Cuando el sacerdote depositó el pan en mis manos, esta mañana, me brotó inmediatamente la siguiente oración:
Eres el Cuerpo de Cristo. Él se entrega a ti para que tú te entregues a Él. Él viene a ti para que tú no dejes de venir a Él. Él entra en ti para que tú entres en Él. Él vive en ti para que tú vivas en Él. Él desciende a ti para que tú puedas alcanzarlo. Él te alimenta a ti para que tú alimentes a muchos. Él se vierte en tu sangre para que tú derrames tu sangre. Él se hace carne para que tú te hagas Espíritu. Él se hace nada para que tú lo seas todo. Él viene a tu humanidad necesitada para que tú te acerques a la humanidad necesitada. Él es pan partido para que tú seas pan repartido. Él viene a todos, sin exclusión, para que tú incluyas a todos. Él es tu Vida. No hay otra cosa que necesites saber. No hay nada más que necesites vivir. Eso te es suficiente. Conviértete en Aquel al que amas, en Aquel que recibes, en Aquel que te habita. Tú eres su Cuerpo Viviente en la entraña del mundo.
Presento, en este post, los materiales para la oración y reflexión que ofrece la web oficial del 50 Congreso Eucarístico internacional, que tendrá lugar en Dublín (10-17 de junio de
2012), y cuyo lema es "Eucaristía: Comunión con Cristo y entre nosotros".
Estos materiales pueden ayudarnos a preparar alguna "Hora de oración eucarística", o para la oración personal y la preparación del corazón a la fiesta del Cuerpo del Señor que celebraremos el próximo domingo, 10 de junio.
Reunidos para una
Hora Santa
Hay
una abundancia de material sobre los orígenes y el propósito de la devoción
eucarística fuera de la celebración de la Eucaristía, por lo que aquí se ofrece
sólo un pensamiento sobre la dinámica de una Hora Santa y una sugerencia de
cómo se podría llevar a cabo.El formato es,
generalmente:- Himno Eucarístico- Exposición- Adoración- Bendición- Retirada del Santísimo Esta
dinámica puede incluir:• Un
himno adecuado. • Bienvenida y presentación. Dado
que el objetivo de 'Adoración' es volver a revivir y prolongar la experiencia
de la comunión eucarística que comenzó en la Misa, la asamblea podría ser
invitada a recordar un caso reciente en el que reconoció a Jesús en la fracción
del pan. •
Exposición del Santísimo Sacramento. • El
tiempo de la adoración silenciosa. Para
enriquecer la experiencia de la asamblea podría incluir una invitación para que
Jesús, que es la Verdad, el Camino y la Vida, dirija nuestra oración. 1. Jesús,
que es la Verdad, habla: la proclamación de un breve pasaje de la Escritura -
tal vez de la historia de Emaús y la cena de aquella noche, o cualquier otro pasaje
relacionado con la "comunión". Dejemos después suficiente
tiempo para la reflexión personal. 2. Jesús,
que es el Camino, conduce: una invitación a reflexionar sobre cómo la comunión
con el Señor
y con la comunidad cristiana es visible y ha sido un apoyo en la camino de la
vida hasta este momento. 3. Jesús,
que es la Vida, sostiene: podemos invitar
a orar en silencio o de forma compartida, por las necesidades de la humanidad…
Podría ser útil
recordar las palabras de Agustín: “En la comunión, el ministro dice: "El Cuerpo
de Cristo" y tú respondes,"¡ Amén! “ Cuando tú dices "Amén", estás diciendo sí a lo que
eres” (Sermón 272). La adoración de la Eucaristía
debe llevar a la renovada conciencia de nuestra identidad, de aquello que
somos: el Cuerpo de Cristo, vivo y activo cada día, en nuestra parroquia y más
allá. • Bendición
de la asamblea. • El
Santísimo vuelve a ser depositado en el sagrario, acompañando el acto con un
canto adecuado de adoración.
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Pensamientos parael viaje: Lecturas y reflexiones
Leemos Lucas 24,13-35
13 Aquel mismo día iban dos de ellos a un
pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, 14
y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. 15 Y sucedió
que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió
con ellos; 16 pero sus ojos estaban retenidos para que no le
conocieran.
17 El les dijo: - ¿De qué discutís entre
vosotros mientras vais andando?
Ellos se pararon con aire
entristecido. 18 Uno de ellos llamado Cleofás le respondió:
- ¿Eres tú el único
residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?
19 El les dijo: - ¿Qué cosas?
Ellos le dijeron: - Lo de
Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de
Dios y de todo el pueblo; 20 cómo nuestros sumos sacerdotes y
magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. 21 Nosotros
esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas
cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó.
22 El caso es que algunas mujeres de las
nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, 23
y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una
aparición de ángeles, que decían que él vivía. 24 Fueron también
algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían
dicho, pero a él no le vieron.
El les dijo: - ¡Oh
insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! 26
¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?
27 Y, empezando por Moisés y continuando
por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las
Escrituras.
28 Al acercarse al pueblo a donde iban, él
hizo ademán de seguir adelante. 29 Pero ellos le forzaron
diciéndole: - Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.
Y entró a quedarse con
ellos. 30 Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el
pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. 31
Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su
lado.
32 Se dijeron uno a otro: - ¿No estaba
ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y
nos explicaba las Escrituras?
33 Y, levantándose al momento, se volvieron
a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, 34
que decían: - ¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!
35 Ellos, por su parte, contaron lo que les
había pasado en el camino y cómo le había conocido en la fracción del pan.
Reflexión
Esa primera nochecon los dos discípulosfue sólo el comienzo. Poco haría pensar que el viaje-huídaa la aldea de Emaús, que comenzó con sentimientos de
desesperanza,seríacomouna revelacióny un inmenso aliento. El reconocimiento
de
Jesús resucitadoen la'fracción del pan" fue sólo el
comienzo.
Durante más de
2000años,
los cristianosde
todo el mundohan
hecho lo mismo. Al orar juntos esta tarde, las palabras de Jesúsnos ayudan areconocer a Jesús presente en cada uno de nosotros y a ofrecer el mismo respeto yreverencia a cada persona
humana que la que reservamos a su Presencia admirableen elSantísimo Sacramento.
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Leemos Mateo
18:19-20
19 «Os aseguro también que si dos de vosotros
se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo
conseguirán de mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde
están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»
Reflexión
Reunidos entu nombre, Señor, te presentamos a todoslos que sufrencomo resultado de losabusos de cualquier tipo. Guíalos en el
camino de la curación yayúdales acada paso.
Oramos para que nuestras palabras de consuelo toquen los corazones deaquellos que han sidotraicionados y
maltratados.
El poderde la Eucaristíanos llena dedecisión para trabajar de
modo que esto nuncavuelva a suceder,porque nada es imposiblepara ti.
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Leemos Mateo
14:15-20
15 Al atardecer se le acercaron los discípulos
diciendo: «El lugar está deshabitado, y la hora es ya pasada. Despide, pues, a
la gente, para que vayan a los pueblos y se compren comida.» 16 Mas
Jesús les dijo: «No tienen por qué marcharse; dadles vosotros de comer.»17
Dícenle ellos: «No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.» 18
El dijo: «Traédmelos acá.» 19 Y ordenó a la gente reclinarse
sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los panes, se los dio a los
discípulos y los discípulos a la gente. 20 Comieron todos y se
saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes doce canastos llenos. 21
Y los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
Reflexión
“En la Eucaristía, Jesús nos hace
testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana. Nace así, en torno
al Misterio Eucarístico, el servicio de la caridad para con el próximo, que
consiste justamente en que, en Dios y con Dios, amo también a la persona que no
me agrada o ni siquiera conozco. Esto sólo puede llevarse a cabo a partir del
encuentro íntimo con Dios, un encuentro que se ha convertido en comunión de
voluntad, llegando a implicar el sentimiento. Entonces aprendo a mirar a esta
otra persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva
de Jesucristo. De ese modo, en las
personas que encuentro reconozco a hermanos y hermanas por los que el Señor ha
dado su vida amándolos “hasta el extremo” (Jn 13,1). Por consiguiente, nuestras
comunidades, cuando celebran la Eucaristía, han de ser cada vez más conscientes
de que el sacrificio de Cristo es para todos y que, por eso, la Eucaristía
impulsa a todo el que cree en Él a hacerse “pan partido” para los demás y, por
tanto, a trabajar por un mundo más justo y fraterno. Pensando en la
multiplicación de los panes y los peces, hemos de reconocer que Cristo sigue
exhortando también hoy a sus discípulos a comprometerse en primera persona: “Dadles
vosotros de comer” (Mt 14,16). En verdad, la vocación de cada uno de nosotros
consiste en ser, junto con Jesús, pan partido para la vida del mundo" (Sacramentum
Caritatis, art. 88).
- ¿Cómo podemos ser nosotros "pan partido" para los demás?
- ¿Cómo podemos ser "otro Cristo" en nuestra
familia, para nuestros hijos, para nuestro marido o nuestra mujer, para
nuestros amigos, para los pobres…?
El Papa Benedicto XVItambién hablade la pazen relación conla Eucaristía: "Todos los que participamos de la Eucaristía
hemos de empeñarnosen construir la pazen nuestromundo marcado por tantasviolencias y guerras,y hoyen particularel terrorismo, la corrupción
económica y
la explotación sexual. "
- Recemos esta tardepor la paz enel mundo, y por el fin dela guerra, la violenciay la opresión…
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Reflexión
EnSacramentum Caritatis 84,el Papa Benedicto XVIvinculala misióny la Eucaristía: “No podemos guardar para nosotros el amor
que celebramos en el Sacramento. Éste exige por su naturaleza que sea
comunicado a todos. Lo que el mundo necesita es el amor de Dios, encontrar a
Cristo y creer en Él. Por eso la Eucaristía no es sólo fuente y culmen de la
vida de la Iglesia; lo es también de su misión: «Una Iglesia auténticamente
eucarística es una Iglesia misionera».
También nosotros podemos decir a nuestros hermanos con convicción: «Lo que
hemos visto y oído os lo anunciamos para que estéis unidos con nosotros» (1
Jn 1,3). Verdaderamente, nada hay más hermoso que encontrar a Cristo y
comunicarlo a todos... No podemos acercarnos a la Mesa eucarística sin dejarnos llevar por
ese movimiento de la misión que, partiendo del corazón mismo de Dios, tiende a
llegar a todos los hombres. Así pues, el impulso misionero es parte
constitutiva de la forma eucarística de la vida cristiana."
La Beata Teresa de Calcutaera una mujercon
un gran sentidode la misión.
Ella era impulsadaa la
acciónpor sucompromiso con Jesúsen la Eucaristía ynos animahoy a hacercosas
maravillosas en su nombre: "Lo que yo hago no
lo puedes hacer tú; y lo que tú haces
no lo puedo hacer yo.Las necesidades son
grandes,
y
ninguno de nosotros, incluyéndome a mí, podremos jamáshacer grandes cosas.Pero todos podemoshacer cosas pequeñascon un gran amor, y juntos podemoshacer algo maravilloso. "
Madre Teresa valora el tiempodedicado ala presencia de Jesús: "La Hora Santa ante la Eucaristíanos debe llevar auna
"hora santa" con
los pobres,con aquellos que
nuncaserán un "éxitohumano" ycuyo únicoconsuelo
esJesús.NuestraEucaristíaestá
incompletasi nonos haceamar y servir alos
pobres.Entrando en comunión
conlos pobres,descubrimos nuestrapropia pobreza."
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Reflexión
El Papa Benedicto XVI, en Sacramentum Caritatis
90,nos
anima aser
conscientes delos
que están ennecesidad:
“No podemos permanecer pasivos ante ciertos
procesos de globalización que con frecuencia hacen crecer desmesuradamente en
todo el mundo la diferencia entre ricos y pobres. Debemos denunciar a quien
derrocha las riquezas de la tierra, provocando desigualdades que claman al
cielo (cf. St 5,4)… El Señor Jesús, Pan de vida eterna, nos apremia y
nos hace estar atentos a las situaciones de pobreza en que se halla todavía
gran parte de la humanidad: son situaciones cuya causa implica a menudo un
clara e inquietante responsabilidad por parte de los hombres… El alimento de la
verdad nos impulsa a denunciar las situaciones indignas del hombre, en las que,
a causa de la injusticia y la explotación, se muere por falta de comida, y nos
da nueva fuerza y ánimo para trabajar sin descanso en la construcción de la civilización
del amor.
Los cristianos han procurado desde el principio
compartir sus bienes (cf. Hch 4,32) y ayudar a los pobres (cf. Rm
15,26). La colecta en las asambleas litúrgicas no sólo nos lo recuerda
expresamente, sino que es también una necesidad muy actual. Las instituciones
eclesiales de beneficencia, en particularCaritasen sus diversos
ámbitos, prestan el precioso servicio de ayudar a las personas necesitadas,
sobre todo a los más pobres. Estas instituciones, inspirándose en la
Eucaristía, que es el sacramento de la caridad, se convierten en su expresión
concreta; por ello merecen todo encomio y estímulo por su compromiso solidario
en el mundo."
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Reflection Críost Liom
Críost liom,
Críost romham,
Críost i mo dhiaidh,
Críost istigh ionam,
Críost fúm,
Críost os mo chionn,
Críost ar mo lámh dheas,
Críost ar mo lámh chlé,
Críost i mo lúi dom,
Críost i mo sheasamh dom,
Críost i gcrói gach duine atá ag cuimhneamh orm,
Críost i mbéal gach duine a labhráionn lom,
Críost i ngach súil a fhéachann orm,
Críost i ngach cluas a éisteann liom.
Cristo
conmigo,
Cristo delante mí,
Cristo detrás de mí,
Cristo en mí,
Cristo debajo mí,
Cristo sobre mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de toda persona que piensa en mí,
Cristo en la boca de toda persona que habla de mí,
Cristo en todo ojo que me mira, Cristo en todo oído que me escucha.
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Himno: Though We Are Many -
(Bernard Sexton)
Though we are many, we are one body,
we who come to share this living bread;
Cup of salvation, shared among all nations,
nourishing us now and evermore.
1. We gather in this place
round the table of the Lord.
Christ’s presence is revealed
in our communion and his Living Word.
2. Now our communion recalls
Christ’s death and resurrection.
This living sacrifice
is our salvation now and evermore.
3. And through this shared Eucharist
we are the living Church.
We witness to Christ’s love
His living body active in our world.
4. This bread unites the baptised
who are called to this great feast.
The feast, a sign of God's love,
a great communion with the saints above.
5. And when we leave here today
with hearts renewed in joy,
So nourished, we will embrace
the challenge now to live the Christian call.
6. As Patrick prophet of old
trod the path we tread today,
so we proclaim the Good News
and share the living message with joy.
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Aunque somos muchos-(BernardSexton) Aunquesomos muchos, somos un solo cuerpo, nosotros, quevenimos acompartir estepan de vida; Copade la salvación,compartidaentre todas las naciones, que nos nutre ahora ysiempre.
1. Nos reunimos eneste lugar alrededor de la mesadel Señor. La presencia de Cristose revela en nuestra comunióny suPalabra Viva.
2. Ahoranuestra
comunión recuerda la muerte de
Cristo y su resurrección. Estesacrificio vivo es nuestra salvaciónahora y siempre.
3. Y a través deesta
Eucaristíacompartida somosla Iglesia viva. Somos testigosdel amor de Cristo, suCuerpo Vivo que actúa ennuestro mundo.
4. Este panune alos bautizados que son llamados aesta gran fiesta. La fiesta, un signodel amor de Dios, una gran comunióncon los santos que
nos han precedido.
5. Y cuandonos
vayamos de aquíhoy con el corazón renovadoen la alegría, alimentados así, abrazaremos ahora el retode vivir lavocación cristiana.
6. Como Patricio,profeta de tiempos pasados, recorrió el caminoque pisamoshoy, así nosotros proclamamos la Buena Noticia y compartimosel vivo mensaje con
alegría.
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Oración eucarística
Padre Dios, creemos que
eres el Creador de todas las cosas
y que te has hecho cercano
a nosotros en el rostro de tu Hijo,
concebido de María Virgen
por obra del Espíritu Santo,
para darnos vida y Vida
abundante.
Creemos, Padre Providente
que, por la fuerza de tu Espíritu,
el pan y el vino se
transforman en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
verdadera comida y
verdadera bebida que aligera el hambre del camino.
Creemos, Señor Jesús, que
tu Encarnación se prolonga
en la simiente de tu
Cuerpo Eucaristía,
para dar de comer a los
hambrientos de luz y de verdad,
de amor y de perdón, de
gracia y salvación.
Creemos que en la Eucaristía
te haces presente en la historia,
para alimentar la
debilidad del peregrino
y el sueño del que anhela
dar fruto en su trabajo.
Sabemos que en Belén, la
"Casa del Pan",
el Padre Bueno nos regaló,
en el vientre de María Virgen,
el pan que ofrece a los
hambrientos de infinito.
Creemos, Jesús Eucaristía,
que estás real y verdaderamente presente
en el pan y el vino
consagrados,
prolongando tu presencia
salvadora
y ofreciendo a tus ovejas,
como Buen Pastor,
comida abundante y
manantiales de agua viva.
Creemos que en la Eucaristía
estás Tú todo entero,
ofrecido en sacrificio y
dando vida al mundo,
siempre hambriento de verdad
y de amor.
Aquella noche del
Cenáculo, al tomar, Señor,
el pan y el vino entre tus
manos,
te estabas ofreciendo a
todos, por los años y siglos infinitos.
Contigo, Cordero de la
Alianza, se elevan en cada altar,
donde te ofreces al Padre,
los frutos de la tierra y
del trabajo del hombre,
la vida del creyente, la
duda del que busca,
la sonrisa de los niños,
los proyectos de los jóvenes,
el dolor de los que sufren
y la ofrenda del que da y
se da a sus hermanos.
Creemos, Señor Jesús, que
tu bondad ha preparado
una mesa para el grande y
el pequeño,
y que, en tu mesa, nos
hacemos hermanos
hasta dar la vida unos por
otros,
como Tú lo hiciste por
todos.
Creemos que en la mesa
preparada para todos,
siempre habrá un lugar
para el que busca,
un espacio para el
marginado de la vida,
superando los signos de la
muerte
e inaugurando unos cielos
nuevos y una tierra nueva.
Creemos, Jesús, que no has
dejado a tus hermanos solos,
permaneces discreto en el
sagrario del corazón
y en el pan y el vino de
tu mesa,
como luz y fuerza del
débil peregrino.
Creemos, en fin, que en
los inicios del tercer milenio,
te haces compañero en el
camino.
Gracias, Jesús Eucaristía,
por impulsarnos a una Nueva Evangelización
llevados y fortalecidos
por Ti.
Gracias por hacernos pan
partido y compartido, como Tú,
para la vida del mundo.
Que tu Madre acompañe a
los que aceptan vivir y anunciar tu Palabra,
1Por aquellos días se reunió otra vez mucha
gente. Como no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
2- Me da lástima esta gente. Ya hace tres días
que están conmigo y no tienen nada que comer. 3Si los despido y los
dejo ir a sus casas en ayunas van a desfallecer por el camino. Y algunos han
venido de lejos.
4Los discípulos le contestaron:
- Pero ¿de dónde podrá uno
sacar pan para dar de comer a todos estos en este lugar apartado?
5Jesús les pregunto:
- ¿Cuántos panes tenéis?
Ellos contestaron:
- Siete.
6Jesús dispuso que la gente se acomodase sobre la
tierra. Luego tomó los siete panes, dio gracias a Dios, los partió y se los
fue dando a sus discípulos para que ellos los distribuyeran. Y los
discípulos los distribuyeron entre la gente.7Tenían además unos
cuantos peces; Jesús los bendijo y mando que los repartieran. 8Todos
comieron hasta quedar satisfechos, y todavía se recogieron siete espuertas de los
trozos sobrantes de pan. 9Luego Jesús despidió a la multitud, que
eran unas cuatro mil personas. 10A continuación subió a la barca con
sus discípulos y se dirigió a la región de Dalmanuta.
CUANDO LEAS
Si
tuviéramos que poner un título a este pasaje, posiblemente sería el Banquete
para la comunidad cristiano-pagana, o también la multiplicación de los
panes y los peces para la comunidad cristiano-pagana. Creo que esto es
importante que lo tengamos en cuenta y sea, además, el marco de nuestra
oración. Desde luego que tiene diferencias notables con respecto a la primera
multiplicación: «por aquellos días», no aparece en la primera; «hace ya tres
días»; «algunos han venido de lejos»; aquí no se habla de ovejas y pastor; se
sientan sobre la tierra; aquí los panes son siete y los peces algunos. En el
anterior, sobran doce canastos, aquí siete espuertas; en el primero, nos
encontramos en la parte occidental del lago, aquí en la oriental; aquí siente
compasión de los paganos.
Nos
detenemos un poco en estas diferencias, ya que nos pueden ayudar. «Por aquellos
días», los días de la entrada de los gentiles en el pueblo escogido y el
cumplimiento pleno de la alianza tal como lo anunciaron los profetas. El número
siete normalmente en la Sagrada Escritura nos remite al mundo pagano. Los tres
días hace referencia a la resurrección por lo que la entrada de los gentiles en
la comunidad es una experiencia pascual. «Algunos han venido de lejos», con
esta expresión en algunos textos bíblicos se hace referencia a los gentiles
(Jos 9,6-9; Is 60,4). El acomodarse sobre la tierra tiene un sentido más
universal. También los paganos quedan satisfechos, pues la comunión con Jesús
satisface siempre. La palabra espuerta hace referencia al mundo gentil. También
señala universalidad el que no se restrinja el número de comensales a los
varones.
Tanto en un
relato como en otro, la gente, el pueblo está abandonado. En una situación como
esta se confían totalmente a Jesús. Y ante esto, Jesús no puede más que
compadecerse y manifestar la misericordia divina. Pero, además quiere que sus
discípulos se impliquen, «los discípulos los distribuyeron a la gente».
Al final
hemos de reconocer que estamos ante una narración de la eucaristía. Este pan
está preparando el pan eucarístico, y, al mismo tiempo simboliza el pan de la
Palabra.
A pesar de
todo, los discípulos parecen no comprender nada.
CUANDO
MEDITES
- Vuelve a pasar por tu corazón
este relato e imagínate que eres una de aquellas personas que reciben este don
de saciarse de pan que nos regala Jesús. Mantente pasivo/a como la gente del
relato. Jesús es el protagonista y el que nos hace el regalo. ¿Qué sientes?
- ¿Has tenido alguna vez la
experiencia de «ser alimentado/a por Jesús»? Rememora este momento.
- Los discípulos parecen no
entender, ¿me ocurre a mí lo mismo?, ¿qué es lo que me impide entender los
gestos y la Palabra de Jesús.
- Cuando estés tranquilo/a en
casa, puedes ir al texto de la primera multiplicación (6,33-44) y date cuenta
de las diferencias entre los dos relatos.
CUANDO ORES
- Da gracias a Dios por el gran
don de alimentarte con el pan de la eucaristía y el pan de la Palabra.
- Pídele perdón por las veces que
por tu propia negligencia no eres capaz de reconocer los gestos y palabras de
Jesús.
- Pide al Señor ser un
instrumento en sus manos que le ayude a repartir el pan de la eucaristía y el
pan de la Palabra.
Salmo 90
Señor, durante generaciones
tú has sido nuestro refugio.
Antes que se formasen los montes
y la tierra y el orbe surgieran
desde siempre y para siempre tú
eres Dios.
Tú haces que el ser humano vuelva
al polvo,
diciendo:¡Regresad hijos de Adán!
Porque mil años ante tus ojos
son como un día, como un ayer que
ya pasó,
como una vigilia en la noche.
Cólmanos de tu amor por la mañana
para que cantemos alegres toda la
vida.
Que descienda sobre nosotros
la gracia del Señor, nuestro
Dios.
Afianza la obra de nuestras
manos;
sí, afianza la obra de nuestras
manos.
(Autor: Pepe Pedregosa, ssp; Equipo de lectio divina de la UPComillas)
Lectura orante de Lucas 24,13-35 (Evangelio del III Domingo de Pascua)
YInvocación al Espíritu, camino de Emaús
Espíritu Santo, Dador de Vida y Maestro interior,
ven a mi encuentro
y enséñame los caminos a seguir.
Como los discípulos de Emaús,
arrastro numerosas cargas a mi espalda
y algún que otro peso en el corazón:
desesperanza, proyectos frustrados, desaliento,
cansancios, miedos, dudas...
Acércate,
entra en mi casa
y susurra en mi oído
la Buena Noticia de la Resurrección,
noticia que da paz, descanso y fuerza
a las rodillas vacilantes.
Sopla sobre mí tu aliento
y dame vida nueva.
Sopla sobre mí tu aliento
y lléname de luz y de fe.
Sopla sobre mí tu aliento
y guíame hacia donde Dios quiere llevarme.
Sopla sobre mí tu aliento
y abre mis ojos
para que reconozca a Jesús Resucitado
en la Palabra que nos salva
y en la mesa compartida
de la Eucaristía y del Amor, que se hace pan,
en detalles y gestos cotidianos.
aLeemos el Evangelio
Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran.
El les dijo: - ¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando?
Ellos se pararon con aire entristecido. Uno de ellos llamado Cleofás le respondió:
- ¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?
El les dijo: - ¿Qué cosas?
Ellos le dijeron: - Lo de Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó.
El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía. Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
El les dijo: - ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?
Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras.
Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le forzaron diciéndole: - Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.
Y entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado.
Se dijeron uno a otro: - ¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: - ¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!
Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan.
aMeditamos a partir del Evangelio
- "Jesús se puso a caminar a su lado..." Sé que caminas a mi lado, y que nada de cuando pueda pensar, sentir o hacer aleja de mí la presencia de tu Santo Espíritu. Soy una mujer habitada por ti, habitada por lo divino.
- "¿De qué venís hablando por el camino?" ¿Qué llevo en el corazón? ¿Qué me agobia? ¿Qué me preocupa? ¿Qué me asusta? ¿Qué me cansa?...
- "Nosotros teníamos la esperanza... pero..." ¿Cuáles son mis esperanzas frustradas? ¿Dónde y cuándo me fallan la fe y la esperanza?
- "Algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado..." Les han sobresaltado con la buena noticia de que Jesús está vivo. Ellas son las primeras testigos de la resurrección, las que se atrevieron a hablar, aunque sus palabras parecían locas o absurdas. ¿A quién sobresalto yo, positivamente, con el testimonio de mi vida? ¿Mi vida "sobresalta", cuando hablo a los otros de Dios?
- "¡Cuánto os cuesta creer!" ¿Qué necesitamos que Dios haga con nosotros para que creamos? ¿Por qué nos cuesta tanto abandonarnos al amor del Invisible? ¿Por qué el racionalismo nos puede tanto que impide, incluso, a algunas personas, el beneficio de la duda sobre la existencia de Dios?
- "[Jesús] se puso a explicarles las Escrituras (...), tomó pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio...". Palabra y Eucaristía. El alimento que me da vida, que me fortalece, que me modela, que me conforma con aquel que recibo y asimilo.
Sin la Palabra y la Eucaristía, mi vida sería desapasionada, plana, sofocada por la insoportable levedad del ser sin trascendencia; una vida aislada, sin meta ni proyecto. Porque en la Palabra late el palpitar del proyecto del Reino, el único proyecto y tarea con sentido, y la Eucaristía es comunión con Dios y con los otros, escuela de una vida compartida, entregada y feliz.
- A vosotros, que oráis con este relato del encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús, os propongo continuar la siguiente frase: "SIN LA PALABRA Y LA EUCARISTÍA, MI VIDA SERÍA..."
Mi compañera orante ha hecho ese ejercicio, y ha escrito lo siguiente:
"Asfixia sin respiro, temor continuo, desierto infecundo, oscuridad infinita, gélido y largo invierno, miopía permanente.
Ausencia de bálsamo y consuelo, en situaciones de falta de perspectiva, anorexia espiritual.
Sin dejarme configurar por la Palabra, por la que he sido llamada, nada soy. Sin Pastor que me conduzca a verdes praderas y fuentes tranquilas, estoy perdida. Si Tú no me hablas, soy como quien baja a la fosa. ¡Sólo Tú tienes palabras de vida...!
Sabiduría escondida, tesoro oculto. Como el maná que nutrió a Israel en el desierto. Pan fresco, perfumado y caliente, pan del día, que sacia mi hambre.
La Palabra hace luminosos los rostros y abre los oídos del corazón. Al principio era la Palabra, y la Palabra era Dios, y la Palabra estaba junto a Dios. Al principio era la escucha, y la escucha, el ser humano.
Teje el tejido de mi vocación, mi Señor, con el hilo de tu Palabra vivificante.
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Nota:Podéis encontrar otra propuesta de lectio divina sobre este texto en el apartado correspondiente de www.discipulasdm.org