martes, 2 de febrero de 2010

Rema mar adentro

Lectura orante de Lucas 5, 1-11

La gente se agolpaba junto a él para escuchar la palabra de Dios, mientras él estaba a la orilla del lago de Genesaret. Vio dos barcas junto a la orilla, pues los pescadores se habían bajado y
estaban lavando las redes. Subiendo a una de las barcas, la de Simón, le pidió que se apartase un poco de tierra. Se sentó y se puso a enseñar a la gente desde la barca. Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
-Boga lago adentro y echa las redes para pescar.
Le replicó Simón:
-Maestro, hemos bregado toda la noche sin cobrar nada; pero ya que lo dices, echaré las redes».
Lo hicieron, y capturaron tal cantidad de peces, que reventaban las redes. Hicieron señas a sus socios de la otra barca para que fueran a echarles una mano. Llegaron y llenaron las dos barcas que casi se hundían. Al ver esto Simón Pedro, cayó a los pies de Jesús y dijo:
-Apártate de mí, Señor, que soy un pecador. Pues el estupor se había apoderado de él y de todos sus compañeros por la cantidad de peces que habían pescado. Lo mismo sucedía a Juan y a Santiago, que eran socios de Simón. Jesús dijo a Simón:
-No temas, en adelante pescarás hombres.
Entonces, atracando las barcas a tierra, lo dejaron todo y lo siguieron.


CUANDO LEAS

- Llamada a la misión. Hasta este momento, en el relato de Lucas, Jesús actuaba solo por el territorio de Galilea. Ahora Jesús llama algunos colaboradores de su tarea. En los versículos que contemplamos hoy, Jesús escoge a tres. Más tarde (en el 27-28) llamará a Leví y en el cap. siguiente (6, 12-16) nombrará a los Doce.

- Para atender a la multitud. Esta primera llamada tiene como horizonte a la multitud a la que Jesús enseña "la palabra de Dios". Jesús de pie apretujado por la gente; Jesús sentado enseñando.

- En la sorpresa y en el fruto. El relato teológico de la llamada se sirve de la narración realista de una pesca que llenará de estupor a los pescadores.
Pedro será el personaje fundamental: de pescador a "pescador de hombres" (pescar será imagen del apostolado, como más tarde lo será la imagen del pastor).


CUANDO MEDITES

Podemos hacer la petición que indica San Ignacio en los Ejercicios: "Conocimiento interno del Señor que, por mí... para que más le ame y le siga" (EE. nº 104).
Entre las diversas formas de hacer vivo el texto que nos ocupa, San Ignacio privilegia la contemplación. San Ignacio en los Ejercicios nos invita a hacernos presentes a la escena como si presente me hallase. Y así ver lo que hacen las personas, escuchar lo que dicen... Y, reflectir sacando algún provecho.
Saborear los matices; en los detalles encontramos a Dios. Supone una actitud de atención y paciencia. Contemplación: "... la advertencia amorosa simple y sencilla, como quien abre los ojos con advertencia de amor" (San Juan de la Cruz).

Ver a Pedro cómo ha de experimentar su fracaso humano y su fruto al obedecer a Jesús. Cae en la cuenta de su condición de pecador al contacto con Jesús (como Is 6,5). Pero la llamada del Señor le reconcilia.
Verme en la escena, asombrado del gentío que rodea a Jesús. Necesitado de su enseñanza, necesitado de la palabra de Dios. Observar cómo Jesús necesita instrumentos: primero las barcas, después a los pecadores, a Pedro.
Saber y gustar la llamada de Jesús que ahora se dirige a mí y me invita: "boga lago adentro..., echa la red...". Tomar conciencia de mis resistencias, de mis temores, de mi sentirme pecador y así poder escuchar: "No temas... pescarás hombres". Confianza radical.


CUANDO ORES

- Agradecimiento. Agradecer ser instrumento, esta dimensión tan honda de mi vida cristiana: me voy haciendo discípulo del Señor en la misma medida en la que soy enviado por El (por la Iglesia, por la Comunidad). Renovar la confianza y el abandono en su manos.
- Orar por la multitud. Imágenes de la TV, de los periódicos. Violencia, inhumanidad, las víctimas... La PAZ. 
(Equipo de lectio divina de la Universidad Pontificia Comillas)

7 comentarios:

Víctor M. Fdez. dijo...

Estimada Conchi. Gracias por este texto. Alguna vez he reflexionado el tema de "la llamada" y actualmente, le doy vueltas a si pudiera darse, en mi caso, la llamada "para algo concreto". Me asusta tanto la posibilidad de caer en un "activismo" (una especie de voluntariado activista, de "ONG", pero sin Dios) al extremo opuesto (una ascética personal sin proyección a los demás). Supongo que el equilibrio, lo marca el Señor...
Me ha resultado muy útil tu publicación como guión para la oración. Gracias y buen día.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por estas lectios!!! Me resultan de gran ayuda... Desde hace un tiempo tengo ahí una inquietud respecto al sentido de mi vida, mi misión en el mundo... me ha resultado de gran ayuda tu entrada hoy en el blog de cara a la oración. Muchas gracias, espero que sigas actualizandolo con frecuencia, después de este parón.
Gracias mil

Conchi pddm dijo...

No hay de qué, a los dos (Víctor y el/la anónimo-a). Gracias a vosotros por vuestros comentarios.

Las lectios completas sobre el evangelio de Lucas están publicadas en la página de la U.P. Comillas y en la de nuestra delegación (http://www.discipulasdm.org/), por si las queréis bajar todas en formato word.
He decidido colgarlas aquí para que tengan otro canal de difusión.

Desde hace cuatro años formo parte de ese grupo. El material que, semanalmente, vamos preparando entre todos luego se envía a muchos grupos parroquiales. Pensamos que puede resultar de ayuda para un momento de oración personal o grupal.

Víctor, te acompañaré con la oración para que esa llamada que sientes se vaya perfilando más claramente, con el tiempo. Seguramente que será asi. Lo del "activismo"... es un peligro, por inconsciencia, que nos asalta a todos. Y más que la ascética, es la mística la que puede frenar nuestro ritmo de vértigo y empapar lo que hacemos de Aquel por quien lo hacemos.
Y, para ello, espacios para que Dios pueda abrir "brecha" en nuestro muro y entrar.

Aunque a lo mejor ya lo haces, ¿no te vendrían bien unos cursos de oración como, por ejemplo, los de Emma Martínez? :)

Saludos y feliz día

Anónimo dijo...

El texto "fantástico", Conchi. Y la llamada a seguir, más fantástica todavía.
Te invito a visitar mi web: www.jardindelalma.com
Un saludo.

Conchi pddm dijo...

Hola, Ángel y Aurora:

Veo que vuestra web ofrece muchos recursos pastorales. Cuando tenga tiempo, me daré un paseo.
¡Gracias por la invitación!

ada dijo...

QUERIDA CONCHI ME GUSTARIA CREER TENER FE NO LA TENGO LASTIMOSAMENTE UN DIA ESTUVE A PUNTO DE DEDICARME A SERVIR A DIOS PERO ALGO PASO Y ACÁ ESTOY AGNÓSTICA UN SALUDO ADA

Conchi pddm dijo...

Querida Ada:

Me gustaría conocerte.
Me alegra que te hayas pasado por el blog y que te hayas atrevido a dejar escrito tu sentimiento: "me gustaría creer, tener fe, no la tengo..."
En seguida he recordado a una mujer que a mí me ha causado una gran impresión: Madeleine Delbrel.
Ella se proclamaba atea: "¡Dios ha muerto!¡Viva la muerte!"

Pasó una etapa de su vida en la que simplemente buscaba el sentido de estar aquí. Ni siquiera buscaba a Dios. Sólo dice que "en aquel momento habría dado todo el universo por saber lo que yo pintaba en él".
Tenía novio, un brillante ingeniero con el que planeaba casarse. Y un día, inesperadamente, ese novio se marchó para ser dominico. No volvieron a verse. Pero ella quedó sacudida por el hecho de que ese Dios que para ella estaba muerto estuviera tan vivo para la persona que ella había amado.
Entonces comenzó a preguntarse: "¿Estás bien segura de lo que quiere decir no existe? ¿Estás bien segura de lo que quiere decir existe? ¿Cómo se confirma la inexistencia de un Dios?" Y comenzó a plantearse la hipótesis: "¿Existirá Dios?"

Para responder a esta pregunta no acudió a libros de filosofía, ni de teología, ni a testigos... Decidió orar. Con muchas reticencias, dada su mente racionalista. Pero se puso a orar. "A los veinte años, una conversión violenta siguió a una razonable búsqueda de Dios", dice ella misma.
La vida de esta mujer fue hermosa. Lo que te cuento está en un pequeño librito de Jacques Loew, publicado en Sal Terrae: Vivir el evangelio con Madeleine Delbrel.

Si deseas tener fe, es un primer paso hacia la fe.
¡Ojalá que el Señor te la despierte! Oraremos por ti en mi comunidad, y espero que también lo hagan quienes puedan leer tus palabras en este blog.

Un abrazo