miércoles, 30 de enero de 2013

El Espíritu de Dios está sobre mí


Lectio Divina de Lucas 1,1-4; 4,14-21



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1 Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, 2 tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, 3 he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, 4 para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

14 Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu y su fama se extendió por toda la región. 15 Iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.
16 Vino a Nazaret, donde se había criado, entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. 17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías, desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito:
18 El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos 19 y proclamar un año de gracia del Señor.
20 Enrolló el volumen, lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. 21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy.»

CUANDO LEAS

w La lectura evangélica de hoy está formada por la conjunción de dos fragmentos independientes: el prólogo del evangelio (Lc 1,1-4) y el discurso de Jesús en la sinagoga de Nazaret (Lc 4,14-21). Ambos textos son programáticos, porque funcionan como una guía de lectura del evangelio entero.
wImitando el estilo de los historiadores de su tiempo, Lucas coloca un prólogo al comienzo de su obra en el que declara qué es lo que se ha propuesto escribir, de quién lo aprendió, cómo lo escribe y qué fin pretende con ello. El tema del libro es “todo lo que Jesús hizo y enseñó” (Hch 1,1). La fuente en donde se inspira son los apóstoles, es decir, los testigos oculares. Respecto al método utilizado se caracteriza por tres cualidades: investigación completa, exactitud y orden pedagógico. La finalidad es que el amigo Teófilo y los demás cristianos reconozcan que su fe se apoya en una firme realidad histórica. Para Lucas, Jesús no es una idea, un mito o un símbolo revestido de historia, sino un personaje enraizado en nuestra historia, centro y razón de nuestro existir.
w Lucas inaugura el ministerio de Jesús con un episodio localizado en la sinagoga de Nazaret. Resulta evidente que ha reelaborado y adaptado la perícopa de Mc 6,1-6, donde el mismo episodio concluye la misión de Jesús en Galilea. A Lucas le interesa que la actividad pública de Jesús comience en Nazaret, donde también tuvo su origen (cf. Lc 1,26). De este modo, Lc 4,16-21 se convierte en texto programático, el “manifiesto de Nazaret”, que presenta el programa de lo que será el ministerio de Jesús y también la prefiguración de su destino.
w Lucas describe cuidadosamente todas las acciones de Jesús: llega a Nazaret, entra en la sinagoga, se levanta a leer, abre el libro, lo enrolla, lo entrega, se sienta y explica lo que ha leído. Es de notar que en su explicación, Jesús no hace referencia a su persona. El pasaje de Isaías alude directamente a Jesús (Él es el ungido del Señor), pero él se muestra reacio a manifestarlo abiertamente. Jesús no comenta el texto de Isaías como nosotros lo haríamos hoy, sino que confirma la palabra del profeta haciendo actual su mensaje: “Hoy se ha cumplido la escritura” (v.21). La afirmación se fija en el hoy, no en su persona, pues su finalidad es que los oyentes se den cuenta de que están viviendo un tiempo de gracia. El hoy inaugura el tiempo de la salvación.

(Nuria Calduch, Misa dominical)

CUANDO MEDITES

Antes de narrar la vida de Jesús, Lucas quiere presentar su programa. Le interesa mucho, pues ese es precisamente el programa que han de tener ante sus ojos quienes le siguen.
Según Lucas, es el propio Jesús quien selecciona un pasaje del profeta Isaías y lo lee a los vecinos de su pueblo, para que puedan entender mejor el Espíritu que lo anima, las preocupaciones que lleva en su corazón y la tarea a la que se quiere dedicar en cuerpo y alma.
Jesús se siente “ungido” por el Espíritu de Dios, impregnado por su fuerza. Por eso sus seguidores lo llamarán Cristo, es decir, Ungido, y por eso se llamarán ellos “ cristianos”. Para Lucas, es una contradicción llamarse cristiano y vivir sin el Espíritu de Jesús.
“Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres”. A Dios le preocupa el sufrimiento de la gente. Por eso su Espíritu empuja a Jesús a dejar su aldea para llevar la Buena Noticia a los pobres. Ésta es su tarea: poner esperanza en los que sufren. Si lo que hacemos y decimos los cristianos no es captado como “Buena Noticia” por los que sufren, ¿qué Evangelio estamos predicando?, ¿a qué nos estamos dedicando?
Jesús se siente enviado a cuatro grupos de personas: los “pobres”, los “cautivos”, los “ciegos” y los “oprimidos”. Son los que más dentro lleva en su corazón, los que más le preocupan. ¿Qué ha sido de la gran preocupación de Jesús?...
Jesús tiene claro su programa: sembrar libertad, luz y gracia… Nosotros podemos dedicarnos a juzgar a la sociedad actual y a condenarla; podemos lamentarnos de la indiferencia religiosa. Pero, si seguimos el programa de Jesús, nos sentiremos llamados a poner en el mundo libertad, luz y gracia de Dios.

(José Antonio Pagola)

CUANDO ORES

Cuerpo de Cristo

Ojos inquietos por verlo todo.
Oídos atentos a los lamentos,
los gritos, las llamadas,
Lengua dispuesta a hablar 
verdad, pasión, justicia…
Cabeza que piensa,
                para encontrar respuestas
                y adivinar caminos,
                para romper las noches
con brillos nuevos.
Manos gastadas de tanto bregar,
                de tanto abrazar
                de tanto acoger
                de tanto repartir
pan, promesa y hogar.
Entrañas de misericordia
para llorar las vidas golpeadas
y celebrar las alegrías.
Los pies, siempre en marcha
                hacia tierras abiertas
                hacia lugares de encuentro.
Cicatrices que hablan 
de luchas, de heridas, 
de entregas,
de amor,
de resurrección.
Cuerpo de Cristo…
 
…Cuerpo nuestro.



(José Mª Rodríguez Olaizola, sj)

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