sábado, 19 de enero de 2008

El Jesús de Pagola

Hace semanas adquirí, con entusiamo y sumo interés, el libro de José Antonio Pagola sobre Jesús. Me gusta Pagola. Leo con frecuencia sus breves, lúcidos y "aterrizados" comentarios al evangelio dominical en la web de la parroquia San Vicente Mártir de Abando (http://svicentemartir-abando.org). Y realmente no me parece que sea un hereje arriano ni que pretenda negar la divinidad de Jesús, el Señor de su vida.
Por eso me ha sorprendido la noticia de que el obispo de Tarazona, D. Demetrio Fernández, ha escrito a sus fieles una carta pastoral en Navidad alertándoles del grave riesgo que, para la integridad de su fe, supone el libro de José Antonio. Así se expresa el obispo:


"(...) Si de un libro bueno se tratara, la difusión me alegraría, porque se trata de dar a conocer a Jesús. Pero leyendo detenidamente su contenido, me produce profunda preocupación que este libro se difunda tanto, y precisamente en torno a la Navidad. El “Jesús” de Pagola no es el Jesús de la fe de la Iglesia.

Este libro, que se lee con gusto por el buen estilo literario de su autor, sembrará confusión, también en mi diócesis, pequeña y humilde, que vive influenciada como todas por los fenómenos de masas, tantas veces provocados con gran aparato mediático.
Muchos de sus lectores no tendrán elementos de juicio, y confían que sus pastores les alerten de los peligros que pueden acechar su fe en Jesucristo, el Jesús que anuncia la Iglesia y que es el único salvador de todos los hombres. Movido por esta inquietud pastoral, escribo estas notas que no pretenden ser exhaustivas y animo a otros, pastores y teólogos, a que examinen con atención este libro que tanta difusión está teniendo, y que tanto daño puede hacer a nuestros fieles, sobre todo a los más sencillos.

(...)
Nos encontramos ante una presentación de Jesús, que hará daño, sobre todo a quienes no tienen elementos de juicio para leerla críticamente. Es función de los pastores llamar la atención sobre esta presentación de Jesús, que no se atiene a la fe de la Iglesia. Que la luz del Verbo encarnado disipe todo tipo de tinieblas, sobre todo las que pueden cernirse sobre la figura de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre."

Algún medio de comunicación le ha dado publicidad al asunto.
El mismo Pagola ha sentido la necesidad de emitir un comunicado sobre los escritos contra su libro (comunicado que podéis encontrar en la web citada arriba). Y yo siento la necesidad de leer el libro para poder hacerme un juicio sobre él y poder decir una palabra documentada a quien me pregunte. Al fin y al cabo, el mismo D. Demetrio nos anima a ello.
Lo mismo os invito a hacer a todos los que os acercáis a este blog, así como a dejar vuestro comentario sobre las impresiones que os merezca la aproximación a Jesús de esta obra. ¿De veras el Jesús de Pagola no es el Jesús de la Iglesia?

5 comentarios:

Quique Fernández dijo...

Sólo he leído de momento la mitad del libro de Pagola y, por tanto, todavía no puedo ni debo hacer un juicio completo pero, desde luego, de lo que llevo leído todo se ajusta al Jesús de la Iglesia. Quizá D. Demetrio debería explicarnos cuál es su Jesús y cómo es su Iglesia, no vaya a resultar que no hablamos de lo mismo. En todo caso, y mientras tanto, un servidor este sábado pasado comente en un curso en el Centro de Estudios Pastorales una bibliografía seleccionada sobre Jesús, veinte títulos, y ni me olvidé de "Jesús de Nazaret" de Benedicto XVI, ni me olvide del libro de Pagola (aunque reconocí a los asistentes al curso que todavía iba por la mitad). Y entre ellos dos libros que recomiendo: "Jesús deformado" de Craig A. Evans (Sal Terrae) que desmonta ciertas investigaciones modernas (de un lado y de otro) que deforman a Jesús. Por ejemplo, aquellos que dicen (como Busquets en su "Última noticia de Jesús") que Jesús era analfabeto. El otro libro es de Felicísimo Martínez y se llama ¿Ser cristiano hoy? Jesús y el sentido de la vida (Verbo Divino). Los dos libros se han publicado en este 2007. Y de propina, para aquellos que nos dedicamos a la catequesis y animación juvenil "La vida de Jesús en juegos" de Jose María Escudero (de la colección Recursos Pastorales de Editorial CCS) también publicado en 2007. Se aprende más jugando. Saludos a todos.

Quique Fernández dijo...

Pues Pagola ya ha hablado. Reconozco que cuando supe que Pagola estaba preparando una respuesta tuve mis dudas si sería una buena idea. Por supuesto que está en todo su derecho y, siendo sinceros y conociendome, yo haría lo mismo. Pues bien, leída la respuesta tan bien argumentada y, a la vez, tan comedida y ponderada, lo veo ahora como un gran acierto. Os recomiendo leerla. La podéis encontrar en la web de 21rs.
http://www.21rs.es/index.php?to=contenido&id=532

Quique(Barcelona)

Anónimo dijo...

Querido Quique:
Gracias por tus orientaciones sobre libros interesantes y también sobre Pagola y su respuesta que, cierto es, sería bueno leer, junto a la carta pastoral de D. Demetrio.
La verdad es que se ha organizado una buena polvareda de réplicas y contrarréplicas en torno a la persona de este autor (casi más que en torno a su libro), de las que no he querido hacer eco aquí (aunque lo de la hermana carmelita Virtudes Parra hubiera sido digno de mención; incluso le pedí a ella permiso para hacerlo...).
En esta semana de oración por la unidad de los cristianos, me parece un signo reconocer que todos confesamos y amamos al mismo Señor, y que muchas divisiones son más el fruto de incomprensiones y mal entender, que de razones reales que nos separen.
Un abrazo

esteban vargas dijo...

Es simplemente el Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre. No supone ningun riesgo, es una interestante propuesta la de pagola. Es definitivamente Jesús, el que se hace pan y vino en el sacramento de la eucaristia.

Carmina dijo...

Lo estoy leyendo y disfrutando...tan cercano al ser humano que nos invita a ser seguidores de un Dios con nosotros y no de un Dios lejano, inalcanzable.

Siempre que aparece un pensador como Pagola, en este caso, va a ver revuelos, porque nos invita a movernos, a hacer vida el Evangelio. ¿No será que estábamos muy acomodados?