lunes, 17 de diciembre de 2012

Jesús en Jerusalén

Lectio divina de Marcos 11,1-20

11 1Cuando se acercaban a Jerusalén, a la altura de Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos,  Jesús envió a dos de sus discípulos  2con este encargo: “Id a la aldea de enfrente. Al entrar en ella, encontraréis en seguida un borrico atado, sobre el que nadie  ha montado todavía. Soltadlo y traedlo. 3Y si alguien os pregunta por qué lo hacéis, le decís que el Señor lo necesita y que en seguida lo devolverá”. 4Los discípulos fueron, encontraron un borrico atado junto a la puerta, fuera, en la calle, y lo soltaron. 5Alguno de los que estaban allí les preguntaron: ¿Por qué desatáis el borrico? 6 Los discípulos les contestaron como les había dicho Jesús, y ellos se lo permitieron. 

7 Llevaron el borrico, echaron encima sus mantos, y Jesús montó sobre él. 8 Muchos tendieron sus mantos por el camino y otros hacían lo mismo con ramas que cortaban en el campo. 9Los que iban delante y detrás gritaban: “¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!  10¡Bendito el reino que viene,  el de nuestro padre David! ¡Hosanna en las alturas!”. 11Cuando Jesús entró en Jerusalén, fue al templo y observó todo a su alrededor  pero,  como ya era tarde, se fue a Betania con los doce. 12 Al día siguiente, cuando salieron de Betania, Jesús sintió hambre. 13Al ver, de lejos, una higuera con hojas,  se acercó a ver si encontraba algo en ella. Pero no encontró más que hojas, pues no era tiempo de higos. 14Entonces le dijo: “Que nunca jamás coma nadie fruto de ti”.  Sus discípulos lo oyeron. 
15 Cuando llegaron a Jerusalén,  Jesús entró en el templo y comenzó a echar a los que vendían y compraban en él. Volcó las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían las palomas, 16y no consentía que nadie pasase por el templo llevando cosas. 17 Luego se puso a enseñar diciéndoles: “¿No está escrito: Mi casa será casa de oración para todos los pueblos? Vosotros, sin embargo, la habéis convertido en una cueva de ladrones”. 18Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley se enteraron y buscaban el modo de acabar con Jesús, porque lo temían, ya que toda la gente estaba asombrada de su enseñanza. 19 Cuando se hizo de noche, salieron fuera de la ciudad.

CUANDO LEAS

- Este relato se desarrolla entre el camino, Jerusalén y  el templo, objetivo y meta del camino. Las abundantes anotaciones de tiempo y espacio –una de las características de la escritura de Marcos-, permiten distinguir varias jornadas y la diversidad de actividades de Jesús. Lugares: el camino, la “entrada” a la ciudad, el templo. Actividades: encargo del borrico, entrada en la ciudad y en el templo al que observa y vuelta a Betania; nueva entrada en Jerusalén tras el episodio de la maldición de la higuera, y expulsión de vendedores y marchantes del templo.
- Con la entrada de Jesús en Jerusalén, no muy solemne en Marcos (11,1-11) al atardecer del primer día, y el relato de los   actos proféticos: maldición de una higuera y purificación del templo (11,12-19), del segundo día, Marcos comienza la narración de los sucesos de la última semana de la vida terrena de Jesús. Los sucesos de estos dos días ocupan nuestra lectura orante de hoy.  Marcos escribe su evangelio hacia el año 65/70, es decir,  unos cuarenta años después de los sucesos que narra. Como iremos viendo en jueves sucesivos,  los caps. 11-15 parecen formar “una deliberada base para una liturgia de Semana Santa” que va desde el Domingo de Ramos hasta el de Pascua, como una unidad sin cortes, y que probablemente ya era seguida en estos años en la iglesia de Roma. Son los recuerdos a los que volvían, sin duda, una y otra vez los cristianos de la segunda generación. El evangelio de Marcos es, como todos, “una combinación de historia recordada e historia interpretada”, y es también, el utilizado como material de base en la redacción de  sus respectivos evangelios por Mateo y Lucas con modificaciones varias. Este episodio es recogido por ambos.
- vv. 1-11: Primer día: entrada en Jerusalén. Rápida inspección en el templo (v.1-11).  Jesús, junto con los Doce, en la última jornada de la peregrinación a la Ciudad Santa, camina de Betania a Jerusalén y su templo, y regreso a Betania. Toda la escena tiene como fondo un pasaje de Zacarias (9,9), aunque  Marcos no lo cita expresamente, pero sí recoge que el borrico aún no había sido montado. Jesús monta, pues, sobre un animal “sagrado” al que cubren algunos mantos de discípulos y que pisará sobre un alfombrado de ramajes del camino. Ambos son dos rituales típicos de la realeza. Jesús entra en Jerusalén como rey verdadero de Israel pero, en Marcos, esta entrada apenas conmueve a la ciudad. Es un suceso sólo para los íntimos y pocos más que entonan aclamaciones acompañándole hasta el templo donde “observó todo a su alrededor” (v.11). Y “cuando anocheció”-la noche siempre infunde temor- se volvieron a Betania.  Los nombres de Jerusalén y Betania forman el marco para delinear este episodio inicial.
- vv. 12-19: Los acontecimientos del segundo día comienzan en el camino de Betania a Jerusalén. Marcos describe los acontecimientos de este día utilizando una inclusión literaria formada por dos acciones simbólicas proféticas: maldición de la higuera y resultado; conmoción en el templo y resultado.  Jesús realiza ambas acciones al estilo de los profetas de Israel, que recurren a la imagen de la higuera y de la viña como figuras de Israel  para hacerse oir por Israel, para quejarse de un pueblo que ha abandonado al Señor y a su Ley  (Jer 19,1.10-11; 8,13); Oseas (9,10; 9,16). Jesús sabe que no era tiempo de higos, y también sabe que en primavera –y era primavera, el mes de Nisán- solían encontrarse algunos higos invernales o algunos higos tempranos amargos, que podían comerse con gusto. Pero esa higuera solo tenía hojas; era una planta estéril, y es un símbolo de la esterilidad de Israel como clamaron los profetas  (Miq. 7,1ss).  Jesús dijo: que “nadie coma jamás fruto de ti”. La formulación de esta condena es típica de Marcos, que subraya que estas palabras de Jesús no la oyen los que rechazan a Jesús, sino sus discípulos. Será a ellos a quienes les explique esta palabra actualizándola para ellos (11,20-25) y que nos queda para el próximo jueves.
- vv. 15-19: Es un fragmento pequeño que está enmarcado entre dos verbos de movimiento. El primero señala la llegada a la ciudad (v.15); el segundo, la salida de ella (v.19). Lo que sucede entre medias presenta a Jesús como profeta y se interpreta acudiendo a los profetas. Cuando Marcos une la maldición de la higuera con la limpieza del templo, está mostrando que la higuera es figura del templo, de “la ley existente, cuyo final anuncia Jesús”. De la misma manera que la higuera no tiene frutos, así tampoco el templo que se ha secado y convertido en un lugar “sin frutos”, en un lugar en el que  cambistas de moneda para el pago de los impuestos  y vendedores de animales para los sacrificios, junto con los sacerdotes, hacen negocio y se enriquecen. Ya no es un espacio de oración, del encuentro con el Dios verdadero. Marcos siempre describe el templo de forma negativa. La expulsión de los mercaderes, el vuelco de las mesas de los cambistas, etc., son una manera de Jesús de “ilustrar” su palabra. Los Sumos Sacerdotes y los letrados “se enteraron” (v.18)  y reaccionan con la decisión de matarle. Han comprendido que con él, con Jesús, comienza el nuevo templo en el que todos los pueblos tienen entrada, pero ellos no tienen lugar.

CUANDO MEDITES

- Recuerda:  “las narraciones evangélicas ni son crónica histórica, ni cuento de hadas. Ni verdad histórica literal, ni mera ficción para entretener, sino verdad profunda por medio de ficción poética”.   Por eso, pregúntate: ¿cómo se revela Jesús en estas páginas del Evangelio? ¿Cuál es la verdad profunda de esta lectura de hoy para mí?
- Después de ser aclamado como portador del “reino de nuestro padre David”, ¿qué queda de tanto entusiasmo? Los discípulos ¿se han dado cuenta de las dimensiones simbólicas de aquel cortejo en el que han participado? Quizá Jesús  se haya sentido muy solo en aquella tarde…. Durante toda esta escena Jesús no habla. Y en mi vida ¿cuenta Jesús de tal manera que mi vida no tiene sentido sin él?
- Jesús no sólo entra en la ciudad, también en el templo convertido en mercado, en un lugar ruidoso y sucio, el lugar de los sacrificios externos. Para Jesús el templo es  espacio de oración, del encuentro con el Dios verdadero. Esta posición crítica de Jesús respecto del templo debe ser una interpelación constante en nuestra vida, para discernir si nuestro ejercicio religioso no se ha convertido también en una mera actividad más. ¿Es importante para mí realmente Dios cuando rezo o utilizo a Dios para que me vaya bien?
- Marcos apunta: “los discípulos lo oyeron” (v.14). Por tanto Jesús quiere dar una lección, hacer entender algo. Estamos en el campo de la enseñanza, por eso realiza un gesto simbólico. Por eso la cuestión más importante no está en el hecho en sí. Se trata más bien de sacar el significado. Por eso, más que concretar qué ha pasado debemos preguntar qué mensaje quiere comunicarnos.
- “Mi casa será casa de oración para todos los pueblos”. Estas palabras ¿las tomo como un aviso para, para nuestra comunidades cristianas, para que no nos comportemos como los expulsados por Jesús, para no repetir sus conductas?

CUANDO ORES

- Recuerda que este tiempo es también para “hallar descanso” para el alma: sabemos que el Señor nos comprende y perdona aunque cuando busque frutos de entrega, generosidad, amor …. encuentre  a veces “follaje”. Follaje es lo que impresiona pero no existe, lo que promete pero no da.  Revisa tu follaje, lo que ven los demás frente a la realidad que ve Dios
- Sorpréndete de que el único milagro realizado por Jesús en Jerusalén sea una maldición … pero no para los hombres o las mujeres, para nosotros se trata de una dura advertencia, y por tanto, de una invitación  a la revisión  y al cambio. Que nuestra oración de esta tarde sea un compromiso para “ir a mejor”, cada uno a su paso, a su ritmo.
- Que no nos desanime nuestra pobreza espiritual: ante Dios “siempre estamos en números rojos”, pero ese Dios ama nuestra pobreza y tiene necesidad de cada uno, porque el mensaje de salvación de Jesús va dirigido a cada uno. Solamente reconoce a Jesús como el Cristo aquel que siente la necesidad de ser salvado por Cristo.

-Dirígete a él con palabras sencillas: 

A veces, Señor, es difícil rezar.
Hay situaciones que superan nuestra comprensión y nuestro aguante.
Nos sentimos desfallecer y no sabemos articular palabras.
Y Tú acoges, misericordioso,
nuestra simple presencia como oración silenciosa.
Ayúdanos  a sacar fuerzas de nuestro silencio,
a tomar aliento de nuestra presencia orante,
a reanimarnos en tu promesa de salvación.
Así toda nuestra vida desembocará
en un cántico de acción de gracias por tu ayuda.

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Autora: Trinidad Brunet, equipo de Lectio Divina de la UPComillas

sábado, 15 de diciembre de 2012

Recobró la vista y le siguió por el camino

Lectio divina de Marcos 10,46-52

46 Llegaron a Jericó. Más tarde, cuando Jesús salía de allí acompañado por sus discípulos y por bastante gente, el hijo de Timeo, Bartimeo, un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino. 47 Cuando se enteró de que era Jesús el Nazareno quien pasaba, se puso a gritar:
–¡Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí!
48 Muchos lo reprendían para que callara. Pero él gritaba todavía más fuerte:
–¡Hijo de David, ten compasión de mí!
49 Jesús se detuvo y dijo:
–Llamadlo.
Llamaron entonces al ciego, diciéndole:
–Ánimo levántate, que te llama.
50 Él, arrojando su manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
51 Jesús, dirigiéndose a él, le dijo:
–¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego le contestó:
Rabuní [Maestro], que recobre la vista.
52 Jesús le dijo:
–Vete, tu fe te ha salvado.
E inmediatamente recobró la vista y le siguió por el camino.

CUANDO LEAS

- Observa que estamos en la última etapa del viaje de Jesús a Jerusalén, ante el último episodio inmediatamente anterior a la entrada en la Ciudad Santa.
- Fíjate en que esta será también la última curación que Jesús lleve a cabo: en el evangelio de Marcos, Jesús no realizará ningún milagro en Jerusalén, epicentro de la hostilidad hacia él.
- Si la comparamos con la primera curación (exorcismo de un poseído en la sinagoga de Cafarnaún, 1,21-28), encontraremos algunas semejanzas interesantes:
Uso de la expresión «Jesús el Nazareno», de los verbos epitimaô («reprender» o «amenazar») y foneô («dar una voz», «llamar»), y del adverbio euthys («inmediatamente»).
Observa las semejanzas entre este episodio y el inmediatamente anterior, con los hijos de Zebedeo solicitando ocupar los mejores puestos en el Reino (10,35-45).
Jesús pregunta lo mismo a sus interlocutores: «¿Qué quieres/queréis que haga por ti/vosotros?».
- Los hijos de Zebedeo piden «sentarse» a la derecha y la izquierda de Jesús, mientras Bartimeo, que está «sentado» al borde del camino, da un salto y se acerca a Jesús.
- Date cuenta de que es la primera vez que Jesús se detiene (v. 49) en todo el evangelio, donde siempre le vemos en permanente movimiento.
- Observa que el episodio está enmarcado por el camino (vv. 46 y 52: inclusión), un camino en el que se acaba de producir el tercer anuncio de su pasión, muerte y resurrección (cf. 10,32-34), y que concluirá en el Gólgota.
- Presta atención a la rica figura de Bartimeo:
Es un personaje activo (está sentado, grita, se levanta, salta, deja su manto, va hacia Jesús, le habla y lo sigue) y con relieve (tiene nombre, no como en los otros evangelistas [dos ciegos en Mt, uno en Lc], y un estatus social, aunque sea el de mendigo).
Es un ciego «clarividente»: descubre (en parte) la identidad de Jesús como «Hijo de David», y Jesús no se lo reprocha (posteriormente, sin embargo, parece que el Señor se desmarcará del título, cf. 12,35-37: ¿será porque entonces está en labios de los «maestros de la Ley»?).
Está asimilado a los discípulos, ya que actúa como ellos:
- «Deja su manto», como los discípulos habían «dejado las redes» (1,18).
- Llama a Jesús «rabuní», igual que los discípulos, que lo llaman «rabí» (9,2; 11,21; 14,45).
- Se convertirá en modelo de discípulo: «Le siguió [a Jesús] por el camino» (verbo akoloutheô, término técnico del discipulado).

CUANDO MEDITES

- Piensa en tu vida y observa quién tiene habitualmente la iniciativa en tu relación con el Señor: ¿eres tú quien escucha el «rumor» de su paso por tu vida o esperas que sea él quien te llame para acudir a su lado? ¿Quiénes son las personas que en tu vida te dan ánimo y te ayudan para acudir a la presencia del Maestro? ¿Las hacemos caso o nos resistimos?
- Bartimeo le pide al Señor, en primer lugar, compasión, y después el don de la vista. Reflexiona sobre las peticiones que le hacemos habitualmente nosotros al Señor. ¿Son las más adecuadas? ¿Deberíamos revisar su jerarquía? Imagina que Jesús te está preguntando ahora: «¿Qué quieres que haga por ti?». ¿Qué le dices?
- Medita sobre la reacción de Bartimeo ante las palabras de Jesús. El Señor ha reconocido su fe o su confianza (con las mismas palabras que en el episodio de la hemorroísa, 5,34), claramente apreciable en su insistencia en la petición y al sobreponerse a la reprensión de algunos. Y, nada más recuperar la vista, «inmediatamente» le sigue por el camino. ¿Cuál es mi confianza en el Señor? ¿Cómo es mi seguimiento?

CUANDO ORES

- Da gracias a Dios por el paso de Jesús por nuestro lado. Sabemos que ha venido a curar nuestras cegueras y vendar nuestros corazones desgarrados: «Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenarlo, sino para salvarlo por medio de él» (Jn 3,16-17).
- Pide al Señor la fuerza y la ayuda necesarias para dejar el manto y, de un salto, acudir a su lado nada más oír su voz, la voz del pastor que conoce a sus ovejas y las llama por su nombre (Jn 10,3).
- Alaba a Dios, todopoderoso en el amor, que cada día nos invita a seguir a su Hijo Jesús. Ojalá que, como Bartimeo, sepamos ser discípulos cabales del Maestro.

En este Año de la fe, acabamos hoy la oración recitando juntos el Credo apostólico. (Pero lo haremos tapándonos los ojos, porque, ¿quién puede decir que ya ha recobrado completamente la vista?)

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Autor: Pedro Barrado, equipo de Lectio Divina de la UPComillas

viernes, 14 de diciembre de 2012

Vivir compartiendo en la alegría

"Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres"




Para disponer el corazón

Canto: Que se alegren tus entrañas (Ain Karem; C1)




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Sofonías (3, 14-18)

Canta, hija de Sión, da gritos de júbilo, Israel, 
gózate y regocíjate de todo corazón, Jerusalén.
El Señor ha cancelado tu condena, 
ha expulsado a todos tus enemigos. 
El Señor será el rey de Israel en medio de ti, 
y ya no temerás.
Aquel día dirán a Jerusalén:
“No temas, Sión, que no desfallezcan tus manos.
El Señor, tu Dios, tu poderoso salvador, 
está en medio de ti.
El se goza y se complace en ti;  
él te ama y se alegra con júbilo, 
como en los días de fiesta”.
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Filipenses (4, 4-7)

Hermanos:
Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.
Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
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Lucas 3,10-18

En aquel tiempo, la gente le preguntaba a Juan el Bautista:
“¿Qué debemos hacer?”
El contestó:
“Quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna, y quien tenga comida, que haga lo mismo”.
También acudían a él los publicanos para que los bautizara, y le preguntaban:
“Maestro, ¿qué tenemos que hacer nosotros?”
El les decía:
“No cobréis más de lo establecido”.
Unos soldados le preguntaron:
“Y nosotros, ¿qué tenemos que hacer?” El les dijo:
“No extorsionéis a nadie, ni denunciéis a nadie falsamente, sino contentaos con vuestro salario”.

El pueblo estaba en expectación y se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:
“Yo os bautizo con agua, pero ya viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego: tiene el bieldo en la mano para separar el trigo de la paja; guardará el trigo en su granero y quemará la paja en un fuego que no se extingue”. 
Con éstas y otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba la Buena Noticia.

PROPUESTAS DE MEDITACIÓN

“Canta… da gritos de júbilo… alégrate…”
- ¿Te consideras una persona alegre? ¿Cuáles son los motivos profundos de tu alegría?
“El Señor… será el rey en medio de ti y ya no tendrás miedo…”
Miqueas da una serie de razones para la alegría: el Señor cancela todas tus deudas, perdona todo tu pecado, es un poderoso Salvador… Estará en el centro de tu vida y ya no tendrás miedo…
- ¿Qué ocupa el centro de tu vida en este momento? ¿Qué pensamientos, preocupaciones, emociones, personas…?
- ¿Qué te hace sentir miedo en alguna ocasión? Recuerda que la fe, la confianza… vence el miedo.

“El Señor se complace en ti… Él te ama…”
 - Cree en esta Buena Noticia. Cree que el Señor se complace en ti, que le agradas, que te acepta como eres, que te ama incondicionalmente…
¿Crees en el sí de Dios a tu vida y a ti como hija/hijo amado?

“Nada os preocupe… Presentad vuestras peticiones a Dios en todo tiempo…”
- Todo el mundo se pre-ocupa. Parece que fuera inevitable. Y, sin embargo, tanto desde la filosofía y la psicología humanistas, como desde la espiritualidad de todas las grandes religiones, es mensaje es que la confianza supera la pre-ocupación. La fe vence el miedo. La preocupación es indicio de que la confianza básica en la realidad y la confianza en Dios no funcionan. Es preciso comenzar un aprendizaje de la confianza y de estar en el aquí y en el ahora, sin agobiarse por el futuro. El presente, el hoy, siempre es llevadero. Lo no-llevadero es cargarse, hoy, con lo que puede que llegue mañana… o dentro de diez años. 
- El A.T. nos enseña a orar depositando nuestras cargas ante Dios: “Desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es vuestro refugio”, dice el salmo 62. Y Pedro, en su primera carta, invita a llevar a la oración todos nuestros agobios: “Descargad ante él todo vuestro agobio, que Él se interesa por vosotros” (1 Pe 5,7).

“Y la paz de Dios custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos…”
- ¡Cómo necesitamos experimentar la verdadera paz de Dios! La paz mundial se apoya en la paz interior de cada persona, paz en el corazón (orden en la emociones; emociones positivas…), y paz en la mente (pensamiento positivo, optimista y esperanzado…)… La paz de Dios es un don suyo, y es también una tarea nuestra. Cuida tus pensamientos, en Cristo, ten la mente de Cristo para que también sus mismos sentimientos te habiten…

“¿Qué debemos hacer?”…
Juan no propone nada extraordinario. Simplemente, al estilo más puramente profético, Juan propone que se viva con justicia, repartiendo nuestros bienes con quienes no tienen.
“Podemos dar pasos hacia una vida más sobria. Atrevernos a hacer la experiencia de "empobrecernos" poco a poco, recortando nuestro actual nivel de bienestar, para compartir con los más necesitados tantas cosas que tenemos y no necesitamos para vivir (…)
En los próximos años se nos va a ofrecer la oportunidad de humanizar nuestro consumismo alocado, hacernos más sensibles al sufrimiento de los desfavorecidos, crecer en solidaridad práctica (...) Será nuestra manera de acoger con más verdad a Cristo en nuestras vidas” (José Antonio Pagola)
- ¿Nos será posible, además, vivir compartiendo con alegría? Dice Hechos que decía Jesús: "Hay más alegría en dar que en recibir". La austeridad para dar no tiene por qué ser sombría y resignada. Por el contrario, dar con alegría es dar doblemente... ¿Podremos vivir con este talante nuestros desprendimientos voluntarios?

PROPUESTAS DE ORACIÓN

1) Reza, despacio y atentamente, la oración colecta del domingo de la alegría: 

Mira, Señor, a tu pueblo
que espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo, 
y concédele celebrar el gran misterio de nuestra salvación  
con un corazón nuevo 
y una inmensa alegría.

2) Nuestras cargas
  
“Echa sobre el SEÑOR tu carga, y El te sustentará” (Sal 55,22)
Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga, el Dios que es nuestra salvación (Sal 68,19)
“Desahogad ante él vuestro corazón, que Dios es vuestro refugio” (Sal 62)
“Descargad ante él todo vuestro agobio, que Él se interesa por vosotros” (1 Pe 5,7)
- Imagina que cargas, desde que te levantas hasta que te acuestas, con una mochila muy pesada a tu espalda… Es realmente molesto. No puedes quitártela en todo el día, para nada. La llevas a todas partes. Incluso, cuando llega la noche, cansado/a ya del día, vas a la cama cargado con esa mochila que no puedes despegar de tu espalda…
Imagina, por un momento, que, ante Dios, pudieras quitarte esa mochila…, la abrieras y comenzaras a sacar un montón de piedras que llevas dentro: unas más grandes, otras más pequeñas, unas suaves y otras rugosas y pesadas… Ponle nombre a todas esas piedras, a todas esas cargas y ponlas a sus pies, ante Él… 
¿Estás dispuesto/a a vivir sin esas cargas pesadas a tu espalda? ¿Estás dispuesto/a a que Dios las cargue contigo? ¿Qué te dice Dios ante todo lo que te preocupa y agobia?... 

3. Ayúdanos a desprendernos

Tú eres claro y concreto,
al enseñarnos cómo hemos de vivir.
Tú nos sugieres la austeridad
como estilo de vida.

Tú nos dices que el que tenga dos túnicas
las reparta con el que no tiene.
Nosotros, que tenemos más de todo,
música, libros, ropa, comida…
no somos capaces de compartirlos,
porque estamos pegados a las cosas,
y las cosas acaban poseyéndonos.

Sabemos, además, que la austeridad da libertad,
pero, por más vueltas que damos a las cosas,
no nos desprendemos y seguimos acumulando…
Y unos a otros nos ayudamos a justificarnos,
en vez de empujarnos a ir desprendiéndonos.
Señor, que construyamos comunidades
para vivir contigo y a tu manera,
para ir adquiriendo tus comportamientos,
para liberarnos de las cosas materiales,
para contagiarnos de solidaridad y compromiso
en la construcción del Reino.

(Mari Patxi Ayerra)
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jueves, 13 de diciembre de 2012

Mi Tú de siempre


Tú eres mi Tú de siempre,
mi profundo Amigo más temprano,
Aquel al que recuerda mi entraña
mirándome por dentro,
conociéndome por dentro,
amándome por dentro,
desde niña.

El que me hablaba, desde niña,
como si no fuera una niña,
como si fuera un yo eterno y crecido,
capaz de decir, con solidez madura:
"Aquí estoy, aquí me tienes.
Yo también te amo".

Es extraño,
pero Tú eres mi Tú de siempre,
Dios que sustentas mi existencia.
Tu Presencia se me dio a conocer
cuando fui arrebatada
al lugar de tu ternura.

Es preciso ser niños de nuevo,
para que tú nos alcances,
sin defensas ni contenciones,
en el silencio asombrado
de un encuentro.
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martes, 11 de diciembre de 2012

El que quiera ser el primero...

Lectio divina de Marcos 10, 32-45

37 Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; los discípulos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. El se llevó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que iba a suceder: 33“Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas: le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles, 34 y se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán, pero a los tres días resucitará”. 


35 Se le acercaron Santiago y Juan, los dos hijos de Zebedeo, y le dijeron: - “Maestro, queremos que nos concedas lo que te pidamos”. 36 El les preguntó: “Qué queréis que haga por vosotros?” 37 Le contestaron: “Concédenos sentarnos uno a tu derecha y otro a tu izquierda el día de tu gloria”. 38 Jesús les replicó: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con el bautismo con el que yo voy a ser bautizado? 39 Le contestaron: “Sí, podemos”. Jesús les dijo: “La copa que yo voy a beber, sí la beberéis, y también seréis bautizados con el bautismo con el que yo voy a ser bautizado; 40 pero, el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado”. 
41 Los otros diez al oír aquello se indignaron contra Santiago y Juan. 42 Jesús, llamándoles, les dijo: “Sabéis que los que son tenidos como jefes de las naciones los tiranizan y los grandes los oprimen con su poder. 43 Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, 44 y el que quiera ser el primero entre vosotros, será esclavo de todos, 45 porque tampoco el hijo del hombre ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos”.

CUANDO LEAS

La lectura base de nuestra oración de esta tarde son los versículo 32 a 45 del cap. 10 de Marcos. Se trata del tercer anuncio de la pasión, el más completo de ellos. Tres partes lo estructuran: 1ª) subida a Jerusalén y tercer anuncio de la pasión (10,32-34); 2ª) la ambición de los Zebedeo y respuesta de Jesús (10,35-41),  y 3ª) enseñanza de Jesús respecto de servicio y poder (10,42-45). El texto muestra las dificultades de los discípulos para entender a Jesús.
1ª)  Tiene una escena introductoria (v. 30-34), rica en significado, en la que el autor nos dice en qué situación habla Jesús: está en su recta final, subiendo a Jerusalén delante de ellos, decidido a salir al encuentro del sufrimiento. “Sus discípulos le seguían admirados y asustados” (v.32). El camino a Jerusalén produce miedo y angustia a sus seguidores. Del grupo se llevó con él a los Doce y “se puso a decirles lo que le va a suceder”, para que lo conocieran y pudieran elegir después, como él había hecho. Ampliando los dos anuncios precedentes (8,31 y 9,31) ahora aclara en qué lugar y a qué manos será entregado (v.33), que ultrajes precederán a su condena a muerte (v.34), aunque no expresa el tipo de muerte. Tras tan detallada exposición, no hay reacción expresa de los Doce, pero, la escena siguiente expone meridianamente que no han entendido bien su muerte y su resurrección, siguen pensando en el triunfo, en el reino. Se trata solamente de ellos, de su propia idea de camino (8,34), de su importancia dentro de la comunidad (9,34), de su poder (v.37).
2ª) Igual que después del segundo anuncio de la muerte, lo que aflora es la ambición de los discípulos. Los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, dos discípulos de la primera hora, abordan a Jesús y, adelantándose al resto del grupo, le piden los primeros puestos el día de tu gloria (v.37) en el reino que esperan. Jesús les reprocha su ignorancia no sabéis lo que pedís (v.38). Les reprocha el seguir pensando en una manifestación mesiánica político-religiosa, y el Reino no es eso. Y les invita a compartir su cáliz y bautismo. Cáliz y bautismo son dos metáforas que en el A.T. designaban la muerte. Es lo único que puede ofrecerles porque solo pueden ser concedidos a aquellos para quienes están preparados. A oír la conversación de Santiago y Juan con Jesús, los otros diez, que tampoco entienden, se indignan con los dos hermanos no porque rechacen la visión del reino, sino porque aceptándola quieren alcanzar los mismos puestos pero eran cobardes y no se atrevieron a pedirlo. Estamos en una situación que causa de división en el grupo como anteriormente (9,34-50). Este enfrentamiento de los diez por oposición a “los dos” recuerda el cisma de las tribus (1Re 12).  Marcos presenta a “los Doce” como “el nuevo Israel”, la ambición rompe la unidad, como entonces.
3ª) Después de esto, Jesús los reúne de nuevo –los convocó-  y pronuncia sus últimas palabras de enseñanza en el camino, “por eso constituyen de algún modo el programa de aquello que será de hecho el despliegue concreto de la entrega de su vida en Jerusalén”. Jesús vuelve a instruirles. Excluye terminantemente todo dominio de unos sobre otros; la grandeza no consiste en pertenecer a una clase dominante, sino que se basa en el servicio. Jesús caracteriza a sus seguidores como los que, dentro de la comunidad, son servidores. Es el servicio el que construye la comunidad cristiana. Jesús no critica opciones políticas, critica a las personas que ejercen el poder oprimiendo, tiranizando, etc. Pero esta enseñanza es para todos, no solo para los dirigentes. “Todos debemos comprometernos a vivir con más entrega al servicio de su proyecto”.

CUANDO MEDITES

-Observa la paciencia de Jesús con sus discípulos a los que una vez y otra trata de que se comporten más generosamente, “olvidándose” de los primeros puestos, tomando distancia de aquellos intereses que se nos presentan atractivamente aunque no imprescindibles y prioritarios.
-Revisa si tu vida sigue girando en torno a la autoafirmación del propio yo: ser “más que”, porque “es claro que el yo entiende el autoafirmarse como “ser el primero”. El yo no tiene nunca suficiente con “ser”; necesita ser “algo más”. ¿Es así en mi vida?
-La ambición causa división en todo el grupo. “Los otros diez” no están en una actitud muy distinta a la de “los dos” que abordaron a Jesús. Es sabido que todo aquello que nos altera “en los otros” no es sino  reflejo de lo que vive en nuestro interior. Critico con facilidad a los demás, por supuesto, pero ¿y a mí…? Cómo reacciono ¿con el papel de víctima o de vencedor/a?
-El problema capital que plantea este evangelio no es el rechazo de la soberbia, sino el rechazo del poder. Jesús no pone como ejemplo de lo que hay que evitar a los orgullosos sino a los poderosos. Pero el problema no está en la existencia del poder, sino en cómo se ejerce ese poder a cualquier escala, es decir, en mi escala, en mi casa, comunidad, empresa…

CUANDO ORES 

- Pídele a Jesús que ilumine nuestra lectura bíblica vivida como Palabra suya, para que nuestra ruta se inscriba en su camino, y si en nuestro camino sobreviene el fracaso, que nos ayude a vivirlo con gozo como un paso más hacia la Resurrección, y cuando todo se nos vuelva oscuro, que nos quede por lo menos su Palabra. 

- Oración final:  

Jesús, Maestro y Redentor nuestro,
haz tú el orden del día de nuestras asambleas y reuniones,
para que nuestras prioridades sean las tuyas,
y nuestras decisiones se orienten siempre a fomentar la Vida de tu Reino.
Que tengamos la valentía de seguirte en Galilea y en Jerusalén,
y que en los momentos de duda, pensemos en pararnos
y escuchar de nuevo tu voz.
No te pedimos lo que negaste a Santiago y Juan.
En cambio, así como escuchaste el grito del ciego de Jericó
a quien tus seguidores hacían callar,
escucha nuestra súplica insistente:
ábrenos los ojos
para que podamos seguirte en el camino.
Amén.

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Autora: Trinidad Brunet, equipo de Lectio Divina de la UPComillas

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Preparad el camino al Señor


Lectura orante de Lucas 3,1-6

Para disponer el corazón

Canto: Allanad los caminos 
(t.o. lam - CIII)






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Baruc 5,1-9

“Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y viste las galas perpetuas de la gloria que Dios te da; envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte en la cabeza la diadema de la gloria perpetua, porque Dios mostrará tu esplendor a cuantos viven bajo el cielo. Dios te dará un nombre para siempre: “Paz en la justicia, Gloria en la piedad”.
Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente, a la voz del Espíritu, gozosos, porque Dios se acuerda de ti. A pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria, como llevados en carroza real.
Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados, a todas las colinas encumbradas, ha mandado que se llenen los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios: ha mandado al bosque y a los árboles fragantes hacer sombra a Israel. Dios guiará a Israel entre fiestas, a la luz de su gloria, con su justicia y su misericordia. 
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Lucas 3,1-6

1 En el año quince del reinado del emperador Tiberio, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes virrey de Galilea, y su hermano Felipe virrey de Iturea y Traconítide, y Lisanio virrey de Abilene, 2 bajo el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la Palabra de Dios sobre Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.
3 Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de los pecados 4 como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías:
“Una voz grita en el desierto: preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; 5 elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. 
6 Y todos verán la salvación de Dios.”

PROPUESTAS DE MEDITACIÓN

“Vino la Palabra de Dios sobre Juan… en el desierto”
- Prepara un “espacio de desierto” en tu casa, o busca un lugar recogido, un oratorio, iglesia o capilla, al que puedas acudir todos los días. Si esto no te es posible, vale un rincón tranquilo en tu casa, ambientado con una mesa, una vela gruesa, una Biblia, un icono… o con símbolos que te ayuden a recogerte. En torno a la vela, coloca cuatro velas más pequeñas. Son las luces que se te van encendiendo en las cuatro semanas de espera del Adviento, luces interiores, intuiciones y mociones del Espíritu para caminar por el camino que Dios te propone. Y acude a ese desierto, todos los días, para que la Palabra de Dios venga sobre ti…
- Quédate con una Palabra suya cada día y dale vueltas meditándola en tu corazón, como hacía María… ¿Con qué Palabra te quedas hoy?

“Preparando un bautismo de conversión…”
- Bautismo significa sumergirse en el agua… Nos sumergimos en Jesús para morir con él al “hombre viejo” y nacer a la vida nueva en el Espíritu que él nos da… Sumergirse en Jesús es nacer de nuevo… Quizá podamos pensar que lo hemos intentado mil veces y no hemos obtenido ningún resultado, que no tenemos remedio, que no cambiaremos nunca… “¿Puede alguien volver a nacer siendo viejo?”, se preguntaba Nicodemo con desesperanza y escepticismo. Jesús dice que sí, que todo es posible para Dios y para quien tiene fe en Dios. Él puede hacerte una persona nueva ahora, hoy. ¿Quién sabe los tiempos de Dios?
- Date cuenta de todas las zonas oscuras de tu persona que necesitan una conversión, un cambio, una transformación... Date cuenta de tu pecado, de lo que te aleja de Dios, de los otros y de te divide a ti mismo... y exponlo todo ante Él con humildad, con sencillez de corazón y con infinita confianza en que él perdona todas tus culpas y sana todas tus enfermedades... (Sal 103,3).

“Elévense los valles…”
Hay personas hundidas, personas necesitadas, personas marginadas, maltratadas, desesperanzadas… ¿Qué puedes hacer tú para sacar sus vidas de ese abismo, para dignificar sus existencias, para anunciarles la buena noticia de su liberación…?

“Desciendan los montes…”
- El profeta Isaías es, quizá, el profeta que más claramente habla contra la altanería, la soberbia y la prepotencia de los poderosos. El abajar los montes nos recuerda su oráculo de 2,11-17:

Los ojos altivos del hombre serán abajados,
se humillará la altanería humana,
y será exaltado el Señor solo en aquel día.
Pues será aquel día del Señor, Dios de los ejércitos,
para toda depresión, que sea enaltecida,
y para todo lo levantado, que será rebajado:
contra los cedros del Líbano, altos y elevados,
contra todas las encinas de Basán,
contra todo los montes altos,
contra todos los cerros elevados,
contra toda torre prominente,
contra todo muro inaccesible,
contra todas las naves de Tarsis,
contra todos los barcos cargados de tesoros.
Se humillará la altivez del hombre,
y se abajará la altanería humana…” 

- Cambia los cedros, encinas, montes, torres, muros y naves… por realidades que tú experimentas y sientes que han de ser transformadas por la humildad de Dios…

“Que lo torcido se enderece…”
- Pueden ser torcidos los caminos que se siguen… y pueden estar torcidas, curvadas y encorvadas las personas que encontramos a nuestro paso… Incluso nosotros mismos… El Señor endereza a los que ya se doblan (salmo 145,14), y Jesús enderezó a una mujer encorvada (Lc 13,10ss)…  ¿Cómo puedes tú enderezar la vida de otros con tu presencia, tu mano tendida, tu compasión, tu ayuda…?

 “Todos verán la salvación de Dios…”
- El testimonio público de la fe es una llamada, una misión a la que todos los cristianos somos enviados… ¿De qué modo anuncias tu fe en Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios, el Salvador, el Camino, la Verdad, la Vida, la Luz, el Pastor, el Señor…?

“Despójate de tu vestido de luto y aflicción y viste las galas perpetuas de la gloria que Dios te da…”
- Entra en la alegría del Adviento… No vivas con pesadumbre, con pesadez, con preocupación o con voluntarismo este tiempo de gracia… Déjate hacer por el que obra en todos su Salvación… Ora insistentemente, haz el bien y alégrate con tu Dios.

PROPUESTAS DE ORACIÓN

1) Pide al Señor que te conceda el deseo de preparar sus caminos, de contribuir con tu vida, tu acción, tu palabra a que su proyecto sobre el mundo se haga realidad. Da gracias por tantas personas que se comprometen en este proyecto en el mundo... por tantos que saben dar incluso la vida por aquello en lo que creen, por los que están dispuestos a una verdadera conversión. Alaba a Dios porque su salvación es para todos: “tanto amó Dios al mundo que le entregó a su único Hijo para que todo el que crea en Él tenga vida eterna”…

2) Esperaré
  
Esperaré a que crezca el árbol  
y me dé sombra. 
Pero abonaré la espera con mis hojas secas. 

Esperaré a que brote el manantial  
y me dé agua. 
Pero despejaré mi cauce  
de memorias enlodadas. 

Esperaré a que apunte  
la aurora y me ilumine. 
Pero sacudiré mi noche 
de postraciones y sudarios.

Esperaré a que llegue  
lo que no sé y me sorprenda 
Pero vaciaré mi casa de todo lo enquistado. 

Y al abonar el árbol,  
despejar el cauce, 
sacudir la noche  
y vaciar la casa,  
la tierra y el lamento se abrirán a la esperanza. 

(Benjamín González Buelta, sj)

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NOTAS SOBRE LAS LECTURAS

1. La primera lectura de este segundo domingo de Adviento es un precioso oráculo del libro de Baruc. Este libro es postexílico. Fue escrito, probablemente, a finales del siglo III o principios del II a.C. por un judío anónimo. Pero, cuando nos acercamos a su lectura, vemos que está ambientado, ficticiamente, en la época del exilio y que se atribuye a Baruc, secretario del profeta Jeremías (s.VI).

Lo cierto es que el autor del libro refleja la misma preocupación del profeta Jeremías por la suerte de los desterrados y,  como él, anuncia que Dios hará una alianza eterna con su pueblo.
La lectura de hoy es un fragmento del oráculo final de salvación y restauración que contiene el libro de Baruc. Si lo leemos despacio, podemos caer en la cuenta de las imágenes poéticas que describen a un pueblo que había sido devastado y sometido al exilio, y que ahora vuelve alegre y triunfante, a su tierra, de la mano de su Dios.

El profeta invita a Jerusalén, a través de imperativos, a despojarse de su luto, su aflicción, su desesperanza, y a revestirse de la gloria, la luz y el resplandor que volverá a tener, salvada por su Dios. Jerusalén es presentada como una novia vestida con traje de gala y una diadema en su cabeza, como ya hiciera Isaías (Is 62,1-5). Se le ha dado un nombre nuevo. Ya no será más la afligida, la abandonada, la devastada,  sino que su nombre será “paz en la justicia y gloria en la piedad”.

A Jerusalén se la invita también a alegrarse y a estar en fiesta por el retorno de los desterrados, de los hijos dispersos, que volverán por un camino llano, fácil y privado de peligros, preparado por el mismo Dios. Consideremos que el camino desde Babilonia a Israel, para una caravana de hombres, mujeres, niños, animales… durante semanas, atravesando incluso lugares inhóspitos, no era fácil. Pero con imágenes poéticas, el profeta anuncia que Dios hará fácil ese camino, hará que los árboles den su sombra, librará de peligros (de pueblos hostiles, de animales salvajes, de hambre y de sed) y conducirá a su pueblo a la tierra de la promesa, como ya lo había hecho al sacarlo de la esclavitud de Egipto, siglos atrás. 

2. Evangelio de Lucas: Imitando el estilo de la Biblia (cf. Os 1,1) y de los historiadores helenistas, Lucas sitúa la actividad de Juan el Bautista en el espacio y en el tiempo. Es un hecho muy importante que el evangelista siempre cuida con esmero para mostrarnos lo siguiente: la salvación de Dios que acontece en Jesús no es algo intemporal. Es algo histórico. Sucedió realmente en un tiempo y en un lugar.
Lucas sitúa a Juan en la historia política del mundo pagano (el emperador, el gobernador) y en la historia político-religiosa del pueblo de Israel (los tetrarcas y los sumos sacerdotes Anás y Caifás). También nos sitúa los acontecimientos geográficamente: toda la región del Jordán y el desierto.
Los datos aportados por Lucas (el año 15 del reinado de Tiberio) nos permiten fechar la actividad del bautista en los años 27/28 d.C.
Juan es descrito como un profeta: la palabra de Dios se dirigió a él, como a Jeremías (Jr 1,2.4), a Joel, a Oseas, e Ezequiel… Los libros proféticos comienzan, por lo general, así: Palabra de Dios que fue dirigida a… A Juan también se le dirige esta Palabra. Él es el último profeta y el mayor de los profetas, es el nuevo Elías esperado por Israel (Lc 1,17), del que nos habla el profeta Malaquías (Mal 3,25). Juan, hijo de Zacarías, terminará encarcelado por fidelidad a su misión (Lc 3,19-20). Un final de mártir, como el de los profetas auténticos de todos los tiempos.

Los lugares en los que Juan realiza su misión son el Jordán y el desierto.
El desierto es un lugar querido y privilegiado para Israel, lugar de la Alianza con Dios, del caminar de Dios con su pueblo. Lugar de soledad, de silencio, de peligros... Y lugar de la profundidad, la interioridad y el encuentro. Lugar donde Dios habla al corazón.
El Jordán es el río que hay que vadear para poder entrar en la tierra prometida, para volver a la tierra; es el río en el que, bañándose, se curó Naamán de su lepra.

La actividad de Juan consistió en predicar un bautismo de conversión, invitar a la transformación radical de toda la persona de mal en bien. El método utilizado era el bautismo o inmersión en el Jordán, signo expresivo y compromiso público de conversión. ¿Cómo ha de ser esa conversión? Lo ilustra la cita del Deuteroisaías (Is 40,3-5), que se refiere al retorno de los exiliados en Babilonia. A éstos se les invita poéticamente a preparar un camino llano y recto entre Babilonia y Palestina, a través del desierto, para que pueda pasar el Señor al frente de su pueblo liberado. La cita termina con un versículo que introduce un rasgo de universalidad: todos verán la salvación que ha hecho Dios. Juan invita a todos a hacer eso mismo: a preparar, para Dios, en la propia vida, un camino llano por el que pueda pasar.

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(Notas tomadas de José Héctor Lüdy, Comentario al A.T., Casa de la Biblia 1997, 159ss; Luis Fernando García Viana, Comentario al N.T., Casa de la Biblia 1995, 198; Nuria Calduch Benages, Misa Dominical 2012, 15).

martes, 4 de diciembre de 2012

Centro de Espiritualidad de los Carmelitas Descalzos de Toledo

Presento la programación de actividades, para el curso 2012-2013, de la casa de Espiritualidad de los Carmelitas Descalzos de Toledo.
En una ciudad tan pequeña como ésta, es una gran suerte contar con una casa de Espiritualidad como ésta. Pero es poco conocida y poco aprovechada.
Animaos a acudir, si algo de lo que encontráis aquí reclama vuestra atención y vuestro deseo.
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2012

1. Curso de Edith Stein
"Edith Stein: El alma de sus cartas"
Noviembre 30 (cena) - Diciembre 2 (mañana)
Profesor: Ezequiel García Rojo, OCD
Matrícula: 20 euros

2. Retiro de Adviento con Santa Teresa de Jesús
"Sabéis qué es ser espirituales de veras" 2 Moradas 4,8
Diciembre 14 (cena) - 16 (comida)
Dirige: Ángel Sánchez Sánchez, OCD
Matrícula: 20 euros

2013

3. Curso de formación para los carmelitas seglares
El Castillo Interior de Santa Teresa: la comunicación de la experiencia
Enero 25 (cena) - 27 (comida)
Profesor: Salvador Ros García, OCD
Matrícula: 20 euros

4. Tres días con San Juan de la Cruz
"Semblanza humana y espiritual del Santo a través de su correspondencia"
Febrero 1 (cena) - 3 (comida)
Dirige: José Vicente Rodríguez, OCD
Matrícula: 20 euros

5. Retiro de Cuaresma
Conversión: Volver a mi ser esencial, volver a la Fuente Divina
Febrero 22 (cena) - 24 (comida)
Profesora: Rosario Ramos Alonso, Doctora en Teología
Matrícula: 20 euros

6. Dhyana/Contemplación
"Amor humano, amor divino en San Juan de la Cruz" (con sesiones prácticas)
Marzo 1 (cena) - 3 (comida)
Dirige: Katia Cócera
Matrícula: 15 euros

7. Ejercicios Espirituales para Religiosas
Marzo 10 (cena) - 17 (comida)
Dirige: Paco M. Tejedor. OCD
Matrícula: 35 euros

8. Pascua en Comunidad
Espiritualidad de un Misterio
Marzo 27 (cena) - 31 (comida)
Ambientación: Paco M. Tejedor. OCD
Matrícula: 20 euros

9. Curso de Santa Teresa de Jesús
"La experiencia de Cristo, centro estructurador de las Moradas"
Abril 5 (cena) - 7 (comida)
Profesor: Secundino Castro, OCD
Matrícula: 20 euros

10. Reflexiones cristianas
"Para vivir en serio"
Abril 25 (cena) - 27 (comida)
Dirige: Paco M. Tejedor. OCD
Matrícula: 20 euros

11. Encuentro con Santa Teresa de Jesús en el Castillo Interior
"Donde pasan las cosas de mucho secreto entre Dios y el alma"
Mayo 6 (cena) - 12 (comida)
Profesor: Salvador Ros García, OCD
Matrícula: 35 euros

12. Curso de Santa Teresita del Niño Jesús
"Tereas de Lisieux: sus dinamismos vitales y místicos"
Mayo 24 (cena) - 26 (comida)
Profesora: Rosario Ramos Alonso, Doctora en Teología
Matrícula: 20 euros

13. Curso de Santa Teresa de Jesús
"Cuentas de Conciencia: la biografía interior de Santa Teresa"
Junio 7 (cena) - 9 (comida)
Profesor: Antonio Jesús Benéitez. OCD
Matrícula: 20 euros

14. Curso de San Juan de la Cruz
"Lectura actualizada de "Noche Oscura"
Junio 17 (cena) - 22 (desayuno)
Profesor: Francisco Brändle, OCD
Matrícula: 35 euros
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Dirección: Plaza Carmelitas Descalzos, 2; 45002 TOLEDO.
Contacto: Preguntar por Tito; tfno. 925 223 815