miércoles, 5 de mayo de 2010

Mi sueño posible

Biblioteca. 9:45 de una mañana desapacible.

Ha vuelto el frío gélido de invierno y un viento violento vapulea los árboles del campo de la universidad, a su antojo. Sobre la mesa, el ordenador, la Biblia abierta, y mis lapiceros de colores.
Anoche fue el último encuentro bíblico en San Bonifacio. Este año he tenido que cerrar antes de lo habitual los cursos que animo en tres parroquias de Madrid y Toledo porque necesito el mes de mayo más libre. A finales de mes tendré otro curso bíblico de cinco días con unas monjas de clausura y he de programarlo con tiempo. Serán muchas las horas de trabajo. Además, yo misma estoy cursando unas asignaturas de reciclaje en Comillas y necesito días de dedicación al estudio. El tiempo corre como un caballo desbocado y otro año más he perdido la oportunidad de aprender cómo frenarlo y procurar que avance con un trote ligero y gracioso, sin la estampida de siempre. A este paso, alcanzaré la vejez mucho antes de lo previsto… De hecho, siento como si este año hubiera envejecido, de golpe, unos cuantos. Lo que no estaría mal, si a las ojeras y al cuerpo quebrantado les acompañara un poco más de sabiduría. Me temo que no es el caso.

Pero este envejecimiento prematuro, fruto de una vida demasiado afanada, se ve compensado por la alegría que produce en mí el interés que cientos de personas que he podido conocer en los últimos años muestran por la Palabra de Dios. En algunos casos, es más que interés: es búsqueda sincera y deseante de un camino espiritual iluminado por la Biblia.
Muchas de estas personas son ya como de mi familia. Llevamos años buscando juntos a Dios en la Palabra. Ellos me sostienen y me inspiran en mi propia búsqueda. Y mi sueño es que en cada comunidad cristiana y en cada parroquia de cada diócesis haya una escuela bíblica que sea lugar de estudio y oración con la Palabra.

¿Será éste un sueño imposible?


6 comentarios:

Tu siamesa dijo...

No hay sueños imposibles, lo dice Alicia en el país de las maravillas.

Un beso, hermosa, y cuídate de ese estrés. Y como dice tu madre, no es el tiempo el que corre deprisa, somos nosotros.

Miriam Bat Tzion dijo...

Shalom,
Me quedé un buen rato, leyendo lo que escribiste, con los ojos grandes como platos... es que parece algo salido de mi cerebro.
Exactamente me ocurre lo mismo, acá a miles de kilómetros y con otras circunstancias de vida, pero me ocurre lo mismo.
(lo que ustedes sufren, se va cumpliendo en sus hermanos en todas partes. Pablo de Tarso)
Y también tengo el mismo sueño que tú, que todas las parroquias de mi país, exista una escuela bíblica.
Bue, creo que D-os va poniendo en cada uno(a), ideas de lo que El anhela para nosotros.
Tremendo, es tan cortita la vida, y tan grandes los sueños.
Ànimo y recordar que vas a hombros de un Gigante !.
Un abrazo.
Shalom desde Chile
Miriam bat Tzion

Conchi pddm dijo...

Lo de que "no hay sueños imposibles" también lo dice Yentl en la peli que tanto me gusta. Y antes que Alicia y Yentl, lo dice Dios docenas, cientos, miles de veces, desde el Génesis al Apocalipsis... Sólo que tengo una fe penosamente floja.
¡Gracias por el aliento, siamesa mía!

Y me alegra ver, Miriam, que Dios siembra su sueño en muchas personas más. Conozco a algunas también en España. Aunque, demasiado pocas para llegar a todo. Un antiguo profesor mío, jesuita y actual rector de Comillas, solía tomar en sus labios el dicho latino "ars longa, vita brevis". Yo me lo aplico cuando experimento que, por mucho que me multiplique, es muy poco lo que puedo hacer en relación a la necesidad tan inmensa...
El caso es que en cada parroquia hay, como poco, una persona que se supone que está formada y podría dar este impulso pastoral... Pero vemos que no es así. Los "pastores y pastoras bíblicos" tienen que salir de otra parte. En fin, el sueño encuentra muchos obstáculos para realizarse. Pero algo, por poco que sea, se puede sembrar.

Gracias por tus palabras.

Por cierto, me choca tu talante tan judío (shalom; D-os; bat Tzion). Me has recordado a mi amiga Mónica, judeocristiana, que siempre me saluda así: SHALOM!

Mónica dijo...

Shalom

Pues la verdad es que me da envidia el ver que das clases de Biblia. ¡Ya me gustaría a mí poder dedicarme a ello! Pero me temo que todavía tengo que aprender mucho.
Te aseguro que tu esfuerzo merece la pena. Ya te he dicho más de una vez lo importante que ha sido para mí el haberte conocido, sin duda Dios te ha puesto en mi camino para llevarme a sus Sagradas Escrituras.

Que el Dios de nuestros padres te bendiga.

Mónica bat Israel (¿Qué te parece? Miriam es bat Tzion y yo bat Israel)

Todá

Conchi pddm dijo...

No está mal lo de Mónica bat Israel, aunque para ti me gusta el sobrenombre Yentl, la judía estudiante, sabia, preguntona y llena de tesón.

Sí, poder dedicarme a enseñar biblia es un don inmerecido, un privilegio y un regalo. Y también a mí me falta muchísimo que aprender. Cuanto más leo y estudio, más me doy cuenta de lo que ignoro.

Gracias por tus palabras.
Todá.

Y hasta pronto.
Quiero que me escribas algo para el blog, o quizá que hagas tu propio blog para compartir lo que vas descubriendo en tus estudios bíblicos.

Tu deseo de enseñar biblia alguna vez tampoco tiene por qué ser un sueño imposible. Aún eres joven.

Víctor M. Fdez. dijo...

Querida Conchi; ojalá que no sea un sueño; una comunidad cristiana que no busque a Cristo también en la Palabra, puede desorientarse. Qué importante es su estudio!
Quizá sea aún pronto, pero tal vez pasado un tiempo te pida información sobre alguno de los cursos que das con vistas al año próximo.
Un abrazo!