Me asomo, aunque sean sólo unos minutitos, a mi abandonado blog, y me viene a la memoria una de las famosas rimas de Bécquer: "Del salón, en el ángulo oscuro / de su dueño, tal vez olvidada / silenciosa y cubiera de polvo..." Silencioso está mi blog y abandonado, no por olvido, sino por pura falta de tiempo para visitarlo y de quietud para plasmar la vida en palabras. Dentro de quince minutos bendeciremos la nueva capilla que hemos diseñado entre Lidia y yo, con el visto bueno de nuestra pequeña comunidad y de Virginia, la superiora delegada: pintura, muebles, lámparas, cortinas, focos, sagrario, una imagen de Cristo Crucificado muy inspiradora... ¡Cuántos paseos y cuántas horas empleadas con el único objetivo de crear un espacio en el que se pueda orar en comunidad y que se pueda ofrecer a otros para orar! La capilla aún no está terminada, pero las hermanas estaban impacientes por bendecir el lugar. Hace catorce años que estamos en Toledo y hasta ahora nuestras capillas han sido espacios casi improvisados, ubicados en alguna habitación de la casa no demasiado espaciosa y sin un mobiliario adecuado. No era sitio para invitar a orar a otros, entre otras cosas, porque el sitio era demasiado reducido.
Hoy bendecimos este espacio de oración con la alegría y el deseo de que no sea sólo para nosotras, sino de que sea un espacio abierto en el que otros puedan encontrarse con Dios.
Me gusta las capillas sencillas, limpias, luminosas, preciosas... denotan que los importantes son Jesús y los que oran y celebran en ella, ayudados por ese ambiente. Por las fotos, me parece que ese es vuestro caso; por lo que os conozco, no solo me lo parece, sé que es así.
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Me gusta las capillas sencillas, limpias, luminosas, preciosas... denotan que los importantes son Jesús y los que oran y celebran en ella, ayudados por ese ambiente.
ResponderEliminarPor las fotos, me parece que ese es vuestro caso; por lo que os conozco, no solo me lo parece, sé que es así.