Guía para una Vigilia de Oración en preparación a la Fiesta de Jesús Maestro
* Canto:
Espíritu
de Dios (Glenda)
Espíritu, Espíritu de Dios,
Espíritu, Espíritu de Dios,
en tu amor, en tu amor quiero vivir,
en tu amor, en tu amor quiero vivir.
En tu
paz, en tu paz quiero estar.
En tu paz, en tu paz quiero estar.
Hazme vivir en ti y en tu bondad,
Hazme vivir en alegría,
en mansedumbre y dominio de mí.
En
libertad, en libertad, hazme andar.
En fortaleza, en fidelidad, hazme andar.
En libertad, en libertad, hazme andar.
En fortaleza, en
fidelidad, hazme andar.
Quiero dejarte ser, quiero dejarte actuar,
Quiero que habites tú mi vida,
Quiero, quiero que vivas en mí.
Quiero, quiero que vivas en mí.
Espíritu,
Espíritu de Dios
Espíritu, Espíritu de Dios,
Espíritu, Espíritu de Dios,
Espíritu, Espíritu de Dios.
* Oración para disponer el corazón: Lo más
importante no es…
Lo más importante no es:
- Que yo te busque,
Sino que tú me buscas en todos los
caminos. (Gen3, 9)
*
Que yo te llame por tu nombre,
sino que el mío está tatuado en la palma
de tu mano. (Is 49, 16)
-
Que yo te grite cuando me faltan las palabras,
sino que tú gimes en mí con tu grito. (Rm
8, 26)
*
Que yo tenga proyectos para ti,
sino que tú me invitas a caminar contigo
hacia el futuro. (Mc 1, 17)
-
Que yo te comprenda,
sino que tú me comprendas en mi último
secreto. (1 Cor 13, 12)
*
Que yo hable de ti con sabiduría,
sino que tú vives en mí, y te expresas a
tu manera. (2 Cor 4,10)
-
Que yo te ame con todo mi corazón y todas mis fuerzas,
sino que tú me amas con todo tu corazón y
todas tus fuerzas. (Jn 13, 1)
*
Que yo trate de animarme y planificar,
sino que tu fuego arde dentro de mis
huesos. (Jer 20, 9)
- * Porque, ¿cómo podría yo buscarte,
llamarte, amarte...
si
tú no me buscas, llamas y amas primero?
El
silencio agradecido, es mi última palabra,
y mi mejor manera de encontrarte.
(Benjamín
González Buelta, sj)
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1. Mi llamada: una mirada de amor capaz de transformar mi existencia
Proclamamos la Palabra que ilumina
16 Bordeando
el mar de Galilea, vio a Simón y
Andrés, el hermano de Simón, largando las redes en el mar, pues eran pescadores. 17 Jesús les dijo: «Venid conmigo, y os haré llegar a ser
pescadores de hombres.»18 Al instante, dejando las redes, le siguieron.
19 Caminando
un poco más adelante, vio a
Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan; estaban también en la barca arreglando las redes; 20 y al
instante los llamó. Y ellos, dejando
a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él. (Mc
1,16-20)
…………………….
13
Salió de nuevo por la orilla del mar, toda la gente acudía a él, y él les
enseñaba. 14 Al pasar, vio
a Leví, el de Alfeo, sentado en el
despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.»
El se levantó y le siguió. (Mc 2,13-14)
…………………….
13
Subió al monte y llamó a los que él
quiso; y vinieron donde él.
14
Instituyó Doce, para que estuvieran con
él, y para enviarlos a predicar 15 con poder de expulsar los
demonios. 16 Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; 17 a Santiago el de
Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; 18
a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón
el Cananeo 19 y Judas
Iscariote, el mismo que le entregó. (Mc 3,13-19)
F
Los elegidos de Jesús: Todo comienza con una mirada: Jesús, que pasa, se detiene ante nosotros, nos mira, nos ama y nos llama. No
importa cómo seamos ni lo que hayamos sido hasta ese momento: pescadores sin
instrucción, recaudadores de impuestos, gente poco recomendable y de mala fama…
En la lista de los 12 brillan por su ausencia los prototipos de discípulos
“deseables” y perfectos. Es más, lo que encontramos son antítesis de discípulos: Simón
recibió el nombre “Pedro”, que además de ser “la piedra para edificar la iglesia” fue la piedra de tropiezo
de Jesús a causa de su mentalidad mundana y alejada del corazón de su Maestro: “Ponte detrás de mí, Satanás, que me haces
tropezar, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”
(Mt 16,23); al amado Juan y a su
hermano Santiago, Jesús los llama “hijos del trueno”, pues eran
violentos (cf. Lc 9,54) y ambiciosos (cf. Mc 10,37); Mateo era un publicano, amigo del dinero (cf. Mt 9,9; 10,3); el
otro Simón era Zelota (cf. Lc 6,15)
y la lista de elegidos concluye con Judas,
un sicario (“Iscariote”) que terminó traicionando y entregando a su amigo con
un beso (cf. Mt 26,50).
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* Canto: Al amor más sincero (Javi Sánchez)
Al amor más sincero,
al amor sin fronteras
al amor sin fronteras
al amor que dio su vida por amor
encontré un día cualquiera.
Y a ese amor sin fronteras,
y a ese amor tan sincero,
a ese amor que dio su vida por amor
le entregué mi vida entera.
encontré un día cualquiera.
Y a ese amor sin fronteras,
y a ese amor tan sincero,
a ese amor que dio su vida por amor
le entregué mi vida entera.
Al
amor más sincero,
al amor sin fronteras,
al amor que dio su vida por amor
encontré un día cualquiera.
Y a ese amor tan sincero,
y a ese amor sin fronteras,
a ese amor que dio su vida por amor
le entregué mi vida entera.
al amor sin fronteras,
al amor que dio su vida por amor
encontré un día cualquiera.
Y a ese amor tan sincero,
y a ese amor sin fronteras,
a ese amor que dio su vida por amor
le entregué mi vida entera.
1.
Jesús nos conoce. Sabe que somos frágiles como el barro. Pero nos ha elegido
para una tarea única e irreemplazable, para algo que sólo tú puedes realizar
precisamente por ser como eres. Escucha
lo que dice Dios:
“No temas, que yo te he rescatado,
te he llamado por tu nombre. Tú
eres mío…
… Eres precioso a mis ojos, eres
estimado y yo te amo”… (Is 43,1.4)
2. Haz memoria de tu experiencia de
vocación y de amor primero (cf. Ap 2,4).
¿Cómo te sigue llamando Jesús hoy? ¿Qué
ha cambiado? ¿Qué ha madurado en tu experiencia de fe?
3. Reaviva el
don de la vocación que has recibido. ¿Sigues
experimentando el amor de Dios como el motor de tu vida? ¿“Hay en tu corazón algo así como
un fuego ardiente, prendido en tus huesos” que no puedes ahogar y que
te apremia a seguir a Jesús (cf. Jr 20,9), o necesitas “reavivar lo que te queda y está a punto de morir” (cf. Ap 3,2)? ¿Cómo
puedes reavivar el don de Dios que hay en ti? (cf. 2 Tim 1,6)
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ORACIÓN: Señor, sé tú mi vida…
Sé que no
arriesgo mi vida si confío en Ti, Señor,
que no pierdo la suerte si me
entrego a Ti.
Sé que no me engaño si en Ti creo,
que no me evado si te invoco.
Sé, Señor, que tú me esperas y me
amas,
que tú me quieres y perdonas,
que tú me llamas y me envías,
que tú me miras y me entrañas.
Sé que no me pierdo si voy por tu
camino,
que no yerro si a tu puerta llamo,
que no es inútil la entrega ni
vana la esperanza.
Señor, sé tú
mi vida,
el hilo
conductor y la trama de mis pasos,
sé tú mi todo y yo, nada.
(Ángel Moreno de Buenafuente)
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2. El “yo soy” que me hace ser en plenitud y vivir una vida abundante
Proclamamos la Palabra que ilumina
35 Les dijo
Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y
el que crea en mí, no tendrá nunca sed.
56 El que come
mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. 57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha
enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.
59 Esto lo dijo
enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm.
(Jn 6,35-68)
……………………………….
12Jesús
les habló otra vez diciendo: “Yo soy la
luz del mundo:
el que me siga
no caminará en la oscuridad,
sino que tendrá
la luz de la vida (…) (Jn 8,12; cf. 9,5)
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* Canto: Sé mi luz
Do Fa Do
Sé mi luz, enciende mi noche.
rem Sol
Sé mi luz, enciende mi noche.
Do Fa Do
Sé mi luz, enciende mi noche,
rem Sol
Do
mi noche, sé mi luz.
………………………………
7 Entonces Jesús
les dijo de nuevo: «En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las
ovejas.
8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.
9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.
10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.
8 Todos los que han venido delante de mí son ladrones y salteadores; pero las ovejas no les escucharon.
9 Yo soy la puerta; si uno entra por mí, estará a salvo; entrará y saldrá y encontrará pasto.
10 El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.
11 Yo soy el
buen pastor. El buen pastor da su
vida por las ovejas. 12 Pero el asalariado, que no es pastor, a quien
no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el
lobo hace presa en ellas y las dispersa, 13 porque es asalariado y no le importan
nada las ovejas.
14 Yo soy el
buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, 15 como me
conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. (Jn
10,7-14)
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Canto: Recíbeme
Recíbeme, con
todo lo que tú pusiste en mí,
Con todas esas ganas de vivir, con toda mi pobreza
(bis)
Hoy es tiempo de dar a manos llenas lo que se nos
dio.
Brillar hasta consumirse, iluminar, a un mundo en
penumbras hasta que no quede yo, sino tú.
12 Después
que les lavó los pies, tomó sus vestidos,
volvió a la mesa, y les dijo: «¿Comprendéis
lo que he hecho con
vosotros? 13 Vosotros me llamáis
"el Maestro" y "el
Señor", y decís bien, porque lo soy.
14 Pues
si yo, el Señor y el Maestro, os he
lavado los pies,
vosotros también
debéis lavaros los pies unos a otros.
15 Porque
os he dado ejemplo, para que también
vosotros hagáis
como yo he hecho con vosotros.
(Jn 13,12-15)
………………………………
* ORACIÓN: A Jesús Maestro (P. Alberione)
Solista: Jesús Maestro,
que yo piense con tu inteligencia y tu sabiduría.
Que ame con tu corazón.
Que vea con tus ojos.
Que hable con tu lengua.
que yo piense con tu inteligencia y tu sabiduría.
Que ame con tu corazón.
Que vea con tus ojos.
Que hable con tu lengua.
Todos: Jesús Maestro, dame tus pensamientos
y tu sabiduría.
y tu sabiduría.
Solista: Que yo oiga solo con tus oídos.
Que saboree lo que a ti te gusta.
Que mis manos sean las tuyas.
Que mis pies sigan tus pasos.
Que mis manos sean las tuyas.
Que mis pies sigan tus pasos.
Todos: Jesús
Maestro, que mis pies sigan tus pasos.
Solista: Que yo
rece con tus oraciones.
Que trate como tú tratas.
que celebre como tú te inmolaste.
que yo viva en ti y tú en mí, hasta el punto que yo desaparezca.
Que trate como tú tratas.
que celebre como tú te inmolaste.
que yo viva en ti y tú en mí, hasta el punto que yo desaparezca.
Todos: Jesús Maestro, que yo viva en ti y tú en mí.
.............................................
1 «No se
turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí. 2 En la
casa de mi Padre hay muchas mansiones; si
no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar. 3 Y cuando
haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os tomaré conmigo, para que
donde esté yo estéis también vosotros. 4 Y adonde yo voy sabéis el
camino.»
5 Le dice Tomás:
«Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»
6 Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. (Jn
14,1-6)
………………………………
1 «Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es
el viñador.
2 Todo
sarmiento que en mí no da fruto, lo corta,
y todo el que da
fruto, lo limpia, para que dé más fruto.
3 Vosotros
estáis ya limpios gracias a la
Palabra
que os he
anunciado.
4 Permaneced en mí, como yo
en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco
vosotros si no permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid; vosotros los sarmientos.
El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí
no podéis hacer nada. (Jn 15,1-5)
*Canto: Nada nos separará
La Re La-Re
La Re La-Re
Nada nos separará, nada nos separará,
La do# fa# Re
Mi La Re
- Mi
nada nos
separará del amor de Dios.
1.
Jesús dice “Yo soy”… Y tú, ¿quién dices que es Jesús? ¿quién
es Él para ti? ¿cómo es tu trato con Él?...
2.
De todos los “yo soy” de Jesús (el pan, la luz, la puerta, el pastor, la
vida, el camino…) ¿cuál toca más tu
experiencia de Él?
·
Él es el pan de vida… ¿sacia él tu hambre y tu sed de vida?
- Su vida es como pan bendecido, partido y
entregado para la vida del mundo… ¿Es así tu vida: Eucarística, entregada,
repartida?
·
Él es la luz… ¿ilumina tus oscuridades? ¿aporta sentido a toda tu
existencia, a todo cuanto vives, sufres, gozas, luchas…?
-
Él es luz que hace de ti una luz entre
los hombres. ¿Cómo iluminas la vida de aquellos que el Padre te ha
encomendado: familia, amigos, hermanos y hermanas de comunidad, humanidad…?
·
Él es el pastor… ¿te sientes conocido, conducido, cuidado…?
¿Sientes que, vivas lo que vivas, nada temes porque Él está contigo? ¿Sientes que estás viviendo la vida abundante del Espíritu que Jesús nos comunica?
-
Estás llamado/a a una misión pastoral,
a cuidar y guiar a otros hacia la vida, hacia Dios… ¿Cómo realizas esa tarea? ¿Actúas
guiado/a por el amor de Cristo que te apremia? Pablo y Pedro hablan así sobre su modo de ser “pastores” para
otros:
“Apacentad
el rebaño de Dios que os está encomendado, vigilando, no forzados, sino
voluntariamente según Dios; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón; no tiranizando a los
que os ha tocado cuidar, sino siendo
modelos del rebaño” (1 Pe 5,2)
“…
Aunque pudimos imponer nuestra autoridad por ser apóstoles de Cristo, nos
mostramos amables con vosotros, como una
madre cuida con cariño de sus hijos. Tanto os queríamos que estábamos
dispuestos a daros, no solo el Evangelio de Dios, sino nuestras propias vidas”. (1 Tes 2,7-8)
Él es el camino…
lo que Él piensa, siente y vive es lo que estás llamado a pensar, sentir y
vivir respecto al mundo, a los acontecimientos y a los otros… Sus pisadas han
de ser tus pisadas… ¿Es el evangelio del
amor incondicional y de la compasión de Jesús tu única norma de vida?
Medita las palabras de Albert Nolan en “Jesús hoy”: “Seamos cristianos o no, en general no nos tomamos a Jesús en serio. Hay algunas excepciones notables pero, por lo general, no amamos a nuestros enemigos, no ponemos la otra mejilla, no perdonamos setenta veces siete, no bendecimos a quienes nos maldicen, no compartimos lo que tenemos con los pobres y no ponemos toda nuestra esperanza y confianza en Dios. Tenemos nuestras excusas: “Yo no soy ningún santo”; “eso no es para todos, ¿no es verdad?”; “es un gran ideal, pero no es muy práctico en estos tiempos”… Mi propuesta será que aprendamos a tomar a Jesús en serio.
3. El evangelista Juan nos dice muchas cosas acerca de
Jesús, pero lo más importante es que Jesús
es el Hijo Único del Padre y que es uno con Él. Quien ve a Jesús ve al Padre. Jesús es también el Amado del Padre y nosotros estamos envueltos en ese misterio de amor sin
límites del Padre, del Hijo y del Espíritu. ¿Experimentas tu vida como historia tocada, envuelta y continuamente
transformada por el amor de Dios?
...............................................
* Canto:
Dame tus ojos
Dame tus ojos, quiero ver,
dame tus palabras, quiero hablar,
dame tu parecer.
Dame tus pies, yo quiero ir,
dame tus deseos para sentir.
Dame tu parecer.
DAME
LO QUE NECESITO
PARA
SER COMO TÚ.
Dame
tu voz, dame tu aliento,
toma
mi tiempo, es para ti.
Dame
el camino que debo seguir.
Dame
tus sueños, tus anhelos,
tus
pensamientos, tu sentir.
Dame
tu vida para vivir.
Déjame ver lo que tú ves,
dame de tu gracia, tu poder.
Dame tu corazón, Señor.
Déjame ver en tu interior
Para ser cambiado por tu amor.
Dame tu corazón.
Dame lo que necesito para ser
como tú…
Estribillo:
bis
Final:
Dame tus ojos, quiero ver.
Dame
tu parecer.
v ORACIÓN: Proclamación de Pablo VI
§
Debo proclamar su nombre:
Jesucristo es el Mesías, el
Hijo de Dios vivo;
Él es el que nos ha revelado
al Dios invisible,
Él es el primogénito de toda
criatura y todo se mantiene en Él.
Él es también el maestro y
redentor de los hombres;
Él nació, murió y resucitó por
nosotros.
§
Él es el centro de la historia y del universo;
Él nos conoce y nos ama,
compañero y amigo de nuestra vida,
hombre de dolor y de
esperanza;
Él ciertamente vendrá de nuevo
y será, como esperamos,
nuestra plenitud de vida y de felicidad.
§
Yo nunca me cansaría de hablar de Él;
Él es la luz, la verdad; más
aún, el camino, la verdad y la vida;
Él es el pan y la fuente de
agua viva,
que satisface nuestra hambre y
nuestra sed;
Él es nuestro pastor, nuestro
guía, nuestro ejemplo,
nuestro consuelo, nuestro
hermano.
§
Él, como nosotros, y más que nosotros, fue
pequeño, pobre,
humillado, sujeto al trabajo,
oprimido, paciente.
Por nosotros habló, obró
milagros,
instituyó el nuevo Reino en el
que los pobres son bienaventurados,
... en el que los que tienen
hambre de justicia son saciados,
... en el que todos son hermanos...
§ Cristo
Jesús es el principio y el fin, el alfa y la omega,
el rey del nuevo mundo,
la arcana y suprema razón de
la historia humana y de nuestro destino.
Él es nuestro mediador, a
manera de puente entre la tierra y el cielo;
Él es el hijo del hombre por
antonomasia
porque es el Hijo de Dios,
eterno, infinito,
y el Hijo de María, bendita
entre todas las mujeres.
* Canto: MAGNIFICAT,
MAGNIFICAT, MAGNIFICAT ANIMA MEA DOMINUN.
MAGNIFICAT,
MAGNIFICAT, MAGNIFICAT ANIMA MEA…
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