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lunes, 1 de marzo de 2010

Déjame ver toda tu bondad

Cuando Elías llegó al Horeb, tras caminar cuarenta días y cuarenta noches por el desierto, entró en una cueva, como en otro tiempo hiciera Moisés para aguardar a Yahveh (1) , y se quedó dormido.
Entonces Elías soñó que todo el pueblo de Israel, en el monte Carmelo, aclamaba, con voz unánime:
- Elías, ¡la voz de tu Dios es potente,
la voz de tu Dios es magnífica!
¡La voz de tu Dios lanza llamas de fuego,
la voz de tu Dios sacude el desierto!
¡El Señor, sobre las aguas torrenciales! (2)
¡Delante de Él avanza fuego,
abrasando en torno a tus enemigos! (3)Tu Dios es el Único, el Omnipotente.
¡Nadie se le puede comparar!
¡Yahveh, Él es Dios! (4)
El estrépito de voces se entremezclaba, en su sueño, con el ruido de un huracán tan violento que quebraba las rocas del Horeb (5).
Elías, sobresaltado, se puso en pie y salió a la entrada de la cueva, pero Dios no estaba en el huracán.
Después del huracán, hubo un terremoto, pero Dios no estaba en el terremoto.
Y, tras el terremoto, vino un fuego devastador. Pero, en el fuego, no estaba Dios.
Se entristeció Elías de que Dios no viniera a él en el fuego, en la tormenta o en el terremoto, como, en el pasado, se había manifestado a Moisés (6) . Pero, al instante, Elías escuchó en su corazón la voz de un silencio semejante a un soplo, se estremeció y se cubrió el rostro en presencia del Dios que, allí mismo, también se había revelado a Moisés como el Misericordioso, El lleno de amor y fidelidad (7).
-Así soy contigo,-creyó escuchar Elías en el susurro de aquella voz,-
el que te alimenta y te da de beber en el torrente,
el que te da cuanto tiene en la persona de una viuda pobre,
el que escucha tu clamor y da vida a un niño a través de tu cálido abrazo,
el que manda la lluvia a justos e injustos, preparando la cosecha para la siega,
el que te alienta en tu desierto y te da fuerza para que sigas tu camino hasta el final,
el que se fija en la suerte de los pobres y no deja impune el crimen de los poderosos.

Se le cayeron, entonces, a Elías, todas sus imágenes preconcebidas sobre Dios, y se atrevió a suplicar, como también en otro tiempo hiciera Moisés:
-Hasta ahora te conocía sólo de oídas. Ahora, muéstrame tu Rostro, Señor, y déjame ver toda tu bondad, para que sea, a partir de ahora, el humilde profeta de tu misericordia (8).
___________________________

(1) Éx 33,22.
(2) Sal 29,4.5.8.3c
(3) Sal 97,3
(4) 1 Re 18,39
(5) 1 Re 19.
(6) Éx 19,16-19
(7) Éx 34,6. En las palabras de Dios, encontramos referencias a 1 Re 17,2-7; 8-16; 20-22; 18,41-45; Mt 5,45; 1 Re 19,5-8; 1 Re 21.
(8) Cf. Job 42,5; Sal 27,8-9; Éx 33,18-19

4 comentarios:

  1. Shalom!

    ¿Un midrash sacado de tu imaginación?

    Te recuerdo lo de los apuntes.

    Mónica

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  2. Un midrash sacado de la lectura del ciclo de Elías (1 Re 17-19.21; 2 Re 1-2), de la lectura de un comentario bíblico en torno a esos capítulos, de los paralelos con textos del Éxodo, y de la oración con los textos.

    El Dios de Elías es "rompedor" de imágenes equivocadas sobre Él. Es el Dador de Vida. Y he recreado ese episodio del Horeb como si yo estuviera allí, como si yo fuera Elías.

    Sí, me acuerdo de los apuntes. Tengo cuatro por enviarte. Pero necesitan un arreglillo.

    Un abrazo
    Conchi

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  3. Querida Conchi; ha dado la casualidad que este párrafo lo meditamos en el retiro mensual que el grupo de oración de Taizé de Madrid, hicimos al comienzo de la Cuaresma y aún sigo reflexionando si, como Elías, uno busca un Dios a su medida y en ocasiones portentoso, sin darse cuenta que se encuentra en el suave soplo de la brisa...

    Por otro lado, me he acordado de ti porque he encontrado un artículo de Gemma Martínez Ocaña que me ha gustado mucho; no sé si lo habrás leído; te paso el link: http://www.redescristianas.net/2010/03/08/sonando-un-futuro-nuevo-para-la-mujer-en-la-iglesiaemma-martinez-ocana/

    ¿Qué tal está tu padre?

    Recibe un abrazo

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  4. Querido Víctor:

    Gracias por el vínculo de Emma. No lo había leído. Acabo de hacerlo ahora. Es la soñadora Emma en estado puro... Aunque esta mujer, más que "soñar", que también, lo que hace es "actuar". Actuar para que se vaya haciendo realidad esa Iglesia de Jesús en la que cree. Actuar y hablar tan claro que le ha costado alguna "expulsión" de algún que otro círculo teológico patriarcal. Y no sólo, sino también el rechazo de mujeres "patriarcales", que también las hay aunque parezca un contrasentido.
    No podías recomendarme mejores palabras que las de Emma para el día de la mujer.

    En cuanto a tu retiro, ya he leído en tu blog que te dejó con más de una pregunta... Pero tú mismo encuentras la respuesta, no desde la teología, sino desde las experiencias de amor sin medida que ofrece la vida, como la experiencia de la protagonista de Bailando en la oscuridad (No he visto esa película pero, por lo que dices, parece que esa mujer tiene los mismos rasgos que la protagonista de Rompiendo las olas: heroica en el amor, en medio de una historia conmovedora y brutal).

    En cuanto a mi padre, por teléfono le noto asustado y muy vulnerable. También está un poco "quejumbroso". Necesita mimos y presencia.
    Gracias.

    Un abrazo y feliz día

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