camino, o, ¿acaso me despisté en el camino y por eso no hay
encuentro con el Resucitado?
*Comprender y
vivir el misterio de vida y muerte de Jesús NO es posible si no estamos
abiertos a la fraternidad y al servicio, porque la relación sencilla con la
gente, los gestos de fraternidad y el clima de servicio, son lugares
especialmente adecuados para captar el asombro de la Pascua de Jesús.
CUANDO ORES
* Da gracias
por la resurrección de Jesús, porque desvela la intervención amorosa de un Dios
que se sitúa más allá de la muerte, en la vida; la resurrección anuncia que “el
amor es más fuerte que la muerte”.
* Da gracias
por tu propia resurrección porque es promesa y esperanza.
* Tratemos de
aprender de Jesús, crucificado y resucitado, a abandonarnos más allá de
nuestras fuerzas en los brazos de un Dios con rostro de Padre, un “Dios que es
siempre amor otorgado… desde la lógica del exceso y del don”.
ORACIÓN: Salmo 139, 1-14
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Autora: Trinidad Brunet, equipo de Lectio Divina de la UPComillas
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