jueves, 18 de abril de 2013

Yo soy el Buen Pastor

Lectura orante de Juan 10,1-18.27-30

1 «En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador; 2 pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. 3 A éste le abre el portero, y las ovejas escuchan su voz; y a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera. 4 Cuando ha sacado todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
5 Pero no seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.»
6 Jesús les dijo esta parábola, pero ellos no comprendieron lo que les hablaba.
7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon. 9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto. 10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.
11 Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. 12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, 13 porque es asalariado y no le importan nada las ovejas.
14 Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, 15 como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas.
16 También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor.
17 Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo.
18 Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.»

27 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.
28 Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. 29 El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno

CUANDO LEAS

El capítulo 10 de Juan está dedicado a la figura de Jesús, buen pastor. Se puede dividir en cuatro partes: un discurso alegórico sobre el pastor y la puerta (vv.1-21); el testimonio de Je´sus como buen pastor en relación al Padre (vv. 22-31); una controversia sobre Jesús, hijo de Dios (vv.32-39) y un sumario conclusivo (vv. 40-42).
La segunda parte (10,22-31) a la que pertenece el evangelio del domingo IV de Pascua está ambientada en la fiesta de la Dedicación del Templo (Hanukkah, en hebreo), en la que los judíos recuerdan la nueva consagración del altar y del templo profanados por el ejército seleúcida entre los años 167 y 164 aC. A la reticente pregunta de los judíos, Jesús responde indirectamente, remitiendo al testimonio de sus obras y afirmando que su verdadera identidad solo puede ser conocida por aquellos que están abiertos a la fe. Así pues, sin mencionar en ningún momento la palabra Mesías, Jesús se identifica como tal, pero no en el sentido que ellos lo entienden sino en cuanto Hijo de Dios.
El v. 27 es un resumen de los vv.3-4 y 14 del precedente discurso alegórico, aplicado a los creyentes. Se insiste en la actitud de las ovejas (los fieles) en relación con Jesús y la disposición del pastor a favor de las ovejas. También el v. 28 retoma la imagen del ladrón que va al rebaño solo para robar, matar y destruir (v.10) y del lobo que hace presa de las ovejas aprovechando el descuido del asalariado (vv. 12-13). Quien pone su fe en Jesús encontrará una seguridad absoluta que ninguna otra protección humana es capaz de ofrecer. En el v. 29 contemplamos al Padre en relación con las ovejas y con Jesús. Ellas son el regalo de Dios a su Hijo. El mismo Padre las mantiene seguras en su mano invencible, como Jesús. Y esto porque “yo y el Padre somos uno” (v.30).
El contexto siguiente muestra cómo los oyentes comprendieron que Jesús hablaba de su divinidad, lo cual para ellos era una blasfemia. Por eso, intentaban lapidarlo.
(Nuria Calduch Benages, Misa Dominical 2013 / 06)

CUANDO MEDITES

1. Cuando Jesús se compara con “el Pastor bueno”, recoge una imagen que ya estaba presente en los profetas de Israel. En Ez 34,1-16 aparecen los rasgos de Dios como pastor de su pueblo.
1 La palabra de Yahveh me fue dirigida en estos términos: 2 Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel, profetiza. Dirás a los pastores: Así dice el Señor Yahveh: ¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar el rebaño?
3 Vosotros os habéis tomado la leche, os habéis vestido con la lana, habéis sacrificado las ovejas más pingües; no habéis apacentado el rebaño. 4 No habéis fortalecido a las ovejas débiles, no habéis cuidado a la enferma ni curado a la que estaba herida, no habéis tornado a la descarriada ni buscado a la perdida; sino que las habéis dominado con violencia y dureza. 5 Y ellas se han dispersado, por falta de pastor, y se han convertido en presa de todas las fieras del campo; andan dispersas. 6 Mi rebaño anda errante por todos los montes y altos collados; mi rebaño anda disperso por toda la superficie de la tierra, sin que nadie se ocupe de él ni salga en su busca.
7 Por eso, pastores, escuchad la palabra de Yahveh... 11aquí estoy yo; yo mismo cuidaré de mi rebaño y velaré por él. 12 Como un pastor vela por su rebaño cuando se encuentra en medio de sus ovejas dispersas, así velaré yo por mis ovejas. Las recobraré de todos los lugares donde se habían dispersado en día de nubes y brumas.
13 Las sacaré de en medio de los pueblos, las reuniré de los países, y las llevaré de nuevo a su suelo. Las pastorearé por los montes de Israel, por los barrancos y por todos los poblados de esta tierra.
14 Las apacentaré en buenos pastos, y su majada estará en los montes de la excelsa Israel. Allí reposarán en buena majada; y pacerán pingües pastos por los montes de Israel. 15 Yo mismo apacentaré mis ovejas y yo las llevaré a reposar, oráculo del Señor Yahveh. 16 Buscaré la oveja perdida, tornaré a la descarriada, curaré a la herida, confortaré a la enferma; pero a la que está gorda y robusta la exterminaré: las pastorearé con justicia.

¿Son éstas tus actitudes hacia las personas que se te han entregado para que las cuides, protejas, ayudes a crecer?

2. Observa las veces que aparece en el texto el verbo “escuchar”.
Escuchar” es el primer mandamiento de Israel, según Dt 6,4. Escuchar es obedecer, rendir la vida a la voluntad del Dios al que se ama y que nos ama. La expresión “escuchar la voz”, en Juan, recuerda el Cantar de los Cantares 5,2: “Yo dormía, pero mi corazón velaba. La voz de mi amor...”; Cant 2,8: “¡La voz de mi amado! He aquí que viene saltando por los montes...”.
La esposa conoce la voz de su esposo, la anhela y goza con ella. En Juan, el tema de la voz es recurrente:
  • Jn 3,29: El Bautista “se alegra mucho con la voz del novio”.
  • Jn 5,37: “Vosotros no habéis oído nunca su voz”.
  • Jn 18,38: “Todo el que es de la verdad, escucha mi voz”.
  • Y, al final del evangelio, María Magdalena es prototipo de la verdadera discípula a la que Jesús conoce, llama por su nombre, y ella lo conoce, lo escucha y lo sigue.
¿Te pones, cada día, a la escucha de la voz de Jesús para que Él y su evangelio guíen tu vida, o sigues voces de extraños? ¿Qué voz tira más de ti y arrastra tus actitudes y comportamientos?
………………………………..

Era invierno. Jesús andaba paseando por el pórtico de Salomón, una de las galerías al aire libre, que rodeaban la gran explanada del Templo. Este pórtico, en concreto, era un lugar muy frecuentado por la gente pues, al parecer, estaba protegido contra el viento por una muralla. Pronto, un grupo de judíos hacen corro alrededor de Jesús. El diálogo es tenso. Los judíos lo acosan con sus preguntas. Jesús les critica porque no aceptan su mensaje ni su actuación. En concreto, les dice: "Vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas". ¿Qué significa esta metáfora?
Jesús es muy claro: "Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco; ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna". Jesús no fuerza a nadie. Él solamente llama. La decisión de seguirle depende de cada uno de nosotros. Solo si le escuchamos y le seguimos, establecemos con Jesús esa relación que lleva a la vida eterna.
Nada hay tan decisivo para ser cristiano como tomar la decisión de vivir como seguidores de Jesús. El gran riesgo de los cristianos ha sido siempre pretender serlo, sin seguir a Jesús. De hecho, muchos de los que se han ido alejando de nuestras comunidades son personas a las que nadie ha ayudado a tomar la decisión de vivir siguiendo sus pasos.
Sin embargo, ésa es la primera decisión de un cristiano. La decisión que lo cambia todo, porque es comenzar a vivir de manera nueva la adhesión a Cristo y la pertenencia a la Iglesia: encontrar, por fin, el camino, la verdad, el sentido y la razón de la religión cristiana.
Y lo primero para tomar esa decisión es escuchar su llamada. Nadie se pone en camino tras los pasos de Jesús siguiendo su propia intuición o sus deseos de vivir un ideal. Comenzamos a seguirle cuando nos sentimos atraídos y llamados por Cristo. Por eso, la fe no consiste primordialmente en creer algo sobre Jesús sino en creerle a él.
Cuando falta el seguimiento a Jesús, cuidado y reafirmado una y otra vez en el propio corazón y en la comunidad creyente, nuestra fe corre el riesgo de quedar reducida a una aceptación de creencias, una práctica de obligaciones religiosas y una obediencia a la disciplina de la Iglesia.
Es fácil entonces instalarnos en la práctica religiosa, sin dejarnos cuestionar por las llamadas que Jesús nos hace desde el evangelio que escuchamos cada domingo. Jesús está dentro de esa religión, pero no nos arrastra tras sus pasos. Sin darnos cuenta, nos acostumbramos a vivir de manera rutinaria y repetitiva. Nos falta la creatividad, la renovación y la alegría de quienes viven esforzándose por seguir a Jesús.

(José Antonio Pagola)

CUANDO ORES

1. Oración: Entrar por ti…

Buen Pastor, dame escuchar tu voz todos los días,
que tu voz resuene en mí, como música de fondo,
todos mis instantes.

Dame conocerte como soy conocida.
Dame entrar en comunión contigo y con el Padre.
Dame poner mis pies sobre tus pisadas
de compasión y de amor.
Dame pertenecerte enteramente.

Dame ser una contigo, como Tú y el Padre sois uno.
Dame entrar en tu humanidad rebosante de divinidad.
Dame entrar en ti y contagiarme de tu modo de pensar,
sentir y amar.

Dame saber cuidar a quienes tú has puesto en mi vida.
Dame ser puerta y puente y camino
para que lleguen a ti,
y para que sean felices
con esa vida abundante que quieres regalar a todos.

Dame entrar en ti y por ti hacia la vida verdadera.

2. Oración: Lo que quiero ser

Quiero ser pastor que vele por los suyos;
árbol frondoso que dé sombra al cansado;
fuente donde beba el sediento.
Quiero ser canción que inunde los silencios;
libro que descubra horizontes remotos;
poema que deshiele un corazón frío;
papel donde se pueda escribir una historia.

Quiero ser risa en los espacios tristes,
y semilla que prende en el terreno yermo.
Ser carta de amor para el solitario,
y grito fuerte para el sordo…

Pastor, árbol o fuente,
canción, libro o poema…
Papel, risa, grito, carta, semilla…
Lo que tú quieras, lo que tú pidas,
lo que tú sueñes, Señor…
eso quiero ser.

(José Mª Rodríguez Olaizola, sj)

- Canto: El Señor es mi Pastor

El Señor es mi Pastor, con Él nada me falta,
en verdes praderas Él me hace recostar.

1. Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por sendero justo,
por el honor de su nombre.

2. Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo porque Tú, Tú vas conmigo,
tu vara y tu cayado
me sosiegan.

3. Preparas una mesa ante mí
enfrente de mis enemigos
me unges la cabeza con perfume
y mi copa rebosa.

4. Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida.
Y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.


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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Una vez leido todo es más fácil y hermoso quedar en silencio y esperar sea ÉL quien HABLE.
Gracias por la hermosa lectura, y oración PROPUESTAS.

Esperanza

Conchi pddm dijo...

Gracias a ti, Esperanza :D

Anónimo dijo...

Cada linea que he leido, alimenta mis conocimientos sobre cristo el Buen Pastor......ojala todos seamos las ovejas de Cristo...y tengamos la seguridad...y la vida eterna, que el nos ofrece...amen..