jueves, 24 de marzo de 2011

La bestia del mar

Lectio divina de Apocalipsis 13,1-10


1 Y vi subir del Mar una Bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas, con una diadema en cada cuerno y un título blasfemo en cada cabeza. 2 La Bestia que vi se parecía a una pantera; tenía patas como de oso y fauces como de león. El Dragón le dio su fuerza, su trono y su inmenso poder. 3 Una de sus cabezas parecía haber sido herida de muerte, pero su herida mortal estaba ya curada. La tierra entera corría fascinada tras la Bestia. 4 Entonces adoraron al Dragón, porque había dado su poder a la Bestia y adoraron también a la Bestia diciendo: ¿quién será como la Bestia y podrá luchar contra ella? 5 Y se le dio una boca que profiere arrogancias y blasfemias, y poder para actuar durante cuarenta y dos meses. 6 Y abrió su boca para proferir blasfemias contra Dios, contra su Nombre, contra su tienda y contra los que habitan en el cielo. 7 También se le concedió hacer la guerra contra los santos y vencerlos; y se le otorgó poder sobre las gentes de toda raza, pueblo, lengua y nación. 8 Y le adoraron todos los habitantes de la tierra, a excepción de aquellos que desde la creación del mundo están inscritos en el libro de la vida del Cordero degollado desde el comienzo del cosmos. 9 Quien tenga oídos, que escuche esto: 10 Quien esté destinado al cautiverio, vaya al cautiverio; quien deba morir al filo de la espada, muera al filo de la espada. ¡Ésta es la resistencia y fidelidad de los creyentes!

CUANDO LEAS…

Contexto: nos encontramos en la sección 11,15–14,5. Han llegado los 1260 días de la bestia (11,1-13), se ha oído el tercer ¡ay! (11,14) y ha sonado la séptima trompeta. Enmarcado entre dos cantos que proclaman la victoria de Dios (11,15-19 y 14,1-5) se encuentran dos episodios de lucha: el de la mujer y el dragón (12,1-18) y el de las dos bestias (13,1-18). Mientras “Ap 12 presentaba los poderes primordiales (mujer y serpiente) caídos del cielo y enfrentados en el suelo”, Ap 13 pasa a otro plano; el de la historia humana dominada por la violencia.
Contenido: En Ap 12,18 ya se había anunciado que el dragón se retira a la vera del mar para suscitar a dos bestias: la bestia del mar (13,1-10) y la bestia de la tierra (13,11-18). Ambos seres son descritos en neta contraposición con los vivientes del Ap 4, “animales” buenos y signos de Dios y de la vida. Las bestias, en cambio, son la expresión política del dragón, la encarnación del pecado y del mal en las estructuras culturales, políticas, sociales, económicas y religiosas.
Lectura por partes: el texto se podría dividir en tres partes. En la primera se ofrece una descripción de la bestia (13,1-4). La segunda trata de las “competencias” que tiene la bestia (13,5-7). Por último, las distintas reacciones humanas frente a la bestia así como una exhortación a la perseverancia.

- Descripción de la bestia (13,1-4)
• La bestia surge del mar, por tanto, del abismo y para los judíos de occidente. Luego, parece tratarse de Roma.
• Tiene 10 cuernos y 7 cabezas. La cabeza significa la perfección mundana, mientras los cuernos simbolizan los reyes.
• Es la bestia entre todas la bestias, porque condensa los rasgos de los viejos imperios (leopardo, león, oso; cf. Dn 7,14). El poder que otorga el dragón a la bestia es desmesurado. Aunque a lo largo de la historia ha habido estructuras perversas, la perversión alcanza su culmen con el rechazo de Jesús.
• Se trata de una bestia herida, aunque ya curada. La alusión hace referencia a las luchas intestinas en Roma en tiempos de Nerón que hicieron temer por el imperio. Superadas, éste vuelve a renacer con más fuerza. Hecho que se interpretará como un signo divino. De esto se hace eco el v. 4. El centro de la religión del imperio será la divinización de su poder.

- Las competencias que se le otorga a la bestia (13,5-7)
A la bestia se le da: 1) una boca que profiere arrogancias; 2) el poder para actuar por 42 meses; 3) la posibilidad de hacer guerra contra los santos y vencerles; 4) el poder contra las gentes. La imagen de la boca que profiere arrogancias recuerda a Antíoco (Dn 7,8.20). Una palabra blasfema que consiste en la divinización del poder. Y si bien se le concede un poder universal (v.7), por otra parte, es limitado (42 meses). Dios permite que el grano y la cizaña crezcan juntos. Es más permite que la bestia “venza” aparentemente a sus santos (cf. Dn 7,21), como ha sucedido con Él que se ha “dejado matar”. La muerte de Jesús es la verdadera victoria.

- Reacciones frente la bestia (13,8) y exhortación a la perseverancia (13,9-10)
Frente a una gran mayoría que adora a la bestia existe una minoría que se muestran fieles al Cordero. De repente se escucha el mismo aviso que el dado a las Iglesias: el que tenga oídos para oír que oiga y se exhorta a seguir el camino de Cristo; vencer el mal no oprimiendo sino dejándose matar, si fuera necesario. Ésta será la verdadera fidelidad y resistencia de los santos.

* Puede ayudar el libro de X. PIKAZA, Apocalipsis, GLNT 17, Estella 1999.

CUANDO MEDITES…

- Las bestias simbolizan las estructuras que oprimen a otros hombres. ¿Bajo el poder de qué bestias está sometida hoy la humanidad, sociedad, cultura, religión, ambiente, familias, etc?
- Juan pone de relieve en este pasaje el riesgo de idolatrización del poder humano. ¿Qué idolatrías de poder se encuentran hoy en el ámbito social, cultural, político, económico, religioso, eclesial?
- El Apocalipsis subraya el martirio como una forma de resistencia y respuesta al mal. ¿Qué otras formas de oposición a la bestia, tanto en el plano político, social, religioso, serían necesarias hoy?

CUANDO ORES…

Habiendo dicho que al mal se responde con bien, sería impropio recomendar un salmo imprecatorio. Sin embargo, estos salmos surgieron como rechazo profundo al mal. En ellos el orante expone ante Dios sus sentimientos oscuros. Le suplica que haga algo, pues él es incapaz de vencer el mal, también el propio. Y aunque le señala cómo tiene que hacer, en el fondo lo deja en sus manos. Esto es, renuncia a tomarse la justicia por su mano. En este sentido la cruz de Cristo es la respuesta a la imprecación, ya que allí se vence el mal sin destruir al pecador.

Cuando ores siente el horror del mal, también del tuyo. Como le pasa a Dios no te quedes insensible ante el sufrimiento ajeno ni ante la injusticia. Sé capaz de verla allí donde se esconde bajo forma de legalidad. Expón con sinceridad a Dios tus sentimientos, los más nobles y los más oscuros. Implora con todas tus fuerzas la petición del padrenuestro: “líbranos del mal”. Deja en sus manos la respuesta definitiva y renueva tu compromiso por el Reino, la justicia y la construcción de un mundo más humano.

(Marta García, Equipo de Lectio Divina de la U.P.Comillas)

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