martes, 5 de junio de 2012

Eucaristía: Comunión con Cristo y entre nosotros


Presento, en este post, los materiales para la oración y reflexión que ofrece la web oficial del 50 Congreso Eucarístico internacional, que tendrá lugar en Dublín (10-17 de junio de 2012), y cuyo lema es "Eucaristía: Comunión con Cristo y entre nosotros".
Estos materiales pueden ayudarnos a preparar alguna "Hora de oración eucarística", o para la oración personal y la preparación del corazón a la fiesta del Cuerpo del Señor que celebraremos el próximo domingo, 10 de junio. 


Reunidos para una Hora Santa

Hay una abundancia de material sobre los orígenes y el propósito de la devoción eucarística fuera de la celebración de la Eucaristía, por lo que aquí se ofrece sólo un pensamiento sobre la dinámica de una Hora Santa y una sugerencia de cómo se podría llevar a cabo. El formato es, generalmente: - Himno Eucarístico - Exposición - Adoración - Bendición - Retirada del Santísimo
 
Esta dinámica puede incluir:
  Un himno adecuado.
  Bienvenida y presentación. Dado que el objetivo de 'Adoración' es volver a revivir y prolongar la experiencia de la comunión eucarística que comenzó en la Misa, la asamblea podría ser invitada a recordar un caso reciente en el que reconoció a Jesús en la fracción del pan.
  Exposición del Santísimo Sacramento.
  El tiempo de la adoración silenciosa. Para enriquecer la experiencia de la asamblea podría incluir una invitación para que Jesús, que es la Verdad, el Camino y la Vida, dirija nuestra oración.
1. Jesús, que es la Verdad, habla: la proclamación de un breve pasaje de la Escritura
- tal vez de la historia de Emaús y la cena de aquella noche, o cualquier otro
pasaje relacionado con la "comunión". Dejemos después suficiente tiempo para la reflexión personal.
2. Jesús, que es el Camino, conduce: una invitación a reflexionar sobre cómo la comunión con el Señor y con la comunidad cristiana es visible y ha sido un apoyo en la camino de la vida hasta este momento.
3. Jesús, que es la Vida, sostiene:  podemos invitar a orar en silencio o de forma compartida, por las necesidades de la humanidad…

 
Podría ser útil recordar las palabras de Agustín: “En la comunión, el ministro dice: "El
Cuerpo de Cristo" y tú respondes,"¡ Amén! “  Cuando tú dices  "Amén", estás diciendo sí a lo que eres” (Sermón 272). La adoración de la Eucaristía debe llevar a la renovada conciencia de nuestra identidad, de aquello que somos: el Cuerpo de Cristo, vivo y activo cada día, en nuestra parroquia y más allá.
  Bendición de la asamblea.
  El Santísimo vuelve a ser depositado en el sagrario, acompañando el acto con un canto adecuado de adoración.

---------------------------------
Pensamientos para el viaje: Lecturas y reflexiones

Leemos Lucas 24,13-35

13 Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, 14 y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. 15 Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; 16 pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran.
17 El les dijo: - ¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando?
Ellos se pararon con aire entristecido. 18 Uno de ellos llamado Cleofás le respondió:
- ¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no sabe las cosas que estos días han pasado en ella?
19 El les dijo: - ¿Qué cosas?
Ellos le dijeron: - Lo de Jesús el Nazoreo, que fue un profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo; 20 cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados le condenaron a muerte y le crucificaron. 21 Nosotros esperábamos que sería él el que iba a librar a Israel; pero, con todas estas cosas, llevamos ya tres días desde que esto pasó.
22 El caso es que algunas mujeres de las nuestras nos han sobresaltado, porque fueron de madrugada al sepulcro, 23 y, al no hallar su cuerpo, vinieron diciendo que hasta habían visto una aparición de ángeles, que decían que él vivía. 24 Fueron también algunos de los nuestros al sepulcro y lo hallaron tal como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
El les dijo: - ¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?
27 Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras.
28 Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. 29 Pero ellos le forzaron diciéndole: - Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado.
Y entró a quedarse con ellos. 30 Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. 31 Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado.
32 Se dijeron uno a otro: - ¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?
33 Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, 34 que decían: - ¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!
35 Ellos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo le había conocido en la fracción del pan.

Reflexión

Esa primera noche con los dos discípulos fue sólo el comienzo. Poco haría pensar que el viaje-huída a la aldea de Emaús, que comenzó con sentimientos de desesperanza, sería como una revelación y un inmenso aliento. El reconocimiento de Jesús resucitado en la 'fracción del pan" fue sólo el comienzo. Durante más de 2000 años, los cristianos de todo el mundo han hecho lo mismo.
Al orar juntos esta tarde, las palabras de Jesús
nos ayudan a reconocer a Jesús presente en cada uno de nosotros y a ofrecer el mismo respeto y reverencia a  cada persona humana que la que reservamos  a su Presencia admirable en el Santísimo Sacramento.

---------------------------------------


Leemos Mateo 18:19-20

19 «Os aseguro también que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. 20 Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»


Reflexión

Reunidos en tu nombre, Señor, te presentamos a todos los que sufren como resultado de los abusos de cualquier tipo. Guíalos en el camino de la curación y ayúdales a cada paso.  
Oramos para que nuestras palabras de consuelo toquen los corazones de aquellos que han sido traicionados y maltratados. El poder de la Eucaristía nos llena de decisión para trabajar de modo que esto nunca vuelva a suceder, porque nada es imposible para ti.

------------------------------------

Leemos Mateo 14:15-20



15 Al atardecer se le acercaron los discípulos diciendo: «El lugar está deshabitado, y la hora es ya pasada. Despide, pues, a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren comida.» 16 Mas Jesús les dijo: «No tienen por qué marcharse; dadles vosotros de comer.» 17 Dícenle ellos: «No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.» 18 El dijo: «Traédmelos acá.» 19 Y ordenó a la gente reclinarse sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición y, partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la gente. 20 Comieron todos y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes doce canastos llenos. 21 Y los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Reflexión

“En la Eucaristía, Jesús nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana. Nace así, en torno al Misterio Eucarístico, el servicio de la caridad para con el próximo, que consiste justamente en que, en Dios y con Dios, amo también a la persona que no me agrada o ni siquiera conozco. Esto sólo puede llevarse a cabo a partir del encuentro íntimo con Dios, un encuentro que se ha convertido en comunión de voluntad, llegando a implicar el sentimiento. Entonces aprendo a mirar a esta otra persona no ya sólo con mis ojos y sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo.  De ese modo, en las personas que encuentro reconozco a hermanos y hermanas por los que el Señor ha dado su vida amándolos “hasta el extremo” (Jn 13,1). Por consiguiente, nuestras comunidades, cuando celebran la Eucaristía, han de ser cada vez más conscientes de que el sacrificio de Cristo es para todos y que, por eso, la Eucaristía impulsa a todo el que cree en Él a hacerse “pan partido” para los demás y, por tanto, a trabajar por un mundo más justo y fraterno. Pensando en la multiplicación de los panes y los peces, hemos de reconocer que Cristo sigue exhortando también hoy a sus discípulos a comprometerse en primera persona: “Dadles vosotros de comer” (Mt 14,16). En verdad, la vocación de cada uno de nosotros consiste en ser, junto con Jesús, pan partido para la vida del mundo" (Sacramentum Caritatis, art. 88).

- ¿Cómo podemos ser nosotros "pan partido" para los demás?
- ¿Cómo podemos ser "otro Cristo" en nuestra familia, para nuestros hijos, para nuestro marido o nuestra mujer, para nuestros amigos, para los pobres…?

El Papa Benedicto XVI también habla de la paz en relación con la Eucaristía: "Todos los que participamos de la Eucaristía hemos de empeñarnos en construir la paz en nuestro mundo marcado por tantas violencias y guerras, y hoy en particular el terrorismo, la corrupción económica y la explotación sexual. "

- Recemos esta tarde por la paz en el mundo, y por el fin de la guerra, la violencia y la opresión…

-----------------------------------

Reflexión

En Sacramentum Caritatis 84, el Papa Benedicto XVI vincula la misión y la Eucaristía:No podemos guardar para nosotros el amor que celebramos en el Sacramento. Éste exige por su naturaleza que sea comunicado a todos. Lo que el mundo necesita es el amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en Él. Por eso la Eucaristía no es sólo fuente y culmen de la vida de la Iglesia; lo es también de su misión: «Una Iglesia auténticamente eucarística es una Iglesia misionera». También nosotros podemos decir a nuestros hermanos con convicción: «Lo que hemos visto y oído os lo anunciamos para que estéis unidos con nosotros» (1 Jn 1,3). Verdaderamente, nada hay más hermoso que encontrar a Cristo y comunicarlo a todos... No podemos acercarnos a la Mesa eucarística sin dejarnos llevar por ese movimiento de la misión que, partiendo del corazón mismo de Dios, tiende a llegar a todos los hombres. Así pues, el impulso misionero es parte constitutiva de la forma eucarística de la vida cristiana."
 
La Beata Teresa de Calcuta era una mujer con un gran sentido de la misión. Ella era impulsada a la acción por su compromiso con Jesús en la Eucaristía y nos anima hoy a hacer cosas maravillosas en su nombre: "Lo que yo hago no lo puedes hacer  tú; y lo que tú haces no lo puedo hacer yo. Las necesidades son grandes, y ninguno de nosotros, incluyéndome a mí, podremos jamás hacer grandes cosas. Pero todos podemos hacer cosas pequeñas con un gran amor, y juntos podemos hacer algo maravilloso. "

Madre Teresa
valora el tiempo dedicado a la presencia de Jesús: "La Hora Santa ante la Eucaristía nos debe llevar a una "hora santa" con los pobres, con aquellos que nunca serán un "éxito humano" y cuyo único consuelo es Jesús. Nuestra Eucaristía está incompleta si no nos hace amar y servir a los pobres. Entrando en comunión con los pobres, descubrimos nuestra propia pobreza."

----------------------------------

Reflexión


El Papa Benedicto XVI, en Sacramentum Caritatis 90, nos anima a ser conscientes de los que están en necesidad
“No podemos permanecer pasivos ante ciertos procesos de globalización que con frecuencia hacen crecer desmesuradamente en todo el mundo la diferencia entre ricos y pobres. Debemos denunciar a quien derrocha las riquezas de la tierra, provocando desigualdades que claman al cielo (cf. St 5,4)… El Señor Jesús, Pan de vida eterna, nos apremia y nos hace estar atentos a las situaciones de pobreza en que se halla todavía gran parte de la humanidad: son situaciones cuya causa implica a menudo un clara e inquietante responsabilidad por parte de los hombres… El alimento de la verdad nos impulsa a denunciar las situaciones indignas del hombre, en las que, a causa de la injusticia y la explotación, se muere por falta de comida, y nos da nueva fuerza y ánimo para trabajar sin descanso en la construcción de la civilización del amor

Los cristianos han procurado desde el principio compartir sus bienes (cf. Hch 4,32) y ayudar a los pobres (cf. Rm 15,26). La colecta en las asambleas litúrgicas no sólo nos lo recuerda expresamente, sino que es también una necesidad muy actual. Las instituciones eclesiales de beneficencia, en particular Caritas en sus diversos ámbitos, prestan el precioso servicio de ayudar a las personas necesitadas, sobre todo a los más pobres. Estas instituciones, inspirándose en la Eucaristía, que es el sacramento de la caridad, se convierten en su expresión concreta; por ello merecen todo encomio y estímulo por su compromiso solidario en el mundo."

--------------------------------------

Reflection Críost Liom

Críost liom,
Críost romham,
Críost i mo dhiaidh,
Críost istigh ionam,
Críost fúm,
Críost os mo chionn,
Críost ar mo lámh dheas,
Críost ar mo lámh chlé,
Críost i mo lúi dom,
Críost i mo sheasamh dom,
Críost i gcrói gach duine atá ag cuimhneamh orm,
Críost i mbéal gach duine a labhráionn lom,
Críost i ngach súil a fhéachann orm,
Críost i ngach cluas a éisteann liom.


Cristo conmigo,
Cristo delante mí,
Cristo detrás de mí,
Cristo en mí,
Cristo debajo mí,
Cristo sobre mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de toda persona que piensa en mí,
Cristo en la boca de toda persona que habla de mí,
Cristo en todo ojo que me mira,
Cristo
en todo oído que me escucha.

-----------------------------------------------


Himno: Though We Are Many - (Bernard Sexton)

Though we are many, we are one body,
we who come to share this living bread; 
Cup of salvation, shared among all nations,
nourishing us now and evermore.

1. We gather in this place
round the table of the Lord.
Christ’s presence is revealed
in our communion and his Living Word.

2. Now our communion recalls
Christ’s death and resurrection.
This living sacrifice
is our salvation now and evermore.

3. And through this shared Eucharist
we are the living Church.
We witness to Christ’s love
His living body active in our world.

4. This bread unites the baptised
who are called to this great feast.
The feast, a sign of God's love,
a great communion with the saints above.

5. And when we leave here today
with hearts renewed in joy,
So nourished, we will embrace
the challenge now to live the Christian call.

6. As Patrick prophet of old
trod the path we tread today,
so we proclaim the Good News
and share the living message with joy.

---------------------------------

Aunque somos muchos - (Bernard Sexton)

Aunque
somos muchos, somos un solo cuerpo,
nosotros, que
venimos a compartir este pan de vida;
Copa
de la salvación, compartida entre todas las naciones,
que nos nutre ahora y
siempre.

1
. Nos reunimos en este lugar
alrededor de la mesa
del Señor.
La presencia de Cristo
se revela
en nuestra comunión
y su Palabra Viva.

2
. Ahora nuestra comunión recuerda
la muerte
 de Cristo y su resurrección.
Este
sacrificio vivo
es nuestra salvación
ahora y siempre.

3
. Y a través de esta Eucaristía compartida
somos
la Iglesia viva.
Somos testigos
del amor de Cristo,
su
Cuerpo Vivo que actúa en nuestro mundo.

4
. Este pan une a los bautizados
que son llamados a
esta gran fiesta.
La fiesta
, un signo del amor de Dios,
una gran comunión
con los santos que nos han precedido.

5
. Y cuando nos vayamos de aquí hoy
con el corazón renovado
en la alegría,
alimentados así
, abrazaremos
ahora el reto
de vivir la vocación cristiana.

6
. Como Patricio, profeta de tiempos pasados,
recorrió el camino
que pisamos hoy,
así nosotros proclamamos la Buena Noticia

y compartimos
el vivo mensaje con alegría.

----------------------------------------

Oración eucarística


Padre Dios, creemos que eres el Creador de todas las cosas
y que te has hecho cercano a nosotros en el rostro de tu Hijo,
concebido de María Virgen por obra del Espíritu Santo,
para darnos vida y Vida abundante.

Creemos, Padre Providente que, por la fuerza de tu Espíritu,
el pan y el vino se transforman en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo,
verdadera comida y verdadera bebida que aligera el hambre del camino.

Creemos, Señor Jesús, que tu Encarnación se prolonga
en la simiente de tu Cuerpo Eucaristía,
para dar de comer a los hambrientos de luz y de verdad,
de amor y de perdón, de gracia y salvación.

Creemos que en la Eucaristía te haces presente en la historia,
para alimentar la debilidad del peregrino
y el sueño del que anhela dar fruto en su trabajo.

Sabemos que en Belén, la "Casa del Pan",
el Padre Bueno nos regaló, en el vientre de María Virgen,
el pan que ofrece a los hambrientos de infinito.

Creemos, Jesús Eucaristía, que estás real y verdaderamente presente
en el pan y el vino consagrados,
prolongando tu presencia salvadora
y ofreciendo a tus ovejas, como Buen Pastor,
comida abundante y manantiales de agua viva.

Creemos que en la Eucaristía estás Tú todo entero,
ofrecido en sacrificio y dando vida al mundo,
siempre hambriento de verdad y de amor.
Aquella noche del Cenáculo, al tomar, Señor,
el pan y el vino entre tus manos,
te estabas ofreciendo a todos, por los años y siglos infinitos.

Contigo, Cordero de la Alianza, se elevan en cada altar,
donde te ofreces al Padre,
los frutos de la tierra y del trabajo del hombre,
la vida del creyente, la duda del que busca,
la sonrisa de los niños, los proyectos de los jóvenes,
el dolor de los que sufren
y la ofrenda del que da y se da a sus hermanos.

Creemos, Señor Jesús, que tu bondad ha preparado
una mesa para el grande y el pequeño,
y que, en tu mesa, nos hacemos hermanos
hasta dar la vida unos por otros,
como Tú lo hiciste por todos.

Creemos que en la mesa preparada para todos,
siempre habrá un lugar para el que busca,
un espacio para el marginado de la vida,
superando los signos de la muerte
e inaugurando unos cielos nuevos y una tierra nueva.

Creemos, Jesús, que no has dejado a tus hermanos solos,
permaneces discreto en el sagrario del corazón
y en el pan y el vino de tu mesa,
como luz y fuerza del débil peregrino.

Creemos, en fin, que en los inicios del tercer milenio,
te haces compañero en el camino.
Gracias, Jesús Eucaristía, por impulsarnos a una Nueva Evangelización
llevados y fortalecidos por Ti.
Gracias por hacernos pan partido y compartido, como Tú,
para la vida del mundo.

Que tu Madre acompañe a los que aceptan vivir y anunciar tu Palabra,
y que su intercesión haga fecunda tu semilla.
Amén.



No hay comentarios: