“Los despidió 10
y enseguida embarcó con los discípulos y se dirigió al territorio de
Dalmanuta. 11Salieron los fariseos y se pusieron a discutir con él,
pidiéndole, para tentarlo una señal desde el cielo. 12 Suspiró
profundamente y dijo:
- “¿Para qué pide una
señal esta generación? Os aseguro que no se le dará una señal a esta
generación”.
13 Dejándolos, se
embarcó de nuevo y pasó a la otra orilla. 14 Se habían olvidado de
proveerse de pan y no llevaban en la barca más que uno. 15 Él les
daba instrucciones:
- “¡Atención!
Absteneos de la levadura de los fariseos y de la de Herodes”.
16 Discutían entre
ellos porque no tenían pan. 17 Cayendo en la cuenta, Jesús les dice:
- “¿Por qué discutís
que no tenéis pan?¿Todavía no entendéis ni comprendéis?¿Tenéis la mente
embotada? 18 Tenéis ojos, ¿y
no veis?; tenéis oídos ¿y no oís? ¿No os acordáis? 19 Cuando repartí los cinco panes
entre los cinco mil, ¿cuántos cestos recogisteis?”.
Le contestan: - Doce.
20 “Y cuándo repartí
los siete entre cuatro mil, ¿cuántos canastos de sobras recogisteis?”
Responden:
- Siete.
21 Les dijo: “¿Todavía
no comprendéis?
CUANDO LEAS
- Dos son los episodios
recogidos en este texto: el primero (v. 11-13) está claramente definido por la aparición
de los fariseos en Dalmanuta y su exigencia de un signo, ya no se contentan con
milagros. El segundo (v. 14-21) por la
advertencia de Jesús a los discípulos en relación a los fariseos (14-18) y el
recuerdo a las dos multiplicaciones realizadas con anterioridad. Las escenas
transcurren la primera en tierra, al desembarcar; la segunda en la barca. Dos
escenarios diferentes.
- Los escenarios son importantes y raramente
neutros en el evangelio de Marcos.
Están relacionados de varias maneras con
las acciones y sucesos que narra. Los viajes de Jesús y sus discípulos por
Galilea, en esta primera parte, y en la
segunda por Jerusalén, proporcionan un marco estructural a la narración.
Señalar los territorios israelí o gentil,
desierto o mar, contribuye al desarrollo temático, sitúa el ambiente y,
en cierto modo, fuerza la acción, por ejemplo, la falta de comida en el
desierto, la tormenta estando embarcados, etc. Algún comentario señala “cambia
de escenario más de cuarenta veces”
- También los viajes dan cohesión a la narración. Los
primeros ocho capítulos Jesús, partiendo del Jordán, y sus discípulos viajan
por Galilea y el alrededor gentil. Y como subraya Marcos Jesús se mueve deprisa
(“inmediatamente”) va de sitio en sitio con rapidez. Y da la razón de los
viajes y de la urgencia: “vamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para
predicar también allí, pues para eso he venido”. Es necesario llevar la buena
noticia a todos los pueblos.
- vv. 11-13: El narrador desvela las falsas
intenciones de los fariseos al pedir un signo a Jesús: “para tentarlo”. Jesús
suspira profundamente, es un suspiro doloroso. Indica lo profundamente que le
afecta su total falta de fe. Les contesta con una pregunta retórica y una
negativa rotunda. Tras la cual los deja y se vuelve a embarcar. Esta negativa
es totalmente coherente con el secreto mesiánico que recorre el evangelio de
Marcos. Concederles esa señal iría en contra de todo el mensaje de Jesús Los
lectores del evangelio sabemos que se trata de un grupo que se había puesto de
acuerdo con escribas y herodianos para matar a Jesús (Mc 3,22-30; 7,1-13). Más
adelante sabremos que ésta es la última vez
que los fariseos se acercan a Jesús en Galilea.
- vv. 14-16: Jesús se
encuentra por tercera vez con los discípulos en la barca y en el lago (
4,35-41; 6.45-52): la tormenta, la supuesta aparición de un fantasma , en ésta
nada del exterior les puede inquietar. También por tercera vez se menciona el
pan que sacia el hambre (6,30-44; 8,1-10)
Jesús les advierte
acerca de guardarse de la levadura de los fariseos y de Herodes : religión y
gobierno (14-16), pero no le entendieron. Piensan que se refiere a que habían
olvidado llevar pan y el sitio al que iban es la orilla opuesta, quizá un lugar
pagano donde sería difícil encontrar “alimentos cultualmente puros”. De ahí su
preocupación. Pero no han entendido nada. Seguían ligados a las ceremonias de
purificación judías, a las tradiciones de relativas a la discriminación de los
alimentos Jesús dice una cosa y ellos entienden otra.
- vv. 17-18: Las
preguntas de Jesús, rápidas, sin esperar respuesta. Preguntas duras que apelan
a cosas serias que no entienden. No entienden porque “tienen ojos y no ven,
oídos y no oyen” , porque tal vez eso signifique que el corazón de los
discípulos comienza a “endurecerse”. Si el corazón, núcleo de la persona, está
dominado por una “mente embotada”, la conversión y comprensión de la fe se
vuelven imposibles.
Jesús comprueba que no sólo no entiende los
fariseos, también los íntimos son ciegos, y no es menor su ceguera que la de
aquellos. A estas alturas Jesús debió de sentirse profundamente frustrado.
- vv 19-21: Jesús
exhorta a los discípulos a que se acuerden de la multiplicación de los panes:
lo que experimentaron entonces debe llevarlos a reconocer a Jesús, a creer y
obedecer, a confiar en que él puede instruirlos y alimentarlos.
CUANDO MEDITES
- Repara en la
insistencia paciente de Jesús, aunque sus preguntas sean duras. El conflicto entre Jesús y los discípulos no
es nuevo. Ellos con lo que hacen
revelan su lealtad a Jesús como seguidores y ayudantes. Pero también lo que hacen, igual que lo que dicen, revelan sus dificultades para
seguir a Jesús. Se pone de manifiesto su torpeza y falta de fe, su incapacidad
para comprender. Ante esta realidad, Jesús redobla el interés y el esfuerzo por
hacerles “ver”… y se percibe lo penoso que resulta tirar de unos hombres tan
lentos para entender.
- Fíjate en Jesús… El
les intenta prevenir de la falsa levadura de fariseos y escribas, que quieren
el dominio civil y religioso, el poder. En otro momento anterior les había
hablado de la levadura que ayuda a crecer como semejante al reino de los
cielos. Reflexiona acerca de que a nosotros también nos habla como a ellos y
también somos muy lentos de comprensión… También nosotros necesitamos reconocer
la buena levadura de la que no ayuda a levantar la masa.
CUANDO ORES
- Agradece al Señor
la infinita paciencia que tiene contigo, que no se rinde, que vuelve una y otra
vez, y pídele ayuda para reemprender el camino una y otra vez.
- Piensa ¿cuál es hoy
la levadura de los fariseos y de Herodes para mí?
- ¿Qué significa hoy,
para mí, tener el “corazón endurecido”? Y si lo estuviera ¿qué puedo hacer para
transformarlo en un corazón nuevo, “limpio, fuerte, dulce y grande como el de
María, tu Madre..” (Card. Montini)?
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Autora: Trinidad Brunet; equipo de Lectio Divina de la UPComillas.
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