jueves, 7 de octubre de 2010

Los jueves de Comillas

Toda la actividad pastoral comienza a activarse en el mes de octubre. También Comillas y sus jueves bíblicos.
En efecto, todos los jueves de mes hay, durante el curso, en la sede de Alberto Aguilera, 25 de Madrid, o bien lectio divina, o bien conferencia bíblica.
Las conferencias se denominan "Aula Schökel" y se imparten en el Aula Magna a las 8 de la tarde. Ésta es la programación:
Día 28 de octubre: Pablo, un hombre entre dos mundos (José Ramón Busto)
Día 18 de noviembre: Los símbolos del Apocalipsis (Francisco Ramírez)
Día 16 de diciembre: En la escuela de las mujeres orantes de Israel (Elisa Estévez)
Día 20 de enero: Los evangelios de la Infancia (Pablo Alonso)
Día 17 de febrero: La mujer en la teología y en la literatura del Cuarto Evangelio (Secundino Castro)
Día 17 de marzo: ¿Qué es la espiritualidad del A.T.? (Pedro Zamora)
Día 28 de abril: El viaje en el A.T. (Enrique Sanz)

(Equipo de Lectio Divina de Comillas)

El resto de los jueves, de 7.30 a 8.30, en la iglesia de Comillas-ICAI haremos la lectura orante del libro del Apocalipsis.
Comenzamos ya hoy, día 7, con Ap 1,1-20. El guión lo ha preparado el jesuita Quique Climent y hoy hará una introducción global al libro y al autor, más que centrarse exclusivamente en el texto.
El Apocalipsis es un libro difícil y algunos miembros del equipo de preparación experimentamos cierta "resistencia" a optar por él para rezar, dada la complejidad de su forma y su mensaje. Pero nos hemos tirado de cabeza a la piscina y esperamos que el Espíritu Santo nos saque a puerto de luz e ilumine las horas de oración en torno a esta Palabra de esperanza para tiempos recios.
Os dejo aquí el guión para la oración con el deseo de que sirva tanto a grupos como a personas individuales en su aproximación al Apocalipsis.

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Apocalipsis de Juan (1, 1-2O)

[1]Revelación que Dios confió a Jesucristo para que mostrase a sus siervos lo que va a suceder pronto; y él la manifestó enviando su ángel a su siervo Juan, [2]el cual atestigua que cuanto vio es palabra de Dios y testimonio de Jesucristo. [3]Dichoso el que lea y los que escuchen las palabras de esta profecía y observen lo escrito en ella. Pues su plazo está próximo.

Mensaje a las siete Iglesias
[4]De Juan a las siete Iglesias de Asia: os deseo el favor y la paz de parte del que es, y era y será, de parte de los siete espíritus que están ante su trono [5]y de parte de Jesucristo, el testigo fidedigno, el primogénito de los muertos, el Señor de los reyes del mundo. Al que nos ama y nos libró con su sangre de nuestros pecados, [6]e hizo de nosotros un reino, sacerdotes de su Padre Dios, a él la gloria y el poder por los siglos [de los siglos] amén.
[7]Mira que llega entre nubes:
todos los ojos lo verán,
también los que lo atravesaron;
y todas las razas del mundo
se darán golpes de pecho por él.
Así es, amén.
[8]Yo soy el alfa y la omega,
dice el Señor Dios, el que es, y
era y será, el Todopoderoso.

Visión de Jesucristo
[9]Yo Juan, hermano vuestro, compañero vuestro en la pena y el reinado y la paciencia por Jesús, me encontraba en la isla de Patmos a causa de la Palabra de Dios y el testimonio de Jesús. [10]Un domingo, se apoderó de mí el Espíritu, escuché detrás de mí una voz potente, como de trompeta, [11]que decía: Lo que ves escríbelo en un libro y envíalo a las siete Iglesias: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea. [12]Me volví para ver de quién era la voz que me hablaba y al volverme vi siete lámparas de oro [13]y en medio de las lámparas una figura humana, vestida de túnica talar, el pecho ceñido de un cinturón de oro; [14]cabeza y cabello blancos como la lana blanca o como nieve, los ojos como llama de fuego, [15]los pies como de bronce bruñido y acrisolado, la voz como el estruendo de aguas torrenciales. [16]En la diestra sujetaba siete estrellas, de su boca salía una espada afilada de doble filo; su aspecto como el sol brillando con toda su fuerza.

[17]Nada más verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniéndome encima su diestra, me dijo: No temas. Yo soy el primero y el último, [18]el que vive; estuve muerto y ahora ves que estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y el Abismo. [19]Escribe lo que viste: lo de ahora y lo que sucederá después. [20]Éste es el símbolo de las siete estrellas que viste en mi diestra y de las siete lámparas de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias, las siete lámparas son las siete Iglesias.

CUANDO LEAS

- “Apokalypsis”: transcripción de un término griego que significa revelación, manifestación. Los Apocalipsis tuvieron una gran difusión en ambiente judío (incluso entre los esenios de Qumram), durante los dos siglos anteriores a Cristo. Se caracteriza por llevar el pasado a un desenlace inminente (perturbación cósmica) al que sigue el futuro dichoso definitivo. Símbolos, imágenes, números que anuncian, manifiestan y revelan la intención del autor, el mensaje que el autor sabe que debe transmitir de parte de Dios.
- Fecha: Durante el reinado de Domiciano (hacia el 95). Algunas partes pueden ser anteriores, quizás del tiempo de Nerón (antes del año 70).
- Autor: El autor del texto se llama así mismo Juan (1,9), desterrado en la Isla de Patmos por su fe en Jesucristo. El autor parece de origen judío, mediano conocedor del griego y muy versado en el A.T. (profecías) y experto en el manejo del género apocalíptico. Una tradición, representada por San Justino (finales s. II) identifica a nuestro autor con Juan evangelista.

Hay otras interpretaciones que señalan las diferencias de lenguaje, estilo y algunos puntos teológicos.
- Finalidad: El texto es un escrito demandado por la situación, pretende prevenir y, a la vez, animar la moral de los cristianos que ven la terrible persecución que ha diezmado a la Iglesia. Escribe a las iglesias de Asia Menor. Anima al cumplimiento de la voluntad de Dios en estos tiempos de oscuridad. Se alude a los grandes temas proféticos tradicionales: Dios vendrá a liberar a su pueblo.
- Juan se presenta a las Iglesias expresando su relación hacia Jesús. Juan, hermano y compañero de tribulación de los cristianos se encuentra en Patmos por causa de la Palabra de Dios y el testimonio de Jesús (1,9). Juan desea comunicar su mensaje de hermano a hermano ya que comparten el mismo destino: la relación con Jesús. De la unión con el Señor Jesús vendrá la fuerza para resistir y la participación plena en el Reino. Afirma solemnemente, atestigua, que su escrito es palabra de Dios, profecía y testimonio de Jesucristo. Todo viene de Jesús.
- La visión: un domingo (día del Señor), se apoderó de mi el Espíritu (1,10) y se le ordena comunicar lo que ve a las siete Iglesias..
- Jesucristo en medio de su Iglesia (1,9 - 3,22). En otro textos apocalípticos el anunciador es un ángel, aquí el mediador es Jesucristo, testigo fidedigno (1,5; 3,14). El ambiente es de lectura litúrgica. La primera figura vista por Juan es Jesucristo en medio de los siete candelabros. Jesucristo Poder y Majestad por el aspecto que Juan describe (1,12-16), Los siete candelabros de oro crean el ámbito de los sagrado (Ex 25,31: 1 Re 7,49) y presentan al que aparece en medio de ellos como el Señor.
- La figura del Hijo del Hombre (1,12-16): Semejante al Hijo del Hombre (Dan 7,13-14) subiendo en una nube a recibir la investidura del Anciano. Todos los detalles revelan una fuerza extraordinaria y una gran dignidad: ojos-llamas de fuego, pies-metal precioso, la voz, la mano derecha… Dignidad, majestad, fuerza, poder, sabiduría de juez… Juan cae como muerto… y Jesús posa la mano sobre él: “No temas” (1,17).
- Autopresentación de Jesús (1,17-20): “Primero y último”… Totalidad. Rasgos que en AT son propios de la manifestación de Dios. Equiparación de Jesús con Dios y también Jesús es definido por la Vida y por el poder sobre la vida. Todo queda orientado hacia la vida. El Resucitado tiene las llaves del Abismo y de la muerte…
- Los candelabros de oro están de forma permanente en el Templo ante la Majestad de Dios. Son las siete Iglesias continuamente orientadas hacia Cristo y, a la vez, son luz que guía a los hombres hacia el Señor (cf. Mt,14-16), Los ángeles muestran la vinculación estrecha entre las comunidades con el Señor, como estrellas en manos de Jesús.

CUANDO MEDITES

Releer despacio el texto. Dejarse impresionar por la experiencia de fidelidad al seguimiento de Jesús del Vidente. En la experiencia personal y en la experiencia de la Iglesia Jesús puede aparecer, con frecuencia ausente y débil… aquí aparece como el Señor de la vida, capaz de vivificar nuestra existencia más allá de las pruebas y de las oscuridades

CUANDO ORES

- Dejar que surjan sentimientos de alabanza ante el Misterio que se nos desvela.
- Acción de gracias porque Jesús posa la mano sobre nosotros. Escuchar una vez más: “No temas”
- Adoración al Cristo presente en la Iglesia y petición de ayuda para ser luz que guía a los hombres hacia el Señor (cf. Mt,14-16)
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Muy recomendable: Klemens Stock, “La última palabra es de Dios. El Apocalipsis como Buena Noticia”, San Pablo, 2005


(Quique Climent, Equipo de Lectio Divina de la U.P.Comillas)

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