Ayer murió un hombre que posiblemente creyó que su sacrificio serviría para algo. Se le ha ido la vida a lo largo de 85 días de hambre y protesta, y el régimen dictatorial de los hermanos Castro lo ha dejado morir. Un molesto disidente menos.
Todos, unánimemente (antes o después...), han condenado el crimen que ha supuesto, no sólo dejar morir a este hombre, sino poner a personas inocentes en la situación de tener que jugarse la vida para recuperar su ansiada libertad perdida y la de su pueblo. La muerte de Zapata ha sido un grito que se ha escuchado en el mundo entero reclamando libertad, dignidad y justicia. Sólo quien ha escuchado a testigos de primera mano sabe algo de cómo se vive en Cuba.
El silencio cobarde e interesado de algunos ha sido patético y deplorable. La voz de la ideología ha sido mayor que la voz de la propia conciencia, y la palabrería vacía ha acallado la denuncia justa que la muerte de un inocente merecía. El grito silencioso de Zapata nos ha despertado, y esperemos que sirva para que todos los países democráticos tomen medidas para mediar un futuro diferente para los cubanos.
Zapata ha muerto libre. Que su vida y su muerte siembren libertad para sus hermanos. En memoria, le dedicamos un canto que grabamos, muy caseramente, sin ensayo previo y con el ruido de fondo de mi madre en la cocina, un día de enero. Cantamos mi siamesa y yo.
Gracias, Conchi, por mantenernos despierta la conciencia. Tu post de hoy es un grito por la libertad, no esa libertad meramente activista sino la de verdad, la que libera al hombre de sus ataduras externas e internas.
ResponderEliminarUn abrazo, buen fin de semana y, me sigo acordando de tu padre: espero que siga recuperándose.
Siento mucho darte el trabajillo del arreglo del video.
ResponderEliminarPreciosas palabras para este hombre que murió así, tan en silencio, por una causa tan justa como urgente: la libertad para su gente y para su país.
(Arréglalo luego en facebook, sustituye el enlace)
Un beso.
Nada, hermosa, no te preocupes. Anoche estuve hasta las tantas intentando que no se te viera ni un pelo pero se me coló un poquillo de tu cabellera y tu rostro, idéntico al de tu padre, jeje.
ResponderEliminarNo sé por qué te preocupas. Nadie te hubiera conocido con ese pelo tan "relamío" que tenías. Pero, sí, sí, ya entiendo. Respeto tu intimidad.
¿Has oído las cazuelas de tu madre? Ay, la proxíma vez tenemos que buscar un estudio de grabación más insonorizado...
Un beso
Víctor, mi padre ha vuelto (parece) a su vida normal, aunque está un poco asustadillo.
ResponderEliminarGracias por el recuerdo.
Feliz fin de semana.
Las imágenes que has elegido hablan mucho más que las nuestras.
ResponderEliminarY sí, él próximo intento tendrá que ser en una sala insonorizada y ¡con llave!
Muy logrado.
Pero lo importante: Ese homenaje a todas las voces que no cantan, por temor o porque ha sido silenciadas para siempre.
Precioso, realmente. Precioso y doloroso, porque la muerte de este hombre es un horror, una de las tantas injusticias que se cometen en este mundo nuestro tan loco y descabellado. Un grito de LIBERTAD que en Cuba silencian rápidamente, mejor que el pueblo esté calladito...
ResponderEliminarGracias Conchi por este post, por la canción y la imagen (aquí incluyo a tu siamesa), por el mensaje todo. Es una pena que no grabéis juntas más cosas (y las compartáis, claro).
No dejes de "despertarnos" (como dice Víctor) para que, de alguna forma, levantemos la voz de la justicia. Saludos.
Gracias, mi querida Mª Luisa.
ResponderEliminarPoner aquí unas palabras se me antoja muy poca cosa, casi insignificante. Pero, aunque sea un recuerdo diminuto, he querido traerlo.
Realmente, si mencionáramos todas las injusticias e inhumanidades de nuestro mundo, no bastarían los millones de sitios del ciberespacio...
Pero ahora la muerte de Orlando está generando un valiente movimiento de lucha silenciosa. Su final no ha provocado miedo, sino esperanza y coraje en muchos. Realmente su muerte no ha sido inútil.
Un beso.
Nos veremos pronto. :)
Me alegra mucho el que te hayas acordado de este chico que parece ser antes de morir fue torturado. Un "profeta" de la libertad en su país. Pero me parece escandaloso que nuestro gobierno no haya realmente condenado este asesinato. Estamos gobernados por unos ineptos que nos están llevando a la ruina económica, son amigos de dictadores que tienen las manos manchadas de sangre, ejercen de Faraón y Herodes asesinando niños... y mientras tanto ¿qué hacemos los españoles? Pues nada hablar de fútbol, la Pantoja, la Esteban... ¡Mira que son listos estos del Gobierno!
ResponderEliminarMónica
¡Mira que son listos ellos y mira que son ciegos a más no poder quienes les siguen apoyando incondicionalmente, aunque esto parezca una nave a la deriva...!
ResponderEliminarPero te equivocas en una cosa: el gobierno sí ha condenado este asesinato... AUNQUE SÓLO CUANDO HA VISTO QUE OBAMA LO HA HECHO.
No voy a hablar de política pero... realmente ninguna nación merece un gobierno semejante.
Un beso
Ah, una palabra sobre los comentarios:
ResponderEliminarEstos no se publican INMEDIATAMENTE porque he decidido moderarlos antes de su publicación, a raíz del post: "hormigón católico", al que después le cambié el nombre por el de "la invisible obra de la gracia".
La razón es que algunos conocidos se molestaron mucho con ese post y se dedicaron a insultar a sus anchas detrás de un anónimo. Como eso no tenía fin, decidí incluir esta moderación, que no me gusta, pero que es necesaria, dada la circunstancia.
Evidentemente, no me molesta que una persona se oculte tras un anónimo, si así lo desea, y que manifieste sus opiniones contrarias a las mías.
Pero el insulto anónimo no tiene lugar aquí.
Sólo esa aclaración.
Un beso
Pues sí Conchi, tienes razón el Gobierno lo ha condenado. He de reconocer que mi olvido fue intencionado pero la verdad es que tenemos un Gobierno tan contradictorio (cada vez los trago menos) Por una parte condenan este asesinato y por otra son "amiguitos" del régimen castrista.
ResponderEliminarUn beso,
Mónica