miércoles, 2 de mayo de 2012

Su corazón está lejos de mí

Lectio divina de Marcos 7,1-23

 1Se reunieron junto a él los fariseos y algunos letrados venidos de Jerusalén. 2Vieron que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir, sin lavárselas.  3Es de saber que los fariseos y los judíos, en general, no comen sin antes lavarse cuidadosamente las manos, observando la tradición de sus mayores;  4y si vuelven del mercado, no comen si no se lavan totalmente; y observan otras muchas reglas tradicionales, como el lavado de copas, jarras y ollas [y mesas].  5De modo que los fariseos y los letrados le preguntaron: -¿Por qué no siguen tus discípulos la tradición de los mayores, sino que comen con manos impuras?.
 6Les respondió: -Qué bien profetizó Isaías de vuestra hipocresía cuando escribió: Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí;  7el culto que me dan es inútil, pues la doctrina que enseñan son preceptos humanos. 8Descuidáis el mandato de Dios y mantenéis la tradición de los hombres. 9Y añadió: -¡Qué bien despreciáis el mandato de Dios para observar vuestra tradición! 10Pues Moisés dijo: Sustenta a tu padre y a tu madre, y también: El que abandona a su padre o su madre es reo de muerte. 11Vosotros en cambio decís: Si uno declara a su padre o su madre que la ayuda que debía darles es corbán, es decir, ofrenda sagrada,  12entonces ya no le dejáis hacer nada por su padre o su madre. 13Y así invalidáis el precepto de Dios en nombre de vuestra tradición. Y como ésas hacéis otras muchas.
14Llamando de nuevo a la gente, les dijo: -Escuchad todos y atended.
15No hay nada afuera del hombre que, al entrar en él, pueda contaminarlo.
 Lo que sale del hombre es lo que lo contamina.
16[Quien tenga oídos para oír que escuche.]

 17Cuando se apartó de la gente y entró en casa, le preguntaban los discípulos el sentido de la comparación.
18Y él les dijo: -¿Conque también vosotros seguís sin entender? ¿No comprendéis que lo que entra en el hombre desde afuera no puede contaminarlo,  19porque no le entra en el corazón, sino en el vientre y después se expulsa en el retrete? -así declaraba puros todos los alimentos--. 20Y añadió:-Lo que sale del hombre es lo que contamina al hombre. 21De dentro, del corazón del hombre salen los malos pensamientos, fornicación, robos, asesinatos, 22adulterios, codicia, malicia, fraude, desenfreno, envidia, blasfemia, arrogancia, desatino. 23Todas estas maldades salen de dentro y contaminan al hombre.

CUANDO LEAS

El evangelista narra el primer encuentro de los fariseos con Jesús. Los fariseos, después de examinar el comportamiento de los discípulos de Jesús, le formulan una pregunta: ¿Por qué comen tus discípulos con manos impuras
La pregunta que los fariseos formulan a Jesús introduce el diálogo y Jesús la responde dirigiéndose primero a los fariseos y letrados (Mc 7,6-13), después a la multitud (Mc 7,14-16) y, por último, a los discípulos ( Mc 7,17-23). Fijémonos que, aunque la pregunta es sobre las manos impuras de los discípulos, cuestiona a Jesús mismo pues todo maestro era responsable de sus discípulos.
No conviene olvidar tampoco que la tradición de los mayores, que desobedecen los discípulos de Jesús, era de gran valor para los fariseos pues se remontaba a la revelación del Sinaí (dada por Dios a Moisés) y ésta se transmitía en la tradición oral. La pregunta cuestiona, pues, la relación que Jesús y sus discípulos tienen con Dios pues no acceden a Él a través de las prescripciones que tan celosamente guardan los fariseos y escribas.

La respuesta de Jesús es amplia y detallada:
a) Mc 7,6-13: Jesús responde partiendo de Isaías y el Decálogo (centro de la ley). Desde ahí acusa a sus opositores de hipócritas, pues el mandamiento principal (Dt 6,5) pide amar a Dios con todo el corazón y los fariseos lo honran sólo con los labios, como había dicho el profeta (Is 29, 13). En tres ocasiones (v.8, 9 y 13) Jesús dice a los fariseos que sus preceptos invalidan los mandamientos de Dios. Por ejemplo, en vez de honrar a los padres (Ex 20,12), ellos han creado una institución que les permite entregar el dinero al culto y se libran del compromiso de cuidar a sus padres.
b) Mc 7,14-16: Jesús se dirige a la multitud exhortándoles a la escucha y a la atención pues se trata de algo importante. Con la oposición dentro-fuera, afirma que lo que sale de dentro del hombre es lo que lo contamina y lo hace impuro. No lo que entra en Él.
c) Mc 7, 17-23: A los discípulos se lo explica en privado clarificándoles que la relación con Dios y los hermanos depende de lo que sale del corazón, centro de pensamientos y decisiones para un judío. Es el mal que sale del corazón lo que hace impuro al hombre y lo contamina, no lo que pueda entrar en el cuerpo.

CUANDO MEDITES

- Me pregunto: ¿cuánto hay en mí de lo que el profeta Isaías acusa a su pueblo? (“Así dice el Señor: Este pueblo me da culto de palabra y me honra sólo con sus labios, mientras su corazón está lejos de mí y su piedad hacia mí se reduce a fórmulas humanas rutinarias”, Isaías 29,13).
- ¿Qué hay en mi corazón que hace más auténtica mi relación con Dios y con los hermanos?, ¿qué tengo que purificar en mi corazón para que esa relación sea más sincera?

CUANDO ORES

Orar con Jer 31,33:
Esta es la alianza que voy a pactar con Israel
después de aquellos días –oráculo del Señor-:
Pondré mi ley en su interior,
la escribiré en sus corazones
y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

Orar con el Salmo 51 (50)
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me apartes lejos de tu rostro,
no me quites tu Santo Espíritu.

[1] Sigo principalmente a K. STOCK, Marco Comento contestuale al secondo Vangelo. Roma 22010. 126-130.


(Autor: Fernando Gálligo, Equipo de lectio divina de la UPComillas)

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