miércoles, 28 de septiembre de 2011

Nuevo "look"

Curso nuevo, "look" nuevo, nuevas fuerzas, proyectos nuevos... ¡Por fin he dado con una imagen del blog con el que me siento cómoda porque habla de mi "look" interior!
En la composición frontal está Jesús, Jesús, Jesús y... otra vez Jesús, en el que tengo siempre puestos los ojos. Los mosaicos de Rupnik son muy expresivos y retratan al Señor que "llevo en mis entrañas dibujado":

- El que desciende a los infiernos para sacarnos de nuestros infiernos. ¡Qué potente y qué tierno a la vez! Alrededor del cuello, como un pastor lleva a un cabrito, lleva Jesús cargado a Adán. Sus rostros casi se rozan. Adán mira a Jesús con grandes y atentos ojos, y no hace otra cosa sino mirarlo. No puede hacer nada para salvarse a sí mismo y se deja llevar, abandonado a los brazos del que es más fuerte que él. Es el Salvador, el Resucitado, el amoroso Pastor el que lo carga en sus hombros y agarra fuertemente la mano de Eva, que a su vez se agarra a Él mientras tiene cogido a su compañero Adán. No nos salvamos solos. Jesús carga con los dos. Tira de los dos hacia la luz... ¡Éste es mi Señor y mi Dios!

- Más adelante están las manos del Crucificado-Resucitado partiendo el pan. Jesús es pan tomado, bendecido, partido y entregado para que todos comamos y quedemos saciados. Unas manos reparten ese pan para todos. El mundo que Dios quiere es ése: un mundo de justicia, solidaridad, igualdad, en el que todos comen y sobra, porque hay recursos suficientes para todos. Quizá esas manos que dan el pan sean nuestras propias manos ("Comiéndote sabremos ser comida", dice un poema de Casaldáliga).¡Éste es mi Señor y mi Dios!

- Al final, Jesús lava los pies a Pedro y, en Pedro, a la humanidad entera. "El Pastor se hizo Cordero. Servidor se hizo mi Rey". El "Altísimo" está clavado en el suelo ante unos pies sucios y cansados para lavar, ungir, curar y aliviar... ¡Éste es mi Señor y mi Dios!

- Y entre las imágenes, la Palabra que es luz y vida. "Bereshit" es la primera Palabra de la Biblia, "en el principio..." "En el principio creó Dios los cielos y la tierra... y vio que todo era bueno". El libro de Rut, uno de mis preferidos, está en segundo lugar. Y, junto al lavatorio de los pies, el evangelio de Juan: "En el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios..."

Jesús lo hace todo nuevo: un ser nuevo, una nueva creación. Que Él sea el motor de todos nuestros deseos y nuestras búsquedas.
Como fondo, un texto hebreo tomado del libro Shir ha-shirim, El Cantar más bello. No es el que sigue, pero con éste quiero terminar por hoy:

"En mi lecho, por la noche,
busqué al amor de mi alma,
lo busqué y no lo encontré.
Me levanté y recorrí
la ciudad, calles y plazas;
busqué al amor de mi alma;
lo busqué y no lo encontré.
Me encontraron los guardias
que hacen la ronda por la ciudad:
¿Habéis visto al amor de mi alma?
Apenas los había pasado,
cuando encontré al amor de mi alma.
Lo agarraré y no lo soltaré..."

(Cant 3,1-4a)

10 comentarios:

Carmen dijo...

¡¡Me gusta!! Aunque me gustaba un poquito más la cabecera de ayer. Pero te ha quedado muy bonito.
Por cierto, veo que te stás leyendo el libro de E. Martinez Lozano sobre Jesús. A mí me encantó. Ya me contarás que te parece.
Besos.

Carmen dijo...

Por cierto, y hablando de Blogs...a ver si cambias el enlace al mío, amiga, ¡¡que según sale afirma que llevo 11 meses sin escribir!!...

Conchi pddm dijo...

Te lo pensaba recomendar, pero llego tarde... ¡Si es que habrás leído ya toda la bibliografía de Emma, con las obras completas de Enrique! ¡Ingenua de mí!
Leí anoche, antes de dormir, treinta páginas y me gustó. Hoy les decía a mis hermanas que es justo lo que yo siempre cuento en los cursos de evangelios. Tenemos la misma mirada sobre Jesús. Bueno, yo diría que no se puede tener otra mirada sobre Jesús. Y lo extraño es que muchos teólogos, doctores, etc, etc... cuenten a un Jesús que no es ni la sombra del que cuentan los evangelistas.

Muchas veces me digo: ¡si será que no leemos el mismo evangelio!!!
Un beso y buenas noches.

Ah, en cuanto a la cabecera, sí, la foto de ayer era más... incisiva, directa, sugerente y bonita estéticamente, menos... rellena. Pero me parecía muy grandota. De todos modos, en línea está mi colaboradora que me dirá también qué le parece la cosa... A ver si coincide contigo.

Otro beso :)

Conchi pddm dijo...

Ah, ¿sigues ahí? Me olvidé decirte que si el título del blog no lo pones en el sitio del título, no actualiza la fecha de los post. Quiero decir... ¿pones los títulos en su sitio o dentro para poder manejar mejor los tipos de letra?
Es una pregunta ingenua, como mi invitación a leer a Enrique... :)

Conchi pddm dijo...

Pues sí, tenía mal puesto el enlace. Sorry!
Ya está arreglado.
Un beso

Carmen dijo...

De Enrique me he leido unos cuantos...y todos me han confirmado intuiciones que tenía hace mucho. Además de ese me gustaropn especialmente "Vivir lo que somos" y "Qué Dios y qué salvación". Ando terminando ahora "Nuestra cara oculta", que también me está gustando mucho.En fin,
¿Para cuando esa charla? Al final me vas a obligar a coger el ave e ir a verte a Toledo...
Besos.

Carmen dijo...

Ah, y en la foto del perfil sales mucho más guapa que en la otra.
Más besos.

Conchi pddm dijo...

Vaya, ¡gracias! Pues ya ves tú qué paradoja, Carmen: la foto anterior era de agosto del año pasado, en Salamanca. Fue un día precioso, vivido con Lidia y sus padres. La de ahora es de final del mes de mayo, en Roma y estaba yo... como para fotos ;(
De todos modos, la compañía era la misma, y ésa siempre me pone buena cara :)
Un beso

Yentl dijo...

Me ha gustado lo de la Biblia abierta por el Libro de Rut. Has acertado en pleno.

Un besote

Conchi pddm dijo...

¡Vayaaaaaa! Hoy que escribes tú, quito el libro de Rut... Me encanta esa foto, y que sea de Rut, claro (elegida expresamente), pero es muy grande para el inicio del blog. Voy a rehacerla con otro estilo para la portada.

Me alegra encontrarte por aquí, mi querida "rabina". ¿Por qué no me escribes algo sobre Rut para poner aquí? :)
Bueno, algo colgaré yo también.

Un beso.
Shalom!